𝑂𝑛𝑐𝑒: 𝐻𝑢̈𝑟𝑟𝑒𝑚.

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POV Hürrem

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POV Hürrem.

Las paredes tienen oídos y boca.

Esta jaula de oro me estaba ahogando, no sé qué me quitaba más el aire; la mano de Süleyman asfixiandome o recordar la mirada rota de Mahidevran. Ni siquiera lloraba por mi, yo no era nada. Mis lágrimas caían por ella y por nuestros hijos.

Apretó un poco más haciendo que mis manos rodearán su brazo enterrando mis uñas en su piel y entonces reaccionó, caí de golpe al suelo y empecé a toser. Un grito salió de mi boca con fuerza, la frustración me estaba matando y la necesidad de ver su sangre en mis manos era tan grande como la que tenía por besar una vez más a Mahidevran. Él rápidamente agarro mi cabello alzando mi cabeza para que lo mirará y una bofetada cayó en mi rostro.

Escupió y me dejó caer una vez más.

¿Quién era este hombre? ¿Dónde estaba el amante de las caricias suaves y de las dulces poesías? No estaba preparada para conocer a este Süleyman, no, definitivamente no.

- Cállate Hürrem o te vas arrepentir- me advirtió apretando los puños y me reí.

-Arrepentida ya estoy Süleyman, fui ilusa... Confíe en ti- Tosi una vez más botando un poco de sangre y manchando el suelo, miré mi sangre y quise reírme... Así de sucia me veía yo.

-Hürrem...

-¿Vas a violarme una vez más?- pregunté tranquila mirando aquel líquido rojo deseando que fuera la sangre de él y no la mía- no me importa.

Y como si le hubiera lanzando una piedra aún León él me jalo del cabello arrastrándome hasta la orilla de su cama, mi rostro choco contra el colchón y mi cuerpo quedo acostado sobre él, cerré los ojos cuando sus asquerosas manos levantaron mi vestido de golpe y todo lo demás llegó a mi como una tortura. Miraba la pared mientras sentía su cuerpo chocar contra el mío, mis lágrimas mojaban las sábanas y mis quejidos eran tan silenciosos como mi dolor. Mi tortura terminó cuando Ibrahim tocó la puerta, Süleyman me soltó de golpe y me agarró una vez más del brazo haciendo que me levantara.

-Mantén tu boca cerrada.

No dije nada, no necesitaba decir nada. La mancha de sangre en el suelo, las sábanas corridas y mi rostro golpeado era una gran señal de que nada bueno había pasado en aquel lugar. El Pasha me miró con tristeza y bajó mirada haciendo una reverencia y como si fuera un extraño ángel se llevó a Süleyman al consejo dejándome sola en aquellos aposentos, arreglé mi cabello y limpie mi rostro. Caminé por los pasillos del palacio en silencio siendo seguida por esas dos criadas que el mismo sultán eligió para mí, entonces entiendí que las paredes de este lugar tenían oídos y boca.

No me arrepentía de lo que había echo, yo quería ver a Mahidevran y lo hice. Quizá el precio fue grande pero su mirada calmó mi dolor y sus caricias eliminaron aquellas marcas asquerosas que me dejaban los besos y mordidas del hombre que se auto llamaba magnífico. Ignoré a la hermana del sultán, solo seguí mi camino ignorando su llamado... Quizá me castigarían una vez más pero no me importaba necesitaba con ansias ir a los baños y bañarme para tratar de sacar aquella suciedad de mi.

𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐜𝐡𝐮𝐫𝐜𝐡. [𝐇𝐮̈𝐫𝐫𝐞𝐦 𝐱 𝐌𝐚𝐡𝐢𝐝𝐞𝐯𝐫𝐚𝐧]Where stories live. Discover now