Capítulo Final

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ERICK

Según google, los bebés nacen cuando han pasado nueve meses, algo que no logro entender. ¿Mi bebé murió porque nació antes a igual que el de Chris?. Joey, dice que tendré otro bebé en poco tiempo, pero yo quiero tenerlo mucho tiempo en mi estómago para que nazca y no muera como mi otro bebé.

Hay muchas cosas que no entiendo, y me hace sentir alguien anormal. Pero Joey, siempre dice que soy especial para él y por eso me ama mucho.

No sé como decirle que también lo quiero mucho, no me gusta hablar ni ser tocado por personas extrañas. Cuando lo conocí, mi barriga empezó a doler y mis mejillas pintarse de color tomate. Sus cabello era muy bonito, y aunque me trataba mal al principio, nunca sentí miedo de él.

Joey, me enseñó muchas cosas, llegó a mi vida, como los príncipes que me siempre leo en los cuentos de hadas. Me trata bonito, me acaricia y me compra muchos peluches.

No sé que es el amor, pero lo puedo definir como estar una vida entera junto a Joey.

Él era mi súperheros, y el amor de mi vida.

Sonrio al terminar de escribir, la última página de mi libro. Siempre me ha gustado escribir, pero nunca he tenido inspiración para hacerlo, hasta que llegó Joey.

Él es y siempre será mi inspiración y motivo para seguir adelante. Me hace sentir como una persona normal, y me ama tal como soy.

Amaré a Joey, por el resto de la eternidad.

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Una pequeña sonrisa escapa de sus labios, al escuchar la risa de su novio. Él rizado, se acerca a su lado y se sienta junto a él en el piso.

—¿Qué ve mi bebé?— Erick, desvía su mirada hacía él.

—Estoy viendo Jessie, Joey— Joel, niega para luego besar fugazmente sus labios.

Suspira, al notar que su pequeña barriga estaba más grande de lo normal.

Los últimos meses, habían sido de mucho estrés para él. Él ojiverde, duraba días enteros vomitando todo lo que comía. Incluso, hubo ocasiones en la que se desmayaba en sus brazos, por la debilidad en su cuerpo.

Joel, siempre terminaba llorando a solas cada vez que su novio se calmaba. Era un infierno para él, tener que verlo sufrir.

—J-Joey— susurra tímidamente, él menor.

—¿Dime, mi vida?—

—T-tengo hambre, y Chris no me quiere
cocinar— él mayor, suspira pesadamente.

Habían pasado dos semanas desde que su cuñado, perdió al bebé. Christopher, desde ese día no había querido salir de su habitación. Sus sollozos, se escuchaban en la sala, por lo cuál los primeros fueron difíciles para el ojiverde aceptar que su hermano, no lo quería ver.

Hubo momentos, en los cuáles él ojiverde ingresaba a la gente de su hermano a escondidas. El cuál resultaba con ambos llorando, Christopher por no poder controlarse y Erick, por los gritos que su hermano le daba.

—Vamos a ver, que te puedo preparar bebé. Será algo sano, ¿de acuerdo?. ¿Qué quieres comer, bebé?—

—No sé, Joey— susurra alzadose hombros.

—¿Seguro?— él ojiverde, suspira.

Miró un par de segundos, al rizado antes de hablar.

—Jugo de fresa, tostadas, frutas picadas, galletas de chocolate y gomitas—

Chiquito (Joerick)Where stories live. Discover now