𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐜𝐡𝐮𝐫𝐜𝐡. [𝐇𝐮̈𝐫𝐫𝐞𝐦 𝐱 𝐌𝐚𝐡𝐢𝐝𝐞𝐯𝐫𝐚𝐧]

𝐷𝑖𝑒𝑧: 𝑀𝑎𝒉𝑖𝑑𝑒𝑣𝑟𝑎𝑛 / 𝐻𝑢̈𝑟𝑟𝑒𝑚.

POV Mahidevran.

Hürrem se alejó de mi.

Era algo difícil de aceptar, todo ocurrió de golpe. Un día simplemente fue a los aposentos de su majestad y no volvió a dirigirme ni siquiera una simple mirada, cuando nos encontrábamos en los pasillos solo hacia una leve reverencia y se iba, a veces podía sentir su tristeza, además me molestaba profundamente la cercanía que estaba teniendo con Hatice, el hecho de que la hermana el Sultán me mirara como su hubiera ganado la guerra me hacía querer lanzarme sobre ella y arrancarle los pelos.

Ni siquiera cuando la madre Sultana nos llamaba a todas para comer juntas ella me miraba, solo hablaba con Hatice y Gülfen, también con la madre Sultana y Daye. Era como si yo no existiera y de verdad necesitaba una explicación porque hace nada ella estaba a mi lado preocupada por el golpe en mi cabeza.

Todos lo notaron, hasta el punto en que volvieron a amenazarnos con encerrarnos una vez más en una habitación para arreglar nuestros problemas pero todo eso ya me tenía harta. Yo no necesitaba estar lejos de mi hijo ni encerrada en una habitación para poder hablar con ella y saber que pasaba, no, lo que yo necesitaba era que me dejaran a solas con Hürrem solo cinco minutos y ya... Pero Hatice se rehusaba a alejarse de la favorita del Sultán.

Caminé por los pasillos de aquel palacio buscando una forma adecuada de estar a solas con Hürrem y poder saber su verdad pero siempre que intentaba acercarme algo ocurría. Mi estrés era evidente y mi molestia igual, llegué al punto en que cuando pasaba por su lado ni siquiera la miraba solo caminaba más rápido. Su indiferencia me lastimó pero al mismo tiempo esa misma acción me llevó a tener las fuerzas suficientes como para poder fingir que nada de lo que estaba pasando me afectaba. Supongo que mi negativa igual la asustó porque de vez en cuando sentía su mirada en mi pero ahora era yo quien no quería mirarla, era yo quien no quería oír su voz.

Todo era muy confuso, algo en mi decía que estaba ocurriendo una situación extraña y externa que me afectaba directamente a mi y a ella. Pasaron algunos días donde todos se sentía muy tenso, era como si silencio hubiera sido golpeado con fuerza haciendo un eco que me hacía querer tapar los oídos, su risa de vez en cuando volvía a mi memoria o el como siempre me miraba, sus anécdotas y chistes extraños. Su ausencia me estaba matando y ni siquiera sabía como remediar aquello.

¿Era yo la culpable? Lo dudo, no podía tener culpa alguna, no había hecho nada que pudiese lastimarla. Süleyman no me llamaba a sus aposentos, tampoco hablaba con otra persona que no fuera la madre Sultana, mi hijo y mi criada de confianza. Pero ella si visitaba al sultán, si hablaba con más personas y tenía muchos admiradores secretos, muchas veces me pregunté si ella era capaz de aceptar la belleza que poseía, el que solo su presencia era llamativa y su risa era el mayor delirio de cual persona, una diosa en toda la extensión de la palabra.

Pero si yo no había hecho nada, ¿Por qué me castigaba con su ausencia?

[🌷🥀]

POV Hürrem.

Había cometido un error, uno irremediable.

Nunca debí entrar a esos aposentos, nunca debí abrir mi boca y contarle mi verdad. Yo era su escape y el mi verdugo pero jamás lo vi, jamás lo noté. Entonces cuando me paré delante de él con los ojos inundados en lágrimas y le confesé mi verdad creí estúpidamente que él lo comprendería así como yo lo comprendí a él.

¿Cómo es que nunca noté su obsesión hacia mi? Su necesidad de siempre recordarme que yo no era nada más que un objeto que le pertenecía al igual que el resto del mundo. Era una simple mujer, un hueco donde esconder su asquerosa verdad. Nunca debí haber confiado en que él sería distinto, no, aún recordaba su mirada fría, sus manos rompiendo mi vestido y luego solo recuerdo la oscuridad.

Pero así era todo acá, yo solo soy una esclava que le pertenece. Una simple chica que debía abrir la piernas y cerrar la boca cuando él lo pidiera. Me pregunté si de verdad él amaba a Ibrahim, yo no podría hacer nada de lo que Süleyman hacia, nunca se me pasó por la cabeza abusar de una persona mientras que en mi corazón está otra. Por eso me sentía tan sucia, porque el tiraba su basura en mi, manchando mi ser, mi nombre y mi dignidad.

Hürrem la alegre, la felicidad de su majestad, la risa del palacio y la luz del mundo. De esa Hürrem no quedaba nada, no era más que una vela apagada y escondida en un rincón, rota a mitad implorando que esa bestia no lanzará sus flechas bañadas en veneno sobre mi hijo y mi hermosa Mahidevran. También pensaba en Mustafá, ese pobre niño que estaba quedando en el olvido junto a su madre solo por una obsesión estúpida de Süleyman, un simple y hermoso niño que poco a poco se estaba apagando y me daba miedo que él terminará junto a mi en este rincón donde yo me encontraba buscando que alguien me hiciera sentir menos sucia, él no merecía nada de ello.

Confíe en la persona equivocada y ahora estoy pagando mi insolencia.