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Una chica de rubios cabellos se encontraba en la estación de policía, llevaba ahí alrededor de 8 horas esperando a que alguien reportara el paradero de la chica o en el peor de los casos... El cuerpo.

—Sana, deberías ir a descansar— dijo la nipona pelinegra que la acompañaba desde la madrugada, cuando salió casi corriendo de la habitación. —Pronto se comunicará contigo.

—¿Y si algo le pasó?

—No habrá sido tu culpa.— respondió Mina

Pero no funcionaba, la pelirubia estaba lo suficientemente preocupada y sintiéndose culpable, ni siquiera sabía porqué.

(...)

Mientras, una taiwanesa sentía los párpados pesados, un gran dolor de cabeza y por supuesto un gran moretón en la mejilla la acompañaba, ¿Entonces no había sido un sueño? Si sucedió todo lo de la noche anterior ¿Por qué seguía con vida? Se sentía terriblemente mal, ni siquiera tenía conocimiento de en dónde estaba.

—Oh— escuchó una voz femenina proveniente de lo que supuso era la puerta —Has despertado.

La taiwanesa confundida la observó detenidamente, su rostro lo había visto antes pero no sabía dónde había sido, probablemente era una de las tantas chicas que ha conocido en algún club.

La pelinegra intentó reponerse de su lugar para adoptar una posición más cómoda, no pudo decir nada, solo observaba a la otra chica esperando a que esta dijera algo más.

—¿No me conoces, verdad?— la taiwanesa con algo de timidez movió la cabeza en forma de negación —Soy Park Jihyo, tal vez no me reconozcas pero vamos a la misma escuela. Soy la chica a la que le preguntaste que sucedía en medio de la escuela.

Entonces la pelinegra reaccionó y formuló una pequeña "o" con sus labios —¡Claro!— palmeo ambas manos —¿Eres la chica que se me quedó observando raro, no?

—No creí que me hablaras a mi— respondió Jihyo un tanto tímida. —¿Te sientes mejor?

La taiwanesa asintió y con algo de pena volvió a hablar—¿Que hago aquí?— no sabía cómo había llegado a lo que supuso era casa de la otra chica, el cuarto tenía una mesita justo a lado de la cama donde ella estaba y ahí se encontraba una foto de Jihyo saliendo de la escuela y a lado sus padres.

Lo último que recuerda la taiwanesa es haber tomado la decisión de terminar con su vida, su plan era tirarse de aquel puente, llamó a Sana para decir lo siento, ni siquiera pudo pedirle perdón adecuadamente porque el teléfono se había quedado sin batería y justo en ese momento se apagó, según ella se tiró o hasta ahí recuerda pues se desmayó en el momento en que "dejó" caer su cuerpo.

Para su sorpresa una chica estaba observando a lo lejos y con suerte alcanzó a sostener a la ahora pelinegra, cómo pudo atrajo el cuerpo hacía ella para que cayeran del lado de lo que era la banqueta, abrazó el cuerpo de la taiwanesa hasta asegurarse de estar tres segundos en el piso, la respiración agitada y un cuerpo encima de ella a las casi dos de la mañana no era algo que se viva todos los días.

Llamó varias veces a la chica pero está no respondió así que supuso se desmayó, cómo pudo se levantó y con la ayuda de un taxi la llevó hasta su casa.

—No traías ninguna identificación contigo así que solo pude traerte a mi casa— Jihyo finalizó la historia de lo sucedido ahí —Debo confesar que por un momento pensé que ambas caeríamos del puente— la coreana rio un poco nerviosa, aunque en su momento no le hizo ni la más mínima gracia

La culpa golpeó de nuevo en el rostro de la pelinegra, no solo pudo haber muerto ella sino también otra chica que ni idea tenía de todo lo que ya había pasado.

(Not) Us /SatzuOn viuen les histories. Descobreix ara