El sendero de la muerte

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Para ese entonces en la comunidad ya se sabía que se estaba realizando una investigación para saber qué había ocurrido o más bien, quién había asesinado al hijo mayor de los Lémieux. Pronto, el inspector supo que para poder ingresar al terreno solo había un sendero que partía del resto de las casas hasta la residencia Lémieux, aunque en realidad, el camino que conducía hacia el bosque y el lago, también podía ser atravesado para llegar a la residencia de Belmont. Partiendo de eso, quien tenía más probabilidades de ir y venir, sin duda era la propia familia y el vecino más cercano. Comenzar por indagar sobre sus coartadas era primordial y no esperaron mucho tiempo después de que hubieran tenido los resultados de los análisis.

-La hora de la muerte fue a las 3:14 -afirmó el inspector Franco. Caminaba al lado de Caden entre uno de los senderos. Rodeados de maleza y bajo el brillo del sol, ambos se dirigían a la casa de los padres de Belmont-. Hay algo que me causa inquietud, según el informe, Belmont Lémieux no murió desangrándose, quiero decir, las condiciones fueron óptimas, quienquiera que lo haya hecho se aseguró de que el hombre hubiera muerto.

»Realizó un corte vertical a lo largo de los brazos para cortar las venas radiales, contrario a lo que se vería en una típica serie juvenil o incluso a lo que comúnmente se piensa cuando se dice "se ha cortado las venas". Líneas horizontales en la muñeca, ¿me entiendes? -Caden asintió mientras continuaban el paso, a pocos metros de ellos comenzaban a visualizar la mansión principal de los Lémieux, una casa grande de dos pisos, bastante elegante, con un jardín enorme y con una fachada magnífica. Era lo que podía esperarse de la familia más adinerada de la comunidad-. Se estaba asegurando de hacerlo bien y por eso presionó mucho la navaja a lo largo de sus brazos. Debía asegurarse de que la sangre fluyera en la bañera, sabía cómo hacerlo, pero no pensó en la posibilidad de llegar a cortar los tendones.

»El agua debió haber tenido una temperatura de entre 35°C - 37°C para que la sangre pudiera fluir, evitando de este modo que se coagulara. Si quieres suicidarte cortándote las venas, la bañera bajo esas condiciones, es lo más apropiado. No obstante, Lémieux murió antes de desangrarse por completo... No fueron los cortes sobre sus brazos los que provocaron su muerte. El principal detonante fue el golpe que recibió en la cabeza. Los resultados que el informe ha arrojado coinciden con las estatuillas que había en la mesa de su sala. Estamos hablando de algo pesado, algo que lo tomó por sorpresa y lo dejó inconsciente al instante. La estatuilla fue tomada y estampada contra él de tal modo que no le abrió la cabeza, fue un objeto romo que le provocó un hematoma intracraneal. Ya lo decías tú, era un golpe que no podíamos ver y un golpe con el que se pensó que se le podría dejar inconsciente para cortarle las venas. Los golpes en la cabeza en muchas ocasiones son difíciles de tratar, uno puede ser inocente y otro, simplemente puede matarte. El golpe que le propinaron provocó que, al paso de algunos minutos, la sangre se le acumulara dentro del cráneo, en el tejido cerebral, ejerció presión sobre su cerebro y bam, provocó su muerte. Por supuesto, Belmont Lémieux estaba inconsciente mientras le cortaban las venas, pero la sangre dejó de fluir en cuanto el corazón se le detuvo.

-Eso evitó que muriera desangrándose y el asesino no contó con que lo había matado antes de ejecutar por completo su plan.

-Naturalmente. O lo sabía y decidió prepararlo todo.

-De cualquier manera, Lémieux iba a morir.

-Sí. Esperaba su muerte -agregó el inspector retomando las palabras que Caden había mencionado la noche anterior y pensó en que podía existir la posibilidad de que Belmont Lémieux supiera que iba a morir esa misma noche. Aunque no buscó ayuda, quizá sí quería suicidarse.

En cuanto llegaron a la casa de la familia, uno de los mayordomos les abrió la puerta, los recibió con gentileza y los guio hasta una sala en la que les pidió que esperasen por la llegada de la señora Lémieux. Tenían malas noticias para ella, las que ya se suponían. ¿Cómo suele reaccionar una madre al perder a su hijo? Es como si lo hubieran matado a uno mismo, sangre de su sangre. ¿Y cómo reaccionaba al saber que lo habían asesinado? ¿Dolía menos que pensar en el suicidio? ¿O era peor? Sea como sea, se trataba de dolor, a veces incomprensible, a veces difícil de expresar. Algo extraño y difícil de sobrellevar.