𝐷𝑜𝑐𝑒 (2/2): 𝐻𝑢̈𝑟𝑟𝑒𝑚.

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POV Hürrem

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POV Hürrem.

  Cuando logré abrir los ojos me encontré con la mirada perdida de Mahidevran, sus mejillas estaban sonrojadas y tenía una herida en el labio inferior. Sentí como las sangre en mis venas se calentaba hasta el punto que podría haber jurado que era lava la cual recorría mi cuerpo, me senté de golpe sobre el colchón sacando a la hermosa Sultana de sus pensamientos y me miró.

—Hürrem...- susurró, ni siquiera le permití continuar. Agarré su mano y la jale hacia mi, se sentó en la orilla de la cama y acerque mi mano a su rostro.

—Ese maldito...- gruñí- se va arrepentir.

Ella negó, podía ver en su mirada el miedo y la rabia creció, el odio y la necesidad de verlo rogar por perdón. Lo dije desde el principio, podría hacerme lo que quisiera, pero que mantuviera a los niños y Mahidevran fuera de todo eso, no cumplió su palabra... Yo no cumpliré la mía.

Ese maldito perro se arrepentirá.

—¿Por qué no me lo dijiste?- su mirada seguía igual de rota, ese brillo tan especial ya no estaba y eso me lastimó- Creí que... Creí que estabas jugando conmigo, que no te importaba pero estabas siendo torturada para protegerme y a nuestros hijos, no tenías que cargar con todo tu sola Hürrem.

—¿Y qué debía hacer?- mi voz sonó fría, hace tiempo me volví un hueco vacío, frío y distante. Aunque no quería ser así con ella no podía evitar estar a la defensiva todo el tiempo- ¿Dejar que él te hiciera todo lo que me hace a mi?- me reí una vez más y dejé caer mi cabeza hacia atrás.

Necesitaba dejar de pensar. Me dolía, tenía los moretones y la garganta aún me ardía, pero no pude evitar querer dejar de pensar y cerré los ojos de golpe cuando los labios de Mahidevran tocaron mi piel. Ninguna de las dos tenía nada que esconder ahora, nuestro secreto ya no era eso... Un secreto, sino que un amor prohibido dentro de esta jaula de oro y aunque seguía preocupada por el futuro de nuestros hijos no podía pensar bien mientras sentía las manos traviesas de esa mujer acariciar mis rodillas subiendo de a poco con sus manos dentro de mi vestido.

Oh Allah, perdona mis pecados.

Oh Allah, permíteme tocar tu paraíso con mis manos.

Oh Allah, permíteme ser amada por ella, déjame sentirme completa solo una vez en mi vida.

[🌷🥀]

Su lengua acarició mi piel desnuda, sentía como todo mi cuerpo ardía de placer y deseo. Sus manos acariciaban y apretaban todo a su paso, no podía pensar con claridad hasta que ella estuvo recostada sobre mi rozando su boca con la mía. Abrí los ojos y me encontré con su mirada, aún tenía rastros de sus lágrimas pero aquel miedo y dolor ya no estaban, su mirada era oscura y deseosa. Ni siquiera logré pensar del todo bien cuando sus labios impactaron contra los míos haciéndome jadear, el beso era lento pero profundo, sus manos seguían acariciando mis pechos y yo no pude mantenerme quieta.

Con las yemas de mis dedos acaricié su espalda sintiendo como su piel se erizaba, enterré levemente mis uñas y gimió sobre mis labios, oh Allah. Su lengua se encontró con la mía y puede sentir la gloria, con cuidado tome su cintura y la dejé debajo de mi cuerpo, estábamos desnudas sobre esa cama ignorando por completo el hecho de que estas paredes tenían oídos y boca, no me importaba.

Si tenía que morir lo haría... Pero primero tenía que saborear mi paraíso.

Sus gemidos y su sabor estaban grabados en lo más profundo de mi ser, mi boca no podía dejar de besar su piel y mis manos acariciar su cuerpo por completo. Era adicta, joder... Me había vuelto adicta. Sus piernas cayeron sobre mis hombros, mis manos tomaron sus caderas y la alcé. Mi nariz rozaba su centro y sonreí cuando la sentí temblar. Sin decir nada, sin avisar saboree aquel néctar, mi lengua danzaba sobre su sexo y mi pulgar presionó su clítoris con cuidado, sabía lo que hacía, sabía dónde tocar y sus gritos de placer comprobaban aquello. Dirigí mi mirada hacia ella mientras mi lengua seguía danzando sobre su piel y creí que moriría ahí mismo.

Sus mejillas sonrojadas, su cabello suelto y despeinado, sus pechos marcados por mis dientes y sus ojos llenos de amor y placer me volvieron loca, acaricié su entrada con mis dedos e introduje dos con cuidado de no lastimarla y ella arqueó la espalda soltando un pequeño gritito de placer. Cerré los ojos sintiendo que todo mi cuerpo ardía, maldita sea, no podía amar tanto a alguien.

Mis dedos se movieron con lentitud pero duramente, quería recorrer cada parte de su cuerpo, llegar hasta lo más profundo de su alma y besarla. Dejé mi pulgar hacer el trabajo de mi lengua mientras subía con pequeños besos hasta su boca y volví a besarla callando sus gritos y gemidos, sentía sus temblores, el como se erizaba su piel y sus lágrimas mojaron mis mejillas mientras seguía besándola.

—Te amo- gimió sobre mi boca haciéndome llorar, no detuve mis movimientos mientras la miraba y junte mi frente con la de ella- Te amo Hürrem...

¿Cómo podría responderle a un ángel? Yo era una simple humana, un ser sucio y vacío. Ella lo era todo y yo la nada misma, pero mientras la miraba a los ojos podía sentirme otra persona, una que valía la pena y podía ser amada. Cerré los ojos dejando que mis lágrimas mojaran su rostro.

Su cuerpo tembló y un grito se escapó de su boca cuando alcanzó el orgasmo, yo no me detuve, no podía hacerlo... Ni siquiera sabía cuántas veces la llevé al clímax mientras luchaba contra todo mi ser para poder decirle que también la amaba, la noche se estaba acabado y sus brazos rodeaban mi cuerpo, su cabeza estaba sobre mi pecho. Ella dormía tranquilamente mientras que yo solo podía mirarla. Debía idear un plan lo más pronto posible, no podía permitir que alguien la dañará, debía protegerla.

—Yo también te amo Mahidevran...- susurré mientras podía sentir el cansancio caer sobre mi y entonces solo entre sus brazos me permití dormir como hacia semanas no lo hacía, ahora estaba en mi hogar.

- susurré mientras podía sentir el cansancio caer sobre mi y entonces solo entre sus brazos me permití dormir como hacia semanas no lo hacía, ahora estaba en mi hogar

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𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐜𝐡𝐮𝐫𝐜𝐡. [𝐇𝐮̈𝐫𝐫𝐞𝐦 𝐱 𝐌𝐚𝐡𝐢𝐝𝐞𝐯𝐫𝐚𝐧]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang