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Estabas junto a Jonathan llorando en su habitación, él te abrazaba intentado consolarte, pero tu llanto era cada vez mas intenso y él no sabía que hacer.
Llegaste a su casa en la madrugada, necesitabas el apoyo de tu amigo más cercano, te sentías fatal. Él ya estaba esperándote afuera sentado con una cobija sobre sus hombros, la noche era helada y tu bajaste con tu pijama sin ningún suéter que te cubriera del frío.
ー ¿Quieres decirme que pasa?
Negaste, tus sollozos llenaban el silenció de la noche, hasta que te quedaste dormida. Jonathan se quedo un rato más despierto por si despertabas y querías hablar sobre la razón de tu llanto incontrolable.
A la mañana siguiente Joyce busco a Jonathan quien estaba en la cocina preparando el desayuno.
ー ¿A quién escuché llorar fue a T/N? ー le pregunto muy preocupada.
ー Si, solo que no quiso decirme que sucedió.
No siguieron hablando porque T/N se acercó hacia ellos.
ー Buenos días ー saludaste tomando asiento en el sofá abrazando tu cuerpo, como si quisieras unir todas las piezas de tu alma.
Ellos respondieron tu saludo, pero Joyce se acercó hacia ti, sentándose a tu lado.
ー Mi niña, ¿Qué pasa?
Recordaste la razón de tu llanto, volviendo a soltar algunas lágrimas, Joyce te abrazó, esa punzada en el pecho había regresado, sentías que te rompías cada vez que recordabas.
ー Me dejo ー dijiste muy bajo solo para que ella escuchará ー Se fue de Hawkins, él me dejo con una maldita carta.
Joyce te abrazo más fuerte a ella, Jonathan las observaba desde lejos.
ー ¿Quieres decirnos que decía la carta?
Sacaste la carta del bolsillo de tu pijama, la carta ya estaba arrugada y con unas cuantas lágrimas derramadas en el papel. Y comenzaste a leerla en voz alta intentando que fuera lo más clara posible.
