23.

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Narrador omnisciente

—¿Cómo se enteraron de eso? —preguntó Guren con el ceño fruncido.

Mikaela y Yuichiro dirigieron sus miradas hacia Crowley, quien al notar la atención sobre él, desvió la suya hacia alguna parte de la habitación.

Guren empuñó su arma y la apuntó hacia el vampiro. —Ahora sí, sacaste boleto para tu muerte.

Antes de cometer una estupidez, Shinya lo sometió en el suelo. El azabache, en esa posición, comenzó a quejarse.

Con un largo suspiro, el peliplata lo soltó, irritado por la impulsividad y testarudez de su esposo. En varias ocasiones, al presenciar las peleas de los dos amores de su vida, se cuestionaba por qué se enamoraba una y otra vez de ese hombre.

—¿Por qué les dijiste sobre eso? —dijo Shinya con calma, aunque por dentro también quería acabar con ese vampiro. Su lado racional le indicaba que atacar al enemigo en ese momento no era una buena idea; su objetivo era ayudar al príncipe, y cuanta más ayuda, mejor.

—Debo admitir que se me escapó esa información, pero pensé que a estas alturas ellos ya lo sabrían. —Crowley se encogió de hombros, restándole importancia, mientras se sentaba en el sofá de la habitación.

Por otro lado, los dos adultos estaban algo atónitos por su declaración. Tenían un buen punto, pero esta vez querían hacer las cosas de manera diferente con su hijo. Querían que viviera más tiempo en paz antes de que Mikaela apareciera en su vida. Pero cuando apareció, no supieron qué hacer y solo se limitaron a vigilarlo.

—Espera, ¿entonces no querían decirme sobre esto? —habló Yuu, algo intranquilo por lo que escuchaba. No pudo evitar sentirse enojado. —Pero, ¿por qué?

—Por alguna razón desconocida, ustedes terminan encontrándose en cada una de sus vidas. No sabemos las razones o motivos. —Shinya se acercó a su hijo con una mirada triste. —Pero cuando ustedes comienzan a recordar, todos los recuerdos y amor que han tenido por miles de años los llevan a su propia muerte. —Su mirada se dirigió a los amigos de Yuu y luego miró a Mika de la misma forma que miró a su hijo. De manera fugaz, recordó cómo múltiples veces intentó salvar la vida de su hijo. En algunas vidas, vio cómo este partía del mundo sin que él pudiera hacer algo.

—Sigo sin entender muy bien. —Admitió Mika.

—¿Nosotros también somos reencarnaciones? —dijo Yoichi, igual de confundido que los demás.

—Así es. —Intervino Guren. —Cuando esos dos comienzan a recordar, ustedes también lo harán.

—Nosotros recordamos cuando te adoptamos. —Yuu miró a su padre con una ceja alzada. Afortunadamente, no se sentía tan estúpido porque nadie en la sala, aparte de Crowley, parecía entender nada. —En cada vida, suele ser un detonador diferente por el cual los recuerdos regresan. En una de sus vidas fue cuando se besaron, en otra cuando se vieron por primera vez y en otra cuando se vieron al mismo tiempo en un espejo, por más raro que suene.

—Creo que ya estoy entendiendo. —Dijo Mika mientras divagaba a su alrededor. —Pero, ¿qué quiere decir cuando mencionó que nuestro amor nos llevaba a nuestras muertes?

—El deseo de querer protegerse mutuamente los lleva a tomar decisiones estúpidas. Los dos terminan muriendo el mismo día e incluso al mismo tiempo. —Añadió Guren con molestia en sus palabras, parecía una especie de novela donde siempre había finales trágicos para los protagonistas enamorados, y también le molestaba ver o saber que su hijo había muerto. —En una de sus vidas, murieron por envenenamiento, en otra por una explosión y en la anterior a esta, los dos se apuñalaron con una espada. Parece que nunca aprenden de sus errores. —Concluyó.

Los ojos de Mikaela y Yuichiro se cruzaron, mirándose con lástima y preocupación. ¿Acaso el mundo no los quería juntos? Parecía estar en su contra y en que sean felices. Tal vez era mejor no recordar y ser lo más prudentes posible.

—Entonces, ¿cada vez que ellos reencarnan, nosotros también? —Preguntó Shinoa.

—Sí, todos en esta sala reencarnamos junto con estos dos, incluso algunos que ahora están en Sanguinem.

Los chicos, e incluso los dos vampiros, se miraron con el ceño fruncido. Eso significaba que también pagaban los platos rotos de la pareja.

—Genial, estamos condenados a ver tu horrible rostro en cada vida. —Declaró Kimizuki con molestia.

—¿Y crees que yo quiero ver el tuyo?

—Ya chicos, no es momento para discusiones. —Shinoa los agarró de las orejas para jalarlas, era su manera de calmarlos ya que siempre iniciaban una pelea ridícula. Mejor prevenir que lamentar.

—¿Hubo alguna vez que no hayamos muerto juntos? —Intervino Mikaela, ignorando a su casi novio y al amigo de él.

—Una vez, y fue cuando nunca se conocieron, pero sí recuperaron sus recuerdos, vivieron hasta que fueron ancianos, pero de alguna manera, fueron infelices toda su vida. —Admitió el peliplata con pena.

—¿Hay alguna manera de que tengamos un final feliz?

Los dos adultos y el vampiro miraron al pequeño azabache y negaron con la cabeza. Guren alegó que no sabían si habría una manera, pero seguramente debería haber una. Eso encendió la esperanza en los corazones de ambos.

De repente, Yuichiro los señaló con el dedo de manera acusadora. —¿Cómo es que ustedes son cazadores de demonios?

—Es gracias a nuestra vida anterior. —Comenzó a hablar Shinya, ya no tenía sentido ocultar información. —Era un mundo post-apocalíptico, una guerra entre humanos y vampiros. Nosotros usábamos estas armas contra ellos para nuestra supervivencia.

—¿Así como en este mundo?

—Sí, Yuu. Solo que mucho peor y fue ocasionado por un idiota. —Bufó con ironía mirando a su esposo, quien lo halló mirando hacia el suelo. —Pero son cosas del pasado, nada de qué preocuparse en el presente. —Sonrió.

—Uhm, eso quiere decir que ustedes pueden acceder a sus armas de sus vidas pasadas. —Dijo Lacus, quien estaba sentado en una esquina de la habitación, escuchando todo. —Así no sería necesario que Crowley les dé unas.

—¡¿Ibas a darles armas demoníacas a los chicos?! —Acusó Guren al pelirrojo.

—Era necesario. —Se excusó.

Los humanos se miraron entre ellos, el único que parecía emocionado era Yuichiro; por otro lado, el rubio estaba preocupado.

Dimensiones || MikaYuuWhere stories live. Discover now