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No era la primera vez en la semana que Tzuyu iba a rogarle de nuevo hasta su casa a la nipona, tampoco sería la última. Era realmente cansado para la rubia el tener que soportar a una chica totalmente ebria pidiéndole que por favor no la dejé, había veces en que la chica iba sobria pero no quitaba el hecho de ser totalmente agotador.

Era uno de esos días en que la pelinegra iba totalmente cuerda, parecía una maldición pues ahí Tzuyu recordó todas esas veces que Sana le rogó que se quedara con ella, todas esas veces que Sana lloro preguntando si algún día la amaría, todas esas veces que Sana le suplicó para que formalizaran su "relación" recordó todas esas veces que Sana lloró por su culpa, todas las veces que Sana la veía con esos ojos cargados de tristeza y rojos a causa de las lágrimas, recordó todas las veces que rompió el corazón de la japonesa, todas las veces que Sana se humilló por ella, todas las veces que Sana sufrió, todas las malditas veces que Sana la amó incluso siendo una mierda con ella.

Las lágrimas de Tzuyu se intensificaron mientras caía de rodillas y se aferraba a la cintura de Sana, iba a rogarle, iba a humillarse, iba a suplicarle con lágrimas que no la dejara, que no se fuera, que le diera una última oportunidad, aunque ya hubiera gastado todas las que se le habían ofrecido.

¿Por qué estaba llorando? Por los rumores, había escuchado que Mina había tocado canciones de Taylor Swift para Sana, de la maldita y brillante Taylor Swift, la artista favorita de la hermosa japonesa de mejillas abultadas. 

Tzuyu estaba confundida, dolida, Mina y Sana habían pasado demasiado tiempo juntas ¿Cómo? Ni ella sabía, pero eso la hacía enfadar y terminaba llorando como una bebé. Una patética bebé.

Como siempre últimamente, la taiwanesa quedó ahí sola, llorando. Estaba pagando demasiado caro su error.

....

Momo había entrado al baño y grata fue su sorpresa al ver a una conocida taiwanesa, bufó molesta al verla y rodó los ojos, la odiaba, no sabía cómo Sana se había fijado en esa tipa, se acercó a lavarse las manos y fui ahí donde escuchó lo que nunca pensó escuchar, un sollozo, un hipo de llanto, miró por rabillo de su ojo y vio a Zhou Tzuyu llorando, la odiaba, sí, pero le daba algo de sentimiento

Verla llorando, en realidad era sensible cuando otros lloraban.

—Hey— llamó sin mirar —¿Estás bien?— no le respondió y siguió llorando, se notaba desde lejos que estaba ebria hasta el tope "Genial, también es una maldita alcohólica" pensó Momo de mala gana —Oye, Zhou— se giró para mirarla —¿Estás bien? Luces fatal— hizo una mueca de desagrado y la otra siguió ignorando su presencia —Hey— pasó su mano por ahí tratan de llamar la atención de la otra —¿Estás drogada?

—Deja de joder — se quejó molesta, su voz estaba rota, hecha pedazos —No estoy drogada— reclamó molesta

—Eso es bueno, no pensaba quedarme aquí— dijo Momo sin mucho interés —¿Por qué estás llorando? Te ves demacrada— señaló y Tzuyu limpió sus lágrimas sintiendo que su corazón caía a su estómago al recordar de nuevo la razón de su llanto

—No es de tu incumbencia— contestó molesta

—Bueno, solo trataba de ser amable, mira que es raro ver a Zhou Tzuyu llorando en los baños a escondidas— se burló

—Métete en tus asuntos, Hirai— la miró, estaba molesta

—Claro, eso haré, me da igual tu patética vida— contestó sin interés —Lo único bueno que tenías era a Sana— murmuró —Oh, espera, ya tampoco la tienes— una sonrisa asimétrica se formó en sus labios y contuvo la risa

Tzuyu la miró enfadada, eso había dolido más que nada, si las miradas mataran, Momo ya estaría sepultada.

—Sabía que un día pasaría, Sana se cansaría de ti y buscaría algo real, no algo que no pueda ofrecerle nada bueno— de nuevo se acercó al lavamanos —No te ofendas, simplemente estoy dando mi opinión sobre lo que es mejor para Sana

—Pensé que no eran amigas ya—Momo se detuvo en seco ante las palabras de Tzuyu

—Eso no debe importarte, yo decido si sigo o no preocupándome por esa idiota—Hirai la miró por el espejo

—La misma idiota que no dudo nunca en abrir las piernas para mí

Momo se giró abruptamente, Tzuyu estaba jodida, eso fue lo más estúpido que puedo decir en su vida. Ni siquiera tuvo tiempo de esquivar aquel puño, cuando se dio cuenta ya estaba en el piso, con su mejilla ardiendo eso muy probablemente dejaría un buen moretón.

—Nunca en tu asquerosa vida vuelvas a decir algo así— la furia que los ojos de Momo desataban era mucha, se había distanciado de Sana pero eso no quería decir que permitiría que alguien se expresara así de ella —¿Entendido?

La taiwanesa solo se tocó el lugar donde recibió el impacto para después reírse como desquiciada y terminar con un llanto desesperado. 

—Lo merecía— murmuró por lo bajo 

—Maldita loca— Momo dio una última mirada de repudio y salió de ahí.

¿Podía sentirse un persona aún más miserable de lo que ya se sentía antes? Todos los que entraban la veían extraña.  ¿Donde estaba la Tzuyu de hace unos meses? Ahora se sentía más pequeña que todos, era débil y sin valor alguno.

....

Era ya la 1 de la mañana, la pelinegra salió de aquel club totalmente ebria, odiándose por lo bajo que había caído, caminó descuidadamente por las orillas del puente ¿que caso tenía ahora vivir?  quería terminar con esta situación.

Se sentía como la peor persona que había pisado el planeta y aunque sabía que existía gente peor no dejaba de pensar en que si, ella fue la peor persona que Sana pudo haber conocido. "Terminar, terminar, terminar" era lo único que repetía.

¿Desde cuando las lagrimas caían de sus ojos automáticamente? 

Llamó a la nipona una última vez, esperó pacientemente lo mas seguro era que la rubia no respondiera pero igual tenia esperanza de que si lo hiciera. 

Respondieron en la otra linea más no hablaron.

—Seré breve, tal vez ya estabas dormida— dijo con la voz constipada y el viento soplando en su rostro en aquel bordo —No quiero molestarte más, terminaste lo nuestro y yo quiero acabar conmigo.

—¿Tzuyu que haces?— la preocupación se instaló en la pelirrubia, luego de un impulso ya se encontraba fuera de la cama. —No cometas una estupidez más

—Lo siento— la llamada terminó ahí, no se escuchó nada más.

—¿Tzuyu?— nada —Tzuyu responde— La nipona quería llorar, no sabía que había hecho la otra chica, necesitaba ver que estaba bien pero ni siquiera sabía donde estaba. Estaba temblando de preocupación, de miedo, de angustia.







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Hola a todos, sé que dije que la historia sería corta (en mi idea original terminaba maso menos aquí y así) pero me gustaría alargarla un poquito más (solo lo necesario) para darle un buen desarrollo y final a la historia. Espero les agrade la idea porque tampoco quiero este final.

(Not) Us /SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora