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Desaparecer

Solo habían pasado dos semanas desde que sucedió todo aquel drama, Tzuyu sentía que la vida era muy difícil, muy triste ¿Por qué se había salvado? No siquiera había podido salir de su habitación, quería llamar a Sana en realidad lo había hecho un par de veces pero nunca respondió o simplemente colgaba antes de que la nipona pudiera responder.

Por su parte Sana seguía con Mina, aquella chica se había quedado a su lado en todo momento. Sana seguía yendo a terapia y Mina la acompañaba, después iban de paseo o algo por el estilo.

...

La idea de desaparecer no se iba, al contrario llegaba con más fuerza, en momentos como esos no debería estar sola, la taiwanesa estaba tirada en el piso y en su cabeza ya había imaginado cerca de 5 escenarios dónde podía quitarse la vida, para su buena o mala suerte no tenía ni una sola gota de alcohol en su organismo porque estaba segura que si lo tuviera ya habría intentado suicidarse.

Todo es inútil, a pesar de pensar ni siquiera tenía la energía suficiente como para levantarse y hacer lo que su madre llamaba "una tontería" no sabía que que era eso que ocurría con ella, tal vez su madre tenía razón, solo quería llamar la atención.

Unos minutos más tarde luego de disociar tomó su celular y comenzó a ver fotografías que tenía junto a la nipona, los ojos de Sana brillaban al verla y ella nunca lo notó, luego encontró una foto que le tomó a escondidas a la otra chica, porque si, amaba tenerla en su celular pero nunca se lo dijo, sonrió con nostalgia recordando aquellos días, la amaba y no lo sabía.

O simplemente Mina tenía razón cuando se la encontró hace unos días...

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—Hola Zhou— la nipona pelinegra la saludó, la taiwanesa la había citado en un café, aunque al principio no quería ir lo hizo, no le dijo nada a Sana, tal y como la chica se lo había pedido.

Pidieron un café y luego la nipona habló —¿Sucede algo?— Mina usaba ese tono dulce y sereno de siempre a pesar de estar angustiada.

—Mina... ¿Cómo está?

¿Por qué ahora te preocupa? Pensó la nipona pero era cobarde para decírselo y en su lugar solo respondió: —Bien.

—Mina— Tzuyu tomo la mano de la nipona —¿Si te pido un favor me lo harías?— la chica solo la observó, no dijo si ni tampoco lo negó —¿Podrías dejar a Sana?

—¿Q-que?

—Yo amo a Sana y sé que ella aún me ama, podríamos reparar todo.

—Zhou... ¿Tú de verdad la amas o solo crees sentir amor porque la estás perdiendo?— Tzuyu se sorprendió por las palabras de la otra chica y algo desconcertada soltó su mano. Mina suspiró y se levantó —Debo irme— tomó su abrigo y se marchó.

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Aventarse no era una opción, veía la altura de su departamento a la calle y no sería suficiente, tampoco tomar un cuchillo porque probablemente le daría miedo, tal vez ahorcarse, si, eso era la solución.

Intentó colgar una cuerda pero no sabía de dónde hacerlo, mejor tomaría algo que cortará rápido su vena.

Respiró hondo, su corazón latía con fuerza, tenía miedo y solo por eso se odió más ¿Cómo es que ni siquiera era capaz de hacer eso? Contó uno, a la cuenta de tres lo haría, dos y....

Ding dong

El timbre sonó y se detuvo, tal vez era Sana, soltó el cuchillo y lo aventó a algún lugar para salir corriendo abrió la puerta esperando encontrar el rostro de la nipona pero no fue así.

—Hola— en su lugar encontró a Jihyo.

—Jihyo— la abrazó era la segunda vez que la salvaba y lejos de enojarse se lo agradecía, a lo largo de estas dos semanas habían estado hablando mucho. —Gracias.— había quedado cenar con Jihyo, que idiota lo olvidó, hubiera decepcionado a una persona más.

La coreana no sabía porque la otra chica agradecía pero no le preguntaría, la otra chica se lo dirá si se siente cómoda

...

La taiwanesa no quería estar en su departamento aparte de estar desordenado por lo que optaron por ir a cenar a un lugar cerca.

Pidieron una mesa, el lugar era cómodo, había ido ahí un par de veces con Sana, negó con su cabeza debía dejar de pensar en ella.

Estaba todo bien pero no contaba con que a ese mismo lugar llegaría con Mina y Sana, al principio no se dieron cuenta solo Tzuyu que miraba con mucha tristeza y celos aquella escena donde Sana traía puesto un suéter a juego con la otra chica, y por si fuera poco estaban en la mesa donde siempre se sentaban las dos.

Jihyo se dió cuenta de esto, sintió pena por Sana pero sintió más pena por Tzuyu aunque tuviera la culpa pero por lo menos la otra chica estaba saliendo adelante sin embargo Tzuyu parecía estar estancada ahí, en el mismo lugar y es que en las últimas semanas no dejaba de mencionarle.

—Oh que aburrído— la coreana dijo y la taiwanesa salió de su trance, Jihyo fingió un bostezo

—¿Deberíamos ir a otro lugar?— Tzuyu preguntó y la coreana asintió feliz.

Pidieron la cuenta y hubieran pasado por desapercibido sino fuera porque justo en la salida estaba Momo, quien no dudó en molestar a la taiwanesa.

—Hey Zhou— llamó a la chica pero está simplemente la ignoró —Veo que sigues con el mismo juguete de ese día.— Tzuyu se detuvo y Jihyo le insistió en que siguieran, Momo soltó una risa sarcástica —¿Qué pasó Zhou, ahora tu eres el juguete?— Tzuyu la veía con enfadó, quería golpearla —Sal de ahí— se dirigió a Jihyo —Sal antes de que te consuma y termine contigo como lo ha hecho con todas, lástimandolas porque es lo único que sabe hacer— miro con desprecio a la taiwanesa —Al final solo eras una de sus putas.

Esa era la gota que derramó el vaso, antes de que pudieran detenerla Tzuyu ya tenía a Momo en el suelo, llamando la atención de todos los presentes, incluida Sana y Mina quienes no dudaron en acercarse para socorrer.

Tzuyu golpeaba repetidamente a Momo, Jihyo fue a buscar a los guardias para que la detuvieran porque no era tan fuerte para detenerla y no quería que matara a golpes a alguien y pasara el resto de su vida en la cárcel,. Nadie hacía nada, a excepción de Mina que se metió para separarlas en lo que los guardias llegaban pero en su intentó la golpearon a ella también y fue cuando se escuchó el grito de Sana, entonces se detuvo.

Miró a su alrededor, todos ahí la veían, pero sobretodo la mirada de Sana mientras ayudaba a Mina y a Momo recaía en ella, sus ojos se cruzaron los de Sana solo detonaban enojo y decepción, Tzuyu la veía con arrepentimiento.

—Sana— intentó acercarse pero en ese momento llegaron a arrestarla. —Lo siento.— dijo con lágrimas en los ojos

La nipona solo volteó el rostro y dejó que se la llevaran.


...

...

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(Not) Us /SatzuNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ