𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬｜ 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 ／𝐉𝐨𝐬𝐞𝐩𝐡 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐧 🔞

𝒎𝒊𝒔𝒔 𝒚𝒐𝒖 +𝟏𝟖

𝐑𝐞𝐬𝐮𝐦𝐞𝐧: Eddie te quiere, mucho. Cuando te echa de menos, roba un par de tus bragas del cesto de la ropa sucia y se masturba con ellas mientras su nariz está enterrada en otra. Pretende que es el coño de su chica bonita; y si le pillas, aún mejor.

𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: nsfw, atrapado masturbándose, sexo sin protección, Eddie bonito y pervertido <33

𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫: fleurecrits

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Eddie te adoraba. Le encantaba invitarse a sí mismo mientras estabas fuera, ya fuera por la escuela, el trabajo o cualquier otra actividad. Se decía a sí mismo que debería estar contigo, apoyándote, como debería hacer un buen novio. Pero una vez que se pone cómodo en tus sábanas, completamente envuelto por tu olor, no puede salir.

Empieza a ponerse nervioso, muy consciente de las sacudidas de sus pantalones. Tu olor le nubla la mente, sus caderas se agitan lentamente en el aire. Es demasiado para él, demasiado abrumador y demasiado bueno.

Su mano debe haber resbalado, eso es lo que se dice a sí mismo cuando un par de tus bragas está fuertemente en su mano mientras aprieta su polla, gimiendo y lloriqueando mientras huele otra.

No fue su culpa. No podía serlo. Fue tu culpa. Tu culpa de que fuera un patético y quejumbroso desastre. Tu culpa de que su goteante polla llorara por todas tus sábanas mientras se excitaba pensando en ti.

Tú, cuyo nombre está en los labios de Eddie mientras se acuesta en tu cama, soñando con saborearte, sentirte, mientras se folla el puño como un animal.

Está tan cerca, tan cerca, jadeando y clamando por ti. Entonces la puerta se abre, y está seguro de que se corre allí mismo al verte, su pequeña y bonita chica.

"¿Eddie?", la pregunta sale inocentemente de tus labios, y él gime cuando parpadeas esas preciosas pestañas hacia él. "¿Esas son mis...?"

Te acercas a él y gime, sin dejar de sentir el placer en su polla. "Joder, sí... te necesito, nena. Quiero bombear tu pequeño coño con mi semen". Te mira, con sus bonitos labios hinchados de lo mucho que los ha mordido. "Por favor, deja que te folle, nena".

El gemido que sale de sus labios es tan excitante que no puedes evitar que el rubor cubra tus mejillas. "¿Quieres follar conmigo?", susurras mientras tus dedos encuentran los pelos de su nuca. Eddie asiente frenéticamente, arqueando el cuello para intentar capturar tus labios en un beso.

Las lenguas y los dientes chocan. El beso es desordenado, Eddie te arrastra a su regazo mientras te aprieta suavemente el culo, besándote aún más profundamente. Su mano encuentra tu falda, recogiéndola rápidamente a la altura de la cintura y empujando tu lencería hacia un lado.

Te da la vuelta antes de que te des cuenta, Eddie se mueve hacia abajo para chuparte ligeramente el cuello. Puedes sentir su polla frotándose deliciosamente contra tu clítoris. Una de sus enormes manos se extiende por la extensión de tu vientre y Eddie siente una enfermiza sensación de poder mientras traza tu piel lentamente.

"Voy a llenarte. Mira cómo se hincha tu barriguita", gime por lo bajo y da un rápido repaso a su polla entre tus pliegues. Te agrada la sensación y te retuerces, tratando de empujarte de nuevo sobre él. "Te he echado de menos, nena".

"¿Sí?", jadeas, con la voz entrecortada y necesitada. "Por favor, Eddie, no esperes. Por favor..."

Su mano baja por tu culo antes de que puedas terminar la frase y todo tu cuerpo se estremece cuando tus palabras se ven interrumpidas por un agudo gemido. Eddie no pierde más tiempo y ya está dentro de ti, con la cabeza en el pliegue de tu cuello mientras chupa con fuerza la piel.

Grita, jadea y se agita con necesidad dentro de tu desordenado y babeante coño, con su punta besando ese punto que te hace ver las estrellas.

"Quiero correrme, quiero correrme tan profundamente dentro de ti". Sus manos están en tu pecho, jugando con tus pezones mientras grita en tu cuello. "Voy a correrme, nena. ¿Vas a dejar que me corra en ese bonito coño, por favor?"

No espera a que le contestes cuando lo hace, la polla babeando y cubriendo tus paredes con su carga caliente. Su mano va de tu pecho a tu estómago, sintiendo como se descarga dentro de ti. Te corres poco después, Eddie llora mientras gime tu nombre una y otra vez.

Siempre te ha echado de menos, y le encanta saber que siempre le compensarás.

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