Yuichiro cree firmemente en las cosas sobrenaturales y fantasiosas, su travieso deseo que le sucediera algo asombroso en su vida pero no pensó que se fuera a hacer realidad.
Mikaela es el principe heredero del mundo de los vampiros mientras que Yuic...
El azabache estaba siendo sometido con más fuerza en el suelo cuando sus amigos notaron la ausencia del príncipe. Esta vez, Yoichi y Shinoa se unieron para sostener sus extremidades, ya que las estaba usando para atacar a sus amigos y liberarse.
-¿Dónde está Mikaela?
-Hijo. -Shinya se puso de cuclillas, hablando con voz tranquila a su hijo, lo último que quería era que cayera aún más en pánico. -Necesitamos que te calmes para poder hablar de lo que sucedió.
Mientras trataban de calmar al azabache, los vampiros cuidaban de su reina. Crowley decidió llevarla a una habitación cercana para que pudiera regenerarse, dejándole un cambio de ropa ya que la que llevaba estaba quemada.
Yuichiro aceptó muy a regañadientes, pero nadie confiaba en su palabra en esas condiciones, por lo que decidieron dejarlo sometido en el suelo.
-¿Qué sucedió? -preguntó Shinoa en un tono preocupado. Debía admitir que no le agradaba tanto el rubio, pero era importante para su mejor amigo y si algo le pasaba, Yuu sufriría mucho.
-Los cinco peleábamos contra Ferid, haciendo tiempo para que Mika buscara a su madre en el castillo. -Comenzó Lacus. -Pero en algún punto de la pelea comenzaron a llegar más vampiros y perdimos de vista el objetivo principal. Cuando nos dimos cuenta de que ya no estaba en el lugar, decidimos ir por él y fuimos transportados aquí.
-Seguramente, el príncipe decidió quedarse a pelear contra ese idiota. -Comentó Guren con molestia. Pensaba que Mika era el más prudente de los dos en esa época, pero se equivocó. Ahora era otro problema que resolver y otro peligro al que enfrentarse.
-¡¿Y qué están esperando?! Deben ir en busca de Mikaela. -Yuichiro comenzó a moverse con brusquedad para liberarse de sus amigos, pero fue en vano; eran cuatro contra uno.
-Dame tu espejo. -Ordenó el pelimorado. -Así podemos ir otra vez a Sanguinem.
Yuu les dijo dónde estaba el portal, pero al intentar usarlo, este no funcionaba.
-Uh oh. -Dijeron los tres vampiros al unísono, mirándose entre ellos.
-¿Qué pasa con el "uh oh"?
-Si te digo, ¿prometes no caer en pánico?
-¡Lacus, habla ya! -Ordenó.
-No lo has prometido. -Lacus rodó los ojos, colocando sus manos en su cintura.
-¡Lacus! -Esta vez fue regañado por todos.
-¡Está bien, pero no griten! Soy alguien sensible. -Sostuvo su pecho con una mano mientras que con la otra se limpiaba lágrimas imaginarias. -En resumen... algo sucedió con el portal de Mikaela y como sus espejos están conectados, no podemos usar el de Yuu. Necesitamos otro.
-¿Dónde demonios vamos a conseguir otro portal? -La voz de Yuichiro temblaba solo de pensar que Mikaela estaba en problemas.
-Yo sé dónde hay otro. -Por el umbral de la puerta apareció la mismísima Krul, con dos coletas a sus costados y un abrigo que le quedaba extremadamente grande, junto con unos jeans negros. Los más jóvenes no podían creer que ella fuera la reina vampiro; parecía una niña, pero seguramente tendría miles de años. -Crowley, ven conmigo, tendremos que ser rápidos porque no hay mucho tiempo. René, préstame tu joya mágica, la mía la tiene Ferid. -Dirigió su mirada al pelimorado. -Quédate aquí junto a Lacus. -Ordenó. Sus ojos carmesí se posaron en Yuichiro, quien se tensó al sentir la mirada. Luego, sus ojos se dirigieron a Guren y Shinya. -Tiempo sin verlos.
Shinya sonrió nervioso. -Krul... tanto tiempo.
Guren no se dignó a saludar, solo la miró con seriedad. La pelirosa no esperó más antes de salir corriendo del lugar, acompañada de Crowley.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La batalla se había vuelto intensa, el eco de las espadas chocando resonaba en el lugar. Mikaela, el rubio, luchaba por descifrar el patrón de ataque de Ferid, buscando alguna ventaja mientras esquivaba los golpes del otro. Aunque lograba evitar heridas graves, solo gracias a sus reflejos tardíos, se enfocaba en su estrategia para derrotar a su oponente, al tiempo que temía el peor desenlace para sí mismo. Su decisión de enfrentarse solo a Ferid había sido motivada por la necesidad de proteger a sus amigos y a los padres de Yuu, aunque el miedo a que algo les sucediera por su intervención lo atormentaba. Lo que más lamentaba era la posibilidad de no volver a ver los ojos verdes de Yuu-chan ni su sonrisa. Reconocía que esa misma impulsividad los había llevado a situaciones peligrosas en el pasado, pero estaba decidido a eliminar a Ferid para salvaguardar a su amado.
-Mika, ¿tan preocupado estás? -bromeó Ferid, con su típica arrogancia.
Mikaela prefirió ignorarlo para mantener su concentración en la pelea.
En un ágil movimiento, Ferid lanzó a Mikaela contra un muro, rompiendo el espejo de su uniforme. Al ver el artefacto, Ferid no dudó en destruirlo por completo. La sorpresa e ira se reflejaron en los ojos azules de Mikaela. Aprovechando la distracción de Ferid, lo decapitó.
Ahora solo necesitaba llevar el cuerpo al mundo humano para que Guren o Shinya pudieran acabar con él. Sin embargo, debía encontrar otro portal y asegurarse de que la cabeza de Ferid no se regenerara, a pesar de que aún podía hablar, lo cual resultaba molesto.
De repente, un intenso dolor de cabeza asaltó a Mikaela, su visión se nubló y cayó al suelo, incapaz de gritar debido al agónico dolor que sentía, como si múltiples espadas lo atravesaran. Imágenes de Yuichiro y sus seres queridos pasaron por su mente, algunas llenas de felicidad y otras de tristeza o muerte. Las lágrimas recorrían sus mejillas pálidas mientras ansiaba regresar al mundo humano.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Hola, he revivido!
Lo siento si no hubo una escena de combate tan producida, no supe como redactarlo sin que se imaginaran posiciones o movimiento extraños, pero... Se vienen revelaciones. e.e
