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¿Por qué si amaba a Tzuyu la seguía rechazando? Literalmente Sana había fracturado su relación con la otra nipona solo por la inseguridad que tenía acerca de sus sentimientos y aún así seguía dudando si ir hacia la taiwanesa.

Sana se negaba a aceptar de nuevo a Tzuyu aún cuando está le rogaba a diario que regresaran que la antigua Tzuyu estaba enterrada bajo meses de terapia y rehabilitación. En cambio la rubia siguió buscando a Mina, ¿por qué? Mina en repetidas ocasiones la evitó y muchas veces la rechazó, le decía que todo quedara así y que en su lugar fueran amigas.

Tzuyu no se rendía con Sana, Sana tonta seguía yendo a Mina, por miedo, eso estaba claro. Mina siempre ha sido fiel a sus principios y sobretodo se respeta, antepone su amor propio, la relación de Sana no la llevaría ni llegarían a ningún lado.

¿Recuerdan las veces que Mina dijo que esperaría por Sana? Bueno, algunas promesas se deben romper por el bien de esa persona, Sana nunca dejaría a Tzuyu pero ella si podía dejar a Sana para que fuese feliz.

Una semana, dos, tres.... Dos meses.

-Sana, seamos amigas- dijo mientras acuñaba el rostro de la rubia. Hoy al igual que otros días la rubia estaba afuera de la casa de la pelinegra. -Sé que me amas y yo a tí, por eso insisto en que no debemos hacernos daño.

-Mina, el dolor no te deja pensar, ambas podemos funcionar de nuevo.- lloriqueó

-No, no lo haremos.- sonrió -Sana, Tzuyu está esperando por ti y eso es lo que querías desde hace tiempo. Corre hacia ella, no hacía mi.

Siempre terminaba yéndose la rubia con la frase "Mañana volveré"
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Tan complicada que es una historia de amor, mientras Sana perseguía a Mina alguien más ya la estaba hartando. ¿Así se sentirá Mina? Pensaba la nipona, la única diferencia es que muy en el fondo si quería regresar con la taiwanesa.

-Sana- la taiwanesa estaba ahí afuera esperándola como de costumbre -¿Te encuentras bien?

-Tzuyu, vete.- dijo la rubia apenas abrió la puerta. -No quiero estar contigo.

-No, no me iré - respondió quedante. -Ya te dejé ir una vez.

-Ya no te amo.- sus palabras fueron cortantes, lo suficiente para atravesar el corazón de la taiwanesa. -Dejé de amarte hace mucho.

-No es cierto.- respondió Tzuyu con algunas lágrimas retenidas en sus ojos ñ, no era la primera vez que se lo decía, igual estaba convencida de que era mentira.-Que frío hace aquí- Trató de que su voz no saliera quebrada. Cruzó los brazos fingiendo darse calor porque en realidad trataba de hacerse la fuerte e ignorar aquel dolor de pensar que Sana de verdad ya no la amara -Te puedes resfriar.- esbozó una sonrisa -Ve adentro, me iré.

Sana se sentía mal. Tzuyu se sentía mal pero seguiría intentando.

..

Jihyo preparaba la cena, esperaba a Tzuyu y a su padre, desde hace tiempo que la taiwanesa prácticamente ya vivía ahí.

-llegué- avisó la antes mencionada y caminó a la cocina. Encontró el rostro de la coreana y bastó una falsa sonrisa, una mueca triste para que Jihyo supiera lo que habia sucedido.

La coreana caminó hacia ella y la envolvió en un abrazo.

-No te preocupes pasará.

-¿Y si en verdad dejó de amarme?- lloró tan fuerte, la chica que no lloraba ni porque le pagaran se había convertido en una niña pequeña que había aprendido a expresar y dejar salir sus emociones. Alguien a quien por primera vez se le permitía sentir. -No la culpo pero ¿por qué no me da una oportunidad?

(Not) Us /SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora