Con una sonrisa en el rostro te alejaste de Eddie después de haberlo molestado. Tu actividad favorita del día era molestar a Eddie Munson, el líder del Club al que pertenencias.
Pero, si te caía mal ¿Por qué formabas parte de su club de juego? Sencillo, te gustaba molestarlo con tu presencia y aparte porque amabas D&D. Eddie no te soportaba pero aún te mantenía en el juego porque eras muy buena y sacarte sería como desestabilizar el juego y no quería eso.
Aunque había algo más, había una razón en específico que hacia que aún siguiera en el club y era porque a Eddie le gustaba la atención que tenía de ella, le gustaba y sentía que estaba jodido por ello.
ー ¿Chrissy Cunningham te comprará drogas?
Gareth estaba viéndolo intensamente al escuchar lo que Eddie le había dicho, eso era una locura y más cuando una chica como ella estuviera comprando algo como eso.
ー Si, y la llevaré esta noche a mi casa. Dijo que necesitaba algo más fuerte.
Con intriga seguiste escuchando su conversación, eran murmullos los que escuchabas pero eran lo suficientemente claros para entenderlos. Llego la noche y así la campaña más importante para Eddie. El juego siguió como siempre menos por la sustituta de Lucas, su hermana. Sin duda era muy buena, mucho mejor que tú podrías decir.
Eddie estaba impaciente por terminar y tu estabas intrigada por lo que pasaría con Chrissy. Esperaste hasta que saliera y corriste detrás de él.
ー ¡Eddie! ー le gritaste provocando que se detuviera y volteara hacía ti de mala gana.
ー ¿Qué quieres? ー te contesto harto.
ー ¿Puedes llevarme a casa?
ー Por supuesto que no. ¿Por qué lo haría? De todos modos no puedo hacerlo tengo un asunto y debo de...
ー ¿Dejarás que vaya sola hasta mi casa? Sabes, es muy peligroso dejar que una mujer este sola por la noche.
Eddie se te quedo viendo y de mala gana acepto y corriste hasta su furgoneta. Con una sonrisa victoriosa te sentaste.
ー Tu vas atrás.
Señalo la parte de atrás y te sentiste ofendida, ー ¿Qué?
ー Ya te dije, para atrás. Pero rápido.
Lo hiciste quedando sentada con el ceño fruncido.
ー No soy un perro.
Te ignoró conduciendo hasta una parte de la escuela que no lograste distinguir, tiempo después la puerta del copiloto se abrió dejando a la vista la cabellera de Chrissy.
