Capítulo (9)

432 31 32
                                    

ESPECIAL CHRISDIEL

ZABDIEL

Luego de salir de la clínica, subo a mi auto tratando de controlar todos los sentimientos qué estoy sintiendo en estos momentos, aunque no lo haya admitido, la actitud de Chris me dolió. En parte sé qué me la merezco, fui cabrón con él y lo acepto, pero aún así no puedo evitar sentir qué todo en mí era una mierda.

Suelto un suspiro, cuándo aparco el carro y bajo de él, desde qué conocí a Chris me prometí a mí mismo no volver a esté lugar, me prometí ser mejor personaje, pero sin él nada tiene sentido. Si él no está en mi vida, no vale la pena cambiar.

Me adentro al cabaret que siempre he visitado con mi hermano, que por magia ahora resulta que él dejó de ser un cabrón sólo por el enano de ojos verdes.

El amor, a veces simplemente es una mierda.

—Hey, Calum— él chico moreno, voltea en mi dirección y sonríe.

—Zabdiel, hermano ¿qué haces aquí?—

—Ya sabes a lo qué vengo siempre—

—Lo sé, sólo qué la última vez dijiste qué no volverías— exclama, encogiéndose de hombros.

Ruedo los ojos y bufo.

—¿Tienes a alguien disponible?, al mismo chico de la otra vez, quizás—

—Lamento decirte, qué hoy sólo elaboran puras chicas. Él otro chico, casi nunca viene, sólo lo hace cuándo realmente lo necesita— hace una mueca triste.

Lo miro intrigado, antes de hablar.

—¿Cuándo realmente lo necesita?, ¿a qué te refieres?—

—Sólo lo hace porqué necesita el dinero para comprarle, medicinas su hermano—

—Pensé qué todos estaba aquí, porque les gustaba hacer esas cosas—

—Zabdiel, a nadie le gusta ser tocado por hombres o mujeres alcohólicas y drogadas, nisiquiera a mi me gusta tener esté negocio, lo hago porqué necesito el dinero
también— asiento suspirando.

—Dame el trago más fuerte qué tengas, por favor—

—Zabdiel, no cr....—

—Sólo dame el maldito trago, Calum— lo escucho bufar, para luego retirarse.

Él sabía muy bien cómo nos poníamos mi hermano y yo, cada vez qué tomábamos. Pero me importaba una mierda, necesitaba despegar la mente o me volvería loco.

—Ten—

—¿Qué mierda?, dame la maldita botella, sabes qué nunca pido un puto vaso—

—Zabdiel, no seas imbécil, sea cuál sea el motivo por el que decidiste volver a caer en esto, solucionalo. Mira a Joel, ahora con ese chi....— lo interrumpo.

—¡Me vale una mierda, Joel!, me vale una mierda todos. No te metas en mi vida—

—No me hago responsable está vez de
nada— me entrego la botella, mirándome fríamente.

La tomo y sin pensarlo mucho,  tomo el primer sorbo directamente.

Sentía cómo el líquido quemaba mi garganta, mientras mis ojos se humedecian. Quería olvidarme de todo, y con sólo alcohol no bastaba.

—¿Tienes alguna mujer disponible?—

—Zabdiel, pero si tú....—

—¿La tienes o no?, me vale mierda quién sea, sólo necesito algo dónde meterlo—

Chiquito (Joerick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora