Chiquito (Joerick)

Capítulo (13)

ZABDIEL

En el momento que mi hermano cuelga la llamada, siento mis ojos humedecerse. Fui un completo cabrón nuevamente con Christopher, estaba consciente que estos días en los que he estado fuera de Miami, me ha extrañado mucho, él propio Joel me lo dijo la noche anterior, yo también lo he extrañado más de lo que quisiese admitir.

Me levanto de la cama, para preparar las maletas, aún me faltaba una reunión por concluir, pero realmente me valía mierda. Christopher, estaba mal y necesitaba estar a su lado, eso era lo único importante para mí en estos momentos.

Termino de guardar todo, para luego tomar mi billetera y cosas personales. Nunca me ha importado el dinero y los lujos que tiene mi familia, me parecían algo que está  sobrevalorado, pero justo en estos momentos, doy gracias a Dios y a mis padres de tener su propio avión privado.

Salgo del hotel dónde me estaba hospedando, directo a la sede dónde se encontraba la avioneta de mi padre, tomé un taxi para poder llegar más rápido. No quedaba muy lejos, pero aún así, necesitaba estar lo más pronto posible.

Media hora después, llego a mi destino. Bajo del taxi dándole gracias al chofer por haberme traído.

Me dirijo directamente a la base dónde se encontraba los pilotos que papá habia contratado.

—Buenas tardes, señor James—

—Joven, Zabdiel ¿qué hace por aquí?—

—Necesito ir urgente a Miami, ¿cree que podría llevarme justo ahora?—

—Sí, de hecho él señor Pimentel ya nos había informado de un posible viaje que usted
haría—

—Entonces, ¿podemos irnos ya?— James, asintió.

Tomé nuevamente mis maletas, para luego subirme al avión.

Duramos casi veinte minutos para poder despejar, el vuelo no iba a tardar más de tres horas y media.

Solté un suspiro, mientras pasaba mis manos por mi rostro.

Me odio tanto por haberme dejado llevar por los celos, no debí de haberle hablado de esa forma a Chris, sabía lo sensible que era, y aún así no me importo.

Sé que no tiene nada con Richard, pero aún así, no pude evitar ser él mismo estúpido de siempre.

Tomé mi celular, y trato de marcarle a Joel, él también debe estar mal, según lo que me dijo Erick, estaba grave y por esa razón Christopher colapsó.

—¿Joel?— exclamo a ver que contesta la llamada.

—Zabdiel, ¿dónde estás?—

—Estoy en camino, ya estoy en el avión—

—Christopher, ya reaccionó, pero aún así está débil y necesita cuidados especiales—

—¿Y Erick?— estaba consciente, de que sí Erick estaba mal, Christopher también lo estaría.

—É-él aún no despierta, tengo miedo Zab, tengo miedo— un sollozo por parte de mi hermano, hace que comprenda lo importante qué es ese chico para él.