12.

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Mikaela Tepes

Yoichiro me propuso la idea de cazar animales, algo que nunca habría considerado antes y del cual desconozco su eficacia.

—¿Qué tal si después de ir a la biblioteca vamos a la casa del vampiro ese y le preguntamos? Parece ser amable contigo —sugirió.

Me pareció una buena idea, así que acepté. Realmente no deseaba beber la sangre de Crowley, me parecía repugnante, pero tampoco tenía muchas opciones.

Al menos antes de morir, desearía ver a mi madre por última vez.

Terminó de desayunar, así que sin más retrasos nos dirigimos hacia nuestro destino. Al llegar a la biblioteca, vi a sus amigos reunidos, hablando entre ellos. Cuando nos vieron, comenzaron a hacer un escándalo, gritando nuestros nombres y haciendo señas para que los viéramos.

Me daba mucha pena ajena, pero no podía decir nada al respecto. Por ahora, solo quería su ayuda. No oculté mi sorpresa una vez estuvimos con ellos.

—Yo les dije, pensé que necesitaríamos ayuda.—sonrió Yuu con algo de nerviosismo, tal vez pensó que reaccionaría de mala manera, pero no le di importancia. Me encogí de hombros y decidí entrar al lugar.

Me gusta el olor de las bibliotecas, estos lugares me hacen sentir paz, por más raro que suene. Antes de poder hacer alguna acción, fui jalado con brusquedad hacia una de las mesas. No me dejaron levantarme de mi lugar, aunque fácilmente los hubiera apartado, ya que tengo una mayor fuerza que los humanos, no deseaba lastimarlos y menos ahora que tengo su confianza. Después de unos minutos, me dejaron varios libros frente a mí.

—Tú estudia, nosotros nos encargamos de buscar lo que necesitas —ordenó la pelimorada, Shinoa, si no mal recuerdo.

—El examen será en unos días, Mika, y realmente quiero que lo pases, así que ahora estudia esto y confía en nosotros, ¿puedes? —me preguntó.

La miré por unos segundos, luego rodé los ojos y asentí, agarrando uno de los libros que decía: Química básica. Estuve estudiando durante dos horas, mientras ellos de manera disimulada buscaban algunas marcas o información oculta, pero al parecer no obtuvieron resultados.

Aunque estaba realmente entretenido con la información que estaba leyendo, me estaba comenzando a sentir inquieto. Cerré el libro sobre literatura y comencé a inspeccionar los libros en busca de algún detalle.

Había una forma a medias en un costado de los libros de historia. Tal vez haya más marcas en libros que tengan alguna similitud con la raza vampírica, no necesariamente relacionadas con la arquitectura del lugar.

Iba a ser regañado por Yoichiro, pero decidí ignorarlo. No quería alzar mucho la voz en este lugar y contradecirlo solo causaría que nos regañaran. Solo ordené con una seña que se quedaran donde estaban.

Fui a la sección de mitos y leyendas, luego a historia y después a alquimia. En total, encontré cuatro libros con esa forma a medias. Los uní en la mesa y terminaron por formar una marca conocida.

—¿Nos podemos llevar los libros? —pregunté.

—Sí.—afirmó el pelirosado.

Hicieron que terminara de estudiar mientras ellos se encargaban de sacar prestado el libro de la biblioteca. Cuando al fin terminé, tomé mis apuntes y me dirigí a la salida. Cuando salí, los encontré comiendo unas bolitas de colores, pero no les di importancia.

—Vamos a casa —dije casi como una orden hacia los chicos. Realmente estaba ansioso por saber acerca de los libros.

—Pensé que iríamos con Crowley para saber si puedes cazar.—dijo Yuu en voz baja.

Maldita sea, tiene razón. También necesito obtener información de él, al menos para alargar un poco más mi tiempo de vida.

Todo el transcurso del camino lo pasaron hablando sobre cosas de la escuela o trivialidades, las cuales en su mayoría no entendía. Solo me limitaba a escuchar, aunque a veces Yuu intentaba incluirme en la conversación.

Cuando al fin llegamos, tuve que hacer lo mismo de siempre: cortarme y ofrecer mi sangre a una roca con el símbolo de la nobleza vampírica.

¿No había mejores formas de hacer que aparezca algo hecho por vampiros de la nobleza?

—Mi querido príncipe, pensé que no volverías tan pronto —dijo una vez que me vio.

Por suerte, esta vez no hizo su espectáculo como la última vez que estuvimos aquí.

—Quería consultarte algo.

—¿En qué puedo ayudarte? —sonrió.

—¿Los vampiros cazaban animales antes?

—En mis ochocientos veinticinco años de vida, nunca he sabido de un vampiro que cazara para alimentarse —dijo con sinceridad. No pude evitar sentirme desconcertado. No quiero recurrir a beber su sangre, ni mucho menos la sangre humana. Aunque estos últimos días, la sangre de mi madre no me ha ayudado. Es como si mi cuerpo comenzara a rechazarla —expresé con preocupación—. Aunque hay una forma de averiguarlo.

Se acercó hacia mí con lentitud y después con una rapidez a la que ya estoy acostumbrado. Tengo una idea de lo que va a suceder y, efectivamente, se lanzó a atacarme. Aunque esquivé fácilmente sus primeros ataques, no pude evitar su último golpe, que terminó con uno de mis brazos y mi pecho atravesados por su mano. Tiene la misma forma de joderme la vida que Ferid, maldita sea donde sea que estés.

Crowley ordenó a su acompañante que fuera por un animal, cualquiera que se le atravesara.

Pude ver las miradas de horror en los rostros de los chicos. Yuu se acercó rápidamente hacia mí para ver cómo me encontraba. Tengo la ligera sospecha de que nunca se acostumbrará a verme herido.

—Mucha suerte, príncipe —dijo mientras me entregaba una bolsa negra con un ave muerta en su interior—. Espero haberte ayudado —añadió, sonriendo mientras revolvía mis cabellos rubios.

Como lo odio.

Mi cuerpo se estaba comenzando a regenerar, pero no me importó y salí del lugar aún con sangre en varias partes de mi cuerpo. Fui detenido en medio de la calle, Yuu me colocó su chaqueta para que sea más disimulado los daños en mi cuerpo.

Les agradecí a los chicos por acompañarme y me dirigí a casa, algo fastidiado por la situación. Una vez dentro del hogar, me senté en la cama y me quité su chaqueta. Mi brazo y mi estómago ya estaban regenerados. No tenía hambre, pero estaba débil, así que no dudé en clavarle el diente al ave muerta. Para mi mala suerte, sabía horrible, así que volví a dejarla en la bolsa y me dirigí hacia el armario con mi equipamiento para beber la sangre de uno de los tubos de ensayo. Puedo aguantar el hambre por tres días como máximo si hago eso, me quedaría sangre para un par de semanas, pero después de eso, ¿qué es lo que voy a hacer?





Dimensiones || MikaYuuWhere stories live. Discover now