Capítulo (27)

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NARRADOR ONMISENTE

Soltando un suspiro, termina de acomodar los últimos papeles en su oficina. Eran un poco más de la nueve la noche y estaba agostado totalmente. Las últimas semanas, se la pasaba la mayor parte de su tiempo metido en la oficina. Sin embargo, eso no era impedimento para aguantar un poco más e ir a visitar a su chico.

Sale de la oficina, para ir directamente a su vehículo y emprender camino hacía la casa del ojiverde.

Había pasado tres semanas desde que se enteró de que sería padre, y su mente aún no lo procesaba. El miedo irracional que le daba pensar que podría perder a su pequeño chico, lo agobiaba en extremo.

De cierto modo, se sentía culpable por la situación. Sin tan solo no se fuera dejado llevar esa noche por el deseo, quizás su pequeño no estaría en riesgo, como lo estaba actualmente.

Él lo sabía, estaba consciente aunque su mente lo tratara de engañar, el peligro que corría su novio gracias a ese embarazo.

Casi una hora después, gracias al inmenso tráfico que transitaba las calles noctunas de New York, él rizado estaciona su auto frente a la casa de su cuñado.

Baja de el y se dirige a la puerta principal, al segundo timbre es abierta dejando ver a un ojeroso castaño.

Joel, se sorprendió al verlo de esa manera, pareciese que no fuera dormido en días. Y quizás, era así.

—Hola, Chris—

—Hola, Joel. Pasa— él mayor asintió pasando a la sala.

Detuvos sus pasos, para luego suspirar.

—¿Y Er?—

—En su cuarto, no ha querido salir en todo dia. Ni siquiera ha querido comer, ya no sé que hacer Joel. Erick, necesita de mucha atención en estos momentos, y aunque siempre trate darle la mía, no logro hacerlo por completo. Yo también estoy esperando un bebé, y hay días que simplemente quiero desaparecer—

—Te entiendo Chris, lo siento de verdad. Prometo venir más seguido y pasar más tiempo con él. Le pediré a papá, vacaciones temporales—

—Está bien, iré a descansar más tranquilo sabiendo que estás con él— sin decir más, sube a su habitación.

Joel, suspira una vez más para luego dirigirse hacía la habitación del menor.

Al llegar allí, toca la puerta varias veces sin obtener respuestas.

—Príncipe, soy yo, Joel— esperó un par de segundo más, hasta que la perilla de la puerta fue abierta.

Erick, regresó rápidamente a su sitio.

—Hola, bebé ¿cómo estás?— hizo amago de acercase, pero sus pasos fueron detenidos al oír las palabras del ojiverde.

—N-o te me acerques— Joel, abrió sus ojos grandemente.

Sintió su corazón latir fuertemente, al escucharlo.

—¿Por-qué, chiquito?— Erick, desvió su mirada con sus mejillas abultadas.

—Solo no quiero, vete— él rizado, suspiró pesadamente.

Chiquito (Joerick)Where stories live. Discover now