(Not) Us /Satzu

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¿Formalizar?

Ambas chicas se encontraban enredadas entre las sábanas, si fuera una relación sería una bonita escena pues las dos se abrazaban, la taiwanesa dormía y la nipona la observaba.

Mentiría si decía que no le dolía la situación donde justo estaba situada, a veces deseaba tener una relación normal con la castaña, una relación donde salieran a citas, conversaran y compartieran algo más que sexo.

Si bien era cierto que podía buscar a alguien que quisiera tener una relación formal y que le ofreciera algo mejor que una relación casual como lo hacía la taiwanesa, la nipona no podía salir de ahí por alguna razón no podía terminar su no relación con la castaña.

—¿Despertaste?— la taiwanesa se removió un poco en su lugar y se acurrucó un poco más con el cuerpo de la rubia —Duerme un poco más, anda.

La rubia se acomodó también, algunas veces las acciones de la castaña le hacían sentir confundida, pareciera que tal vez, por lo menos un poco la taiwanesa no solo la quería para pasar el rato, de vez en cuando era tierna y en alguna que otra ocasión le daba regalos, la trataba diferente a otras.

La rubia la abrazó y cerró los ojos disfrutando del calor que la castaña le brindaba y que el momento le ofrecía.

—Tzuyu— llamó cuidadosamente y fue respondida con un "hmm" de una castaña media dormida —¿Te gustaría formalizar nuestra relación?

La castaña se removió de nuevo quedando con el cuerpo boca arriba.
—¿De qué hablas Sana?

—Si, ya sabes, que esto sea una relación normal y no solo encuentros casuales.— la nipona deseaba de verdad tener una algo normal, deseaba tener una pareja que la quisiera, Tzuyu no era la mejor opción tomando en cuenta la cantidad de personas que darían lo que fuera por ella pero la idea de que pudieran tener una conexión le fascinaba, si de por sí el sexo ya era satisfactorio no podía ni imaginar cómo sería si lo hicieran con amor.

La taiwanesa abrió los ojos y se acomodó mejor quedando sentada en la cama con la espalda recargada en el respaldo de esta.

—De nuevo eso— rodó los ojos —Sana, ¿qué pasa contigo? ¿Por qué últimamente parece importarte tanto el que somos?

—¡Tzuyu porque de verdad me importa!— exclamó molesta. —Estoy harta de esta situación y esta cosa sin nombre.

—Nunca antes te importó.

—¿Por qué supones que nunca lo ha hecho?— no entendía, bueno tal vez al principio era raro pero ahora era confuso y le llenaba de coraje —Ni siquiera sé en qué momento comenzó esta clase de no relación, ni siquiera me preguntaste si estaba de acuerdo.

—Tal vez tienes razón pero por favor, nunca te quejaste creí que estabas de acuerdo.

La nipona salió de la cama para luego comenzar a vestirse.
—No me gusta esto Tzuyu— comenzó a buscar sus zapatos —Necesito a alguien

—Sana, desde el principio te dije que también podías buscar a alguien más.

—No puedo.

—Ese es tu problema, yo no te pedí que te guardarás solo para mí, puedes salir y divertirte también.— dijo como si fuera lo más normal del mundo. ,—Sana no te pedí exclusividad.— la nipona terminó de hacer lo suyo y antes de que saliera castaña le habló de nuevo. —Olvida esa tonta idea, entre tú y yo nunca habrá nada y lo sabes bien.

—Vete al diablo— dijo antes de cerrar con fuerza aquella pobre puerta de madera detrás suyo.

Tzuyu solo sonrió cínicamente, no era la primera vez que aquella discusión se repetía, siempre por el mismo tema.

—Volverá— dijo y se volvió a acomodar. —Lo sé— se dispuso a dormir un rato más. —Siempre lo hace.

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Sana se aferró a aquel volante delante de ella, ni siquiera era capaz de seguir manejando en algún momento las lágrimas le taparon el camino.

—Soy una idiota— murmuró mientras golpeaba el claxon. —Maldita sea, siempre es lo mismo.— frustrada golpeó de nuevo el volante.

Pero, ¿qué podía hacer? Deseaba romper lo que sea que fuera que tenía con Tzuyu sin embargo, aunque lo intentara no funcionaba, lo único que necesitaba ahora era un abrazo y lo más triste de todo era que no podía ir con su mejor amiga, ella no tenía a nadie más.