Capitulo 31.

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BLAKE.

Concentro mi cabeza en el libro de literatura que tengo frente a mis narices, pero no logro entender ni memorizar nada en lo mas mínimo.

Solo puedo ver por la ventana la terrible tormenta que se aproximaba. Ayer por la noche en las noticias anunciaron que se venían días lluviosos y fríos.

Tratar de pensar en el clima no hace que la olvide.

No logro dejar de pensar en Mackenzie, en aquellas palabras tan fuertes que dijo aquel dia en que se fue, ese dia en el que de una manera tan tonta y cobarde no pude decirle que la amaba.

Mi cabeza estaba echa un lio.

Después de lo de Amy, creo que establemente aún no me encuentro bien. Amy era esa persona que me alegraba el día con tan solo un mal chiste. Aún me cuesta entender el como logré que se fuera de mi vida.

Pero Mackenzie... Deseaba estar con Mack desde hace mucho, pero aún no me sentía listo para aquella palabras.

¿por que no podía? Yo adoraba a Mackenzie.

Adoraba su sonrisa, su inteligencia y su amabilidad. La curva de sus labios para formar una delicada sonrisa. Adoraba su calidez, las emociones que vibraban dentro de mi ser al estar a su lado, todo con ella era jodidamente bueno.

Pasamos por muchas cosas, algunas dolorosas y otras que me hacían cuestionarme en si ella realmente me quería. Pero ahora que ella admitió lo que sentía por mi, que era lo que buscaba desde hace años, no entiendo cómo es posible que no le haya respondido nada.

Suelto un gruñido y tomo las llaves del coche. Es de madrugada, hacia frío y probablemente Mackenzie este dormida, pero no podía esperar ni un puto segundo más.

Mientras iba de camino a su casa, iba aclarando mis pensamientos y haciendo un recuento de todo.

Sonreía al recordar la primera vez que nos besamos, ese aquel día en el que había confesado mis sentimientos.

Y después ella se fue con Kleiton.

Ignoro aquel pensamiento y continuo pensando en cosas buenas.

Como aquel día en el auto donde tuvimos nuestra primera cita, después de que ella viniera a buscarme.

Y después te pidió que su relación fuera secreto.

Agh.

Como aquel lindo día que fuimos a cenar, aquel día romántico que entre por primera vez en su habitación y tuvimos una conexión realmente fuerte.

Esa noche te dijo que no la buscarás más.

Agh.

Demonios, Mackenzie Bradley si que era complicada.

Había hecho muchas cosas, había dudado de estar conmigo tantas veces que aún cuando estábamos en serio, a veces sentía que no estaba feliz conmigo.

Tal vez aún tenga miedo de entregarme a alguien y que no sea correspondido.

Pero ya no lo quiero.

Quiero a Mackenzie, de verdad. Era la persona que siempre había deseado, desde octavo grado la veo y quiero estar con ella, lo deseo con todas mis fuerzas.

Tal vez aún no sea tan tarde.

Llegó a su casa, veo todas las luces apagadas y eso hace que me preocupe. No quiero que sus padres se den cuenta de que vine a verla.

Su padre me cortaría los huevos.

Saco mi celular y me escondo en un arbusto, tratando de pasar desapercibido.

Sentimientos ocultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora