Toxic Boy [T/n X Dabi]

Amnesia voluntaria

DISCLAIMER: Se fue todo al pingo 🔞🔞🔞

Narra la rayis

Por qué, qué es lo que hacía aquí? De todas las personas posibles, por qué él tenía que venir?

~No vas a invitarme a pasar mocosa?~ Dabi como esperaba entro solo a la casa de Shura, sonreía de forma macabra y me causaba escalofrios, ya todo sentimiento bueno que nacía en mi por él era todo lo contrario.

No podía moverme o siquiera sabía que hacer. "Llama a tu tia, a la policia, a alguien" Pensé pero mi cuerpo no se movía, porque podia permanecer tan estatica cuando me generaba tanto miedo.

~Te traje un chocolate~ Sin darme tiempo a reacción me arrojó una de mis marcas favoritas de chocolate.

~...¿Qué?...~ Mi rostro no sabía explicar lo incomodo y bizarro de la situacion, por lo que comprendía no solo se había invitado solo, sino que traía algo dulce para alegrarme. Será su forma de disculparse? Me quede mirando el chocolate más de lo que creí porque en cuanto eleve la vista al frente tenía a Dabi acariciando mi rostro indicandome de ir a la sala ya que Hiro quería jugar.

~Vamos?~ Me llevó con su mano abrazando mi cintura, realmente no entendía nada....

Narrador omnisciente:

Tan bipolar no era el pelinegro, estaba viendo si colaba su amnesia de sus errores, esperaba que la menor haga lo mismo y pase por alto sus ultimas malas acciones... Ambos al ver la hora decidieron que era tarde para que el niño siga despierto, en otras palabras la puberta quería saber la respuesta a la visita sorpresa de dabi y el adulto de la situación solo quería volver al estado anterior en el que su relacion no eran más que roces.

~Hiro mi amor, ya es tarde, será mejor que vayas a dormir...~ Entristecido por querer compartir más momentos con Dabi aceptó lo que su niñera le indicaba, era muy respetuoso de sus mayores por eso hacía caso omiso a la joven. En un ida y vuelta la niñera lo había llevado a su cuarto a dormir y antes de disponerse de hablar con el pelinegro de lo que hacía ahí indicó que debía ordenar la cocina.

~Que aplicada eres como niñera... Hasta limpias la casa del feto~ Dabi estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina, aprovechaba las vistas que tenía ya que la joven llevaba unos shorts justos y que por su figura quedaban bastante cortos y justos.

Descalza, su vista subía por unos finos tobillos a unos muslos más que trabajados y grandes, detuvo el recorrido un segundo para apreciar el trasero de la joven y como sus grandes caderas contrastaban esa pequeña cintura; subiendo por una pequeña espalda, un apetecible cuello y en cuanto veía de reojo su rostro podía notar su sonrojo al ser observada.

~Por que.... viniste...?~ Un hilo de voz apenas había salido de la menor, era un manojo de nervios y Dabi disfrutaba cada aspecto de su persona y de sus reacciones.

Tomandola por sorpresa acarició sus caderas y apoyó su pelvis en su espalda baja, la joven podía sentir levemente su miembro y sus hormonas se revolucionaban; pretendía mantener la misma postura hasta terminar de lavar los platos que había ensuciado, pero los nervios y calentura estaban jugandole en contra, en especial porque a la primera que flaquee o se distraiga tenía a un depredador tras ella.

~Puedes... por favor... dejarme terminar?~ La menor se dio vuelta en su lugar con pocos animos de encarar al mayor, la tomó aún más por sorpresa lo siquiente:

~No~

Touya tomó de sus muslos para elevarla a la mesada donde la joven estaba lavando en la pileta, su trasero se mojó por el agua repartida en la zona en la que se sentó repentinamente, sus piernas abiertas invitaron a Dabi que se pegue a ella y en cuanto iba a pronunciar una queja el pelinegro tomó su rostro y conectó un beso necesitado y bastante brusco, decendiendo por el cuello de la menor comenzó a desprenderle sus prendas superiores. "Dabi para por favor, basta, no me hagas esto" es lo que debería de decir, pero ella se dejaba hacer, estaba necesitada de su tacto y quería disfrutarlo, prefería olvidar lo sucedido por unas horas mientras podria disfrutar ese momento con el mayor.