Capítulo (24)

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TROYE Y RICHARD

Un cansado moreno, entra a su habitación. Al hacerlo, sonríe grandemente al ver a su novio mirando con su ceño fruncido la televisión. Él ojiazual, voltea cuándo escucha la puerta cerrarse.

—¡Rich!— se levanta de la cama, para luego corre hacía el mayor.

Richard, lo atrapa entre sus brazos, para depositar un pequeño beso en sus labios.

—¿Cómo está mi bebito?—

Bien, bien— exclama con entusiasmo, escondiendo su rostro en el pecho del mayor.

Él moreno, sonríe para luego separarlo.

—Bebé, iré a cambiarme ¿vale?. Estoy un poco cansado— besa su frente, para luego dirigirse al baño.

Llevaban meses siendo novios, pero ninguno de los dos, se había atrevído a verse más allá de lo debido.

Minutos después, él moreno regresa a la habitación, con un short puesto solamente.

Troye, al verlo se sonroja desviando la mirada.

—Vida mía, voy a dormi ¿de acuerdo?—

—De acuerdo— susurra sin mirarlo.

Richard, asiente para luego acostarse.

Él menor, había quedado a su cargo por un par de semanas. Su suegra, viajaría a otra cuidad por motivos de negocios, él moreno gustosamente aceptó a cuidarlo mientras ella no estaba.

—Rich....— susurra, jugando nerviosamente con sus manos.

Él moreno, murmura boca abajo.

—Q-quiero jugar—

—Y yo quiero descansar— responde de mal humor.

Había sido un día estresante en la cafetería, una clienta le tiró el café encima y lo tachó de inútil, por haberse equivocado al hecharle azúcar, cuándo ella lo había pedido natural.

—Rich....—

—Troye, callate y duermete— él ojiazul, asiente lentamente.

—D-de acuerdo— susurra con voz quebrada.

Sus ojos se humedecen, eran las once de la noche y su ansiedad era demasiada alta.

Richard, suspira pensadamente para luego levantarse.

Estaba consciente, que la hiperactividad de su novio, en las noches era mayor. Puesto que la melatonina que produce normalmente el cerebro para dormir, en él era escasa, ocasionándole así insomio.

Arrastra sus pies con cansacio hacía el closet y toma el juego didáctico favorito del menor.

Se sienta en el suelo en forma de indio, para luego sacar las piezas del rompecabezas.

—¿No me vas ayudar armarlo?— pregunta, mirando al pequeño chico frente suyo.

Troye, levanta su mirada y se sorprende al ver a su novio mirándolo desde abajo.

Chiquito (Joerick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora