Capítulo η'

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Cosmo.

Adara Gagnon.

Querido diario.

Hoy fue el peor día de mi VIDA, mi madre Timea, quien fue la persona que me recibió al llagar aquí murió, ella me enseñó a lucir como la muñeca que soy, mi padre la obligaba a vestirme peinarme y maquillarme así. Y hoy murió, hoy la mató, el la mató, el mató a Timea, ella era una joven con 12 años más que yo, ella tenía 19 y era la cuarta obsesión de mi padre, ella era igual que yo, pelo castaño oscuro,  con los ojos azules, los de ella eran más como el cielo eran eléctricos y los míos son más cristalinos como el agua, sus labios eran rosas y ella descubrió lo que él me hacía.

Trató de separarlo de mi, yo lloraba y gritaba y el no paraba, cogió un porta retratos de su madre y golpeó a Timea con este hasta que se quedó ahí inconsciente en el suelo, su sangre avanzaba lentamente por el suelo, dejando una mancha que solo provocó que mi padre se estresara más, odia el mugre y la suciedad.

Después de dejarla ahí tirada y yo estaba desnuda me miró a los ojos estos estaban rojos sus ojos son color whisky pero cuando se enoja se vuelven de un color cobre y se ven rojos parece un demonio.

     —Nadie debe saber de nosotros, si se enteran pasara lo mismo que a tu madre ¿entiendes?

Sabía que lo que le había pasado a mí madre era malo, le borro su sonrisa, el le quito la vida, ella solo intentó defenderme, lo hizo frente a mi clavo el porta retratos en su cabeza.

Moví mi cabeza de arriba a bajo y seguía llorando.

El tenía la mano manchada de sangre y me limpio la mejilla

     —Las muñecas no lloran.

Me dijo y se fue.

Mi madre Timea estuvo ahí conmigo durante un año, ella me llevaba al colegio, siempre estaba vigilada y me sonreía a pesar de que Osiel la golpeara, escuchaba sus gritos y veía cuando se maquillaba los golpes pero siempre me sonreía.

La obsesión de Osiel por Timea fue por que ella se parecía a una muñeca de porcelana, el decía que ella estaba vieja y usada, así que solo la tenía ahí para que cuidara de mi.

Y exactamente un año después llegaron Sabina y Genki, ellas no saben de Timea, yo no se los he ocultado, he ocultado al monstruo de mi padre a ellas.

Cierro la puerta del coche rosa y subimos a la cabaña de Gabriela, me encerrare en una habitación o me iría, no estoy segura de que hacer.

Golpeamos la puerta un chico de informática que saluda a Sabina nos abre, lo llamo como Ratón, tiene gafas y el pelo pintado de gris, sus ojos también son de este color pero no como los de Aiden que son claros casi podrían ser blancos, los de él son oscuros.

     —Pasen. —Entramos Ratón nos trae bebidas, la cual yo no acepto, yo no bebo. Yo no puedo beber.

La gente bebe y charla, algunos bailaban, la sala de la cabaña esta iluminada por luces de colores, a fuera hay una fogata casi no hay gente, ahí tal vez sería una buen opción, ir al exterior.

Tomo mi abrigo que es azul claro y subo su cremallera, este me apreto en la cintura joder estoy mas gorda.

Me pongo la capota.

     —Voy afuera en la fogata, sabes si hay malvaviscos. —le pregunto a Sabina.

     —No lo sé, pero es muy probable que hayan en la cocina. —dice Sabina, quien tomó un vaso de un líquido ámbar es más claro que el té que tengo en mi frasco. Es whisky.

Muñecas Infernales. #1 Muñeca De Porcelana Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ