2da temporada (1)

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NARRADOR OMNISCIENTE

6 años después.

Seis años habían pasado, desde que la vida les cambio a todos radicalmente. Seis años, desde que el ojiverde cerró sus ojos, cayendo en un coma que posiblemente no despertaría.

Seis años, en lo que un rizado se tuvo que mentalizar, seguir adelante por amor a esa nueva personita que había llegado a si vida.

Su hijo, su pequeño Will.

Ese pedacito que siempre lo unirá al ojiverde, sin importa la circunstacias. Ese pequeño niño, que ahora era su motor para seguir adelante.

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-Stecy, espera- la pequeña niña, cinco años ríe, cuando escapa de los brazos de su padre.

Estirando sus manitos y piecitos, se alza para alcanzar la perilla de la puerta y abrirla.

Al hacerlo, vuelve a sonreír tímidamente, al ver al hombre frente suyo.

-Stecy, no vuelvas a....- las palabras, del mayor se detienen al notar la presencia del otro sujeto.

Se aclara la garganta, antes de volver hablar.

-Hola, Zabdiel- él rubio, lo mira un par de segundos, antes de desviar su mirada y ver a la pequeña niña.

-H-hola, Chris- ambos desvían sus miradas, al sentir que el ambiente se estaba poniendo pesado.

El silencio, fue interrumpido por la voz de la menor.

Christopher, suspira silenciosamente para luego poner su atención en su hija.

-Papi, ¿cuándo viene papá Alan?- él castaño, mira desimuladamente al rubio.

Desde que perdieron a su bebé, toda comunicación entre ellos dos se había perdido.

Christopher, con el pasar de los meses se fue enamorando del pelinegro, hasta el punto de creer que lo amaba.

Cinco años más tarde, ambos se enteraron que iban hacer padre de una pequeña niña.

Él castaño, al enterarse lloró noches enteras, estaba feliz y abrumado. Alan, lo apoyó en cada momento, era su hija también y ambos la querían.

Cuando la pequeña Stecy, nació. Christopher, creyó que después de mucho al fin iba a tener la familia que tanto deseó. Sin embargo, una noche de copas por parte del pelinegro, terminó acostándose con su asistente, terminando así su relación con él castaño.

Christopher, aceptó todo sin complicaciones. Acordando que el único trato que iban a tener era por su hija.

Zabdiel por su parte, se dedicó a la empresa de su padre, puesto que su hermano había dejado de trabajar en ella para cuidar a su hijo.

Desde ese día en la clínica, no había visto al castaño en persona.

Cuándo se enteró, que Christopher iba a tener una bebé con otra persona. Su mundo se vino abajo.

Estaba consciente, que ese bebé si fue concebido con amor. Y no como fue concebido él de ellos.

Los recuerdos de esa vez, llegaron a su mente por noches enteras, ocasionándole diversas depresiones, en la cuáles se refugiaba en el alcohol.

Chiquito (Joerick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora