𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐜𝐡𝐮𝐫𝐜𝐡. [𝐇𝐮̈𝐫𝐫𝐞𝐦 𝐱 𝐌𝐚𝐡𝐢𝐝𝐞𝐯𝐫𝐚𝐧]

𝐷𝑖𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒 (1/3): 𝐻𝑢̈𝑟𝑟𝑒𝑚.

POV Hürrem.

Ni siquiera podía contar las veces que supliqué poder verla sin sentir lástima. Los dedos mis manos eran pocos para contar las veces que me arrodillé delante de ese maldito pidiéndole poder saber sobre el estado de Mahidevran, pero nada servía, nada me llevaba a ella.

Era doloroso, mi mente creaba escenarios realmente horribles. Nadie decía nada, nadie me contestaba las preguntas solo un "No lo sabemos Sultana." la frustración era gigante y no saber donde correr para buscarla me estaba desesperando, escuché algunos comentarios de algunas criadas que decían que Mahidevran no estaba en este palacio y eso me atormentaba aún mas. Süleyman la mandó lejos de mi lado para que no me acercara a ella pero por alguna extraña razón sentía su desesperación y quería gritar pero no podía, mi garganta hace días estaba ardiendo.

Un par de veces me visitó Hatice, soltaba algunos comentarios respecto a Mahidevran. Sobre que debía olvidarla ya que su hermano jamás me dejaría ir, que podía intentar enamorarme de alguien que no me hiciera estar en una cuerda floja... De ella, que me enamorara de ella.

El asco que empecé a crear por esa chica no era normal, la necesidad de querer arrancarle la lengua y los ojos eran tan grandes como mis ansías de matar a Süleyman.

-Por favor Sultana, déjeme en paz- pedí con tranquilidad tratando de no ser irrespetuosa pero ella seguía delante de mi queriendo besarme.

La empujé con las pocas fuerzas que me quedaban, había sido ultrajada por Süleyman tantas veces que me sentía solo una muñeca de trapo que pueden usar, jugar con ella y luego tirarla a un rincón. Pero no quería que Hatice volviera a tocarme, no se sentía bien... Sus manos no eran tan suaves como las de mi Mahidevran, las náuseas al recordar esa noche en que me hizo beber un montón de licor hasta hacerme perder la conciencia me estaban matando, todavía recordaba que en medio de la noche desperté por unos instantes sintiendo como su boca besaba mis pechos y sus manos tocaban partes exactas de mi cuerpo, una vez más había sido violada pero no por esa bestia llamada Süleyman sino por un lobo vestido de corderito tapando su verdadero rostro mostrándose mojigata delante de todos.

Maldita Hatice.

Maldito Süleyman.

Maldito Imperio Otomano.

- ¿Cuánto tiempo más te negaras a esto Hürrem? ¡Fuiste mía! - me agarró con fuerza de los hombros haciéndome mirarla y todo empezó a dar vueltas.

- Usted... Usted hizo lo mismo que su hermano, pero un peor- susurré- yo confiaba en usted, usted me emborrachó Sultana y abusó de mi y mi confianza - jadeé cuando mi espalda chocó con fuerza contra una pared, volví a mirarla y ella me veía con dolor y rabia en sus ojos.

Las cortas escenas de mi pidiéndole que se detuviera en susurros me empezaron a golpear en el corazón, recordándome que estaba aún más sucia que antes, que no solo Mahidevran había tocado mi cuerpo sino que otra mujer también. No podría mirarla a los ojos sin sentirme culpable, sabía que Hatice no le daba confianza y que realmente le ponía celosa mis acercamientos a ésta Sultana... ¿Ahora cómo le explicaba que esa mujer me tocó?

-¡Yo no te violé!- gritó dándome una cachetada- ¡hicimos el amor, Hürrem, tú te entregaste a mi!- escupí la sangre sintiéndome más pequeña que antes, todo seguía dando vueltas y quería correr lejos pero no podía.

-Yo solo...

- ¡Cállate! - otra cachetada y caí al suelo.

¿Por qué me sentía tan débil?

- Yo solo amo a una mujer... Y la alejaron de mi, yo no hice el amor con usted Sultana - tragué y sentí el sabor del hierro pasar por mi garganta causando que mis ganas de vomitar fuesen aún mas fuertes- usted me violó.

Me hizo levantarme, estábamos a la mitad de la habitación ahora y ella me miraba con fuego en su mirar entonces entendí algo... Süleyman y Hatice eran iguales.

- ¡Qué te calles Hürrem!- me agarró de los brazos zamorreando mi cuerpo con fuerza- tu no la amas, me amas a mi.

Entonces una vez más me vi en esa habitación oscura siendo golpeada por ese Sultán, escuchando sus carcajadas y sintiendo sus golpes, su cuerpo chocando contra el mío en cada embestida... Siendo ultrajada.

- No...

Todo empezó a volverse negro y entonces sin darme cuenta caí al suelo siendo atrapada por Hatice, escuché sus gritos por ayuda pero yo solo deseaba morir de una vez por todas para poder descansar.

Nota autor:

Las letras están en cursivas porque estamos leyendo lo que pasó Hürrem esos seis meses para poder entender el contexto de lo que vendrá después.

Gracias por leer. 🍂