Capítulo XLIII

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Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.



Llamaron a la puerta, haciendo que Harry y Remus levantaran la vista de su partida de ajedrez. Charlie y Bill se incorporaron, frunciendo el ceño. Los gemelos fruncieron el ceño desde su posición en el suelo, y Sirius, en forma de perro, miró a la puerta. Se encontraba tumbado en el regazo de Fred, con los dedos de George enredados en su pelaje.

"Adelante", dijo Harry con un suspiro.

La puerta se abrió y un Percy muy avergonzado estaba allí. Sus gafas estaban torcidas y uno de sus ojos estaba negro.

"¿Qué ha pasado?" preguntó Remus alarmado, mientras Bill se dirigía a los almacenes privados de Severus en el fondo del aula, en busca de un bálsamo para los moratones.

Percy dio un respingo y se desplomó detrás de uno de los escritorios. "Nada".

"Si quieres que los gemelos confíen en ti, tienes que decir la verdad", dijo Harry con calma, moviendo un peón un espacio hacia adelante. Los gemelos seguían mirándolo fijamente, y Sirius

Una expresión de dolor cruzó el rostro de Percy. "Mamá", dijo en voz baja. Los gemelos palidecieron ligeramente.

"¿Te golpeó?" exclamó Bill al reaparecer con un pequeño recipiente verde. Se lo entregó a Percy y volvió a sentarse con Charlie.

"No, me dio una bofetada, me caí y me golpeé contra el mostrador", dijo Percy sin rodeos.

"¿Por qué?" preguntó George con frialdad.

Percy se estremeció. "Yo... le dije que era gay", susurró.

Los ojos de los gemelos se abrieron de par en par; Bill y Charlie palidecieron. Un segundo después, Percy se vio envuelto por sus cuatro hermanos.

Harry escuchó un grito desde el centro del abrazo del grupo. "¡No puedo respirar!" Percy se atragantó.

Remus sonrió ligeramente, y luego miró el tablero de ajedrez. "¿Qué?", preguntó, mirándolo fijamente.

Sirius soltó una carcajada, volviendo a su forma humana. "Scales siempre gana, Moony", rió. Remus le lanzó una mirada divertida, lo que hizo que Sirius se riera más.

Bill, Charlie y los gemelos soltaron a Percy, que parecía sonrojado y avergonzado. Se negó a mirar a nadie, sino que se quedó mirando el cartón de pomada para moretones.

"Yo... siento mucho lo de..." Percy tragó. "Fui un imbécil".

"Sí, lo eras", dijo Fred con una pequeña sonrisa.

"Pero sigues siendo nuestro hermano", prometió George.

"No merezco su perdón", dijo Percy con desaliento, trazando con el dedo la tapa del bálsamo para moretones. "Fui grosero y cruel, y..."

"Perce, hazte un favor y cállate", dijo Bill con firmeza. Percy dio un respingo y le miró fijamente.

"Está en el pasado. Te perdonamos", dijo Charlie simplemente. Los gemelos asintieron.

Percy tragó, parpadeando. "Gra... gracias", balbuceó. "No me lo merezco", volvió a decir.

Sirius dejó escapar un dramático sollozo. "Son tan dulces", se lamentó, llevándose una mano al pecho. Percy se rió. Era una risa ligeramente histérica, pero una risa al fin y al cabo.

"Percy", dijo Harry con una pequeña sonrisa, "¿por qué decidiste venir con nosotros?"

Los ojos de Percy brillaron con ira y miedo. "He descubierto lo que Dumbledore estaba planeando, y eso perjudicará a mis hermanos. Eso te incluye a ti -añadió a Harry-.

Todo el mundo en la sala se tensó. "¿Qué está planeando?" preguntó Harry bruscamente.

"No pude obtener todos los detalles", admitió Percy, "pero de alguna manera consiguió que tu nombre apareciera en el Cáliz de Fuego, lo que significa que tiene que ver con el Torneo. La tercera tarea fue mencionada varias veces. También tiene un espía en el colegio".

Los gemelos intercambiaron miradas alarmadas. Bill y Charlie se volvieron grises, mirando a Harry con preocupación. Los ojos de Remus brillaban en dorado y Sirius gruñía.

Harry se golpeó los dedos en el brazo, frunciendo el ceño.

"Quiero espiar para ti", anunció Percy.

"¿Qué?", gritaron alarmados los gemelos.

"No, te vas a hacer daño", dijo Bill furioso.

"No tienes un espía", dijo Percy con firmeza. "Y es lo menos que puedo hacer por lo que hice". Se volvió hacia Harry.

"Es cierto, no tengo un espía", reflexionó Harry. "Lo acepto. Pero si se vuelve demasiado peligroso, lo dejarás", advirtió. Percy asintió.

Harry lo estudió por un momento y luego sonrió. "Percy... ¿has oído hablar de los Black Knights?"

Percy se puso blanco.




A/N

Percy merece un poco de amor.


3




Travesura realizada.

Harry Potter's Pen Pal | TraducciónWo Geschichten leben. Entdecke jetzt