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Narrador omnisciente

[Mundo de Sanguinem]

René y Lacus ya habían encontrado la manera para que su amigo volviera, y cuando estaban a punto de decir las palabras que lo llevarían con el rubio, la puerta de su escondite fue abierta lentamente. René guardó el espejo en su uniforme rápidamente para que no fuera visto.

—Ferid.—Dijeron al unísono.

—Hola chicos.

—¿Qué haces aquí?—Dijo Lacus un tanto inquieto por la presencia del mayor.

—Eso debería decir de ustedes.

—Nosotros solo estamos estudiando, siempre dices que el estudio es igual de importante que el entretenimiento.—Mintió Lacus.

Soltó una pequeña risa mientras comenzaba a caminar hacia ellos.—Me imaginó que ustedes saben donde se encuentra el príncipe Mikaela.

—No hemos sabido nada de él desde que desapareció.—Dijo René.

—Ha pasado mes y medio desde que se fue y ustedes sus mejores amigos me dicen que no saben dónde está, eso es muy sospechoso.—Posó sus manos sobre sus caderas.—Saben la situación del pueblo desde la desapareción del príncipe, hay un descontento entre algunos de los habitantes, cosa que me impresiona puesto que lo consideraban una traición su forma de pensar.

—Nosotros sabemos sobre eso.

—Escuché que querían atacar a la reina, sería una pena que ella pereciera  y que su hijo no estuviera aquí, o en el peor de los casos que él haya muerto porque ya saben, estaba casi muerto cuando él se fue.—Dijo con una sonrisa de burla.

Esas palabras hicieron que les diera un tic en el ojo por la manera en que habló de su amigo.

—En fin, los dejó con sus estudios.

A penas la puerta se cerró se apresuraron a decir aquellas palabras y tal como pasó con Mikaela, fueron absorbidos por el espejo.

[...]

—Lacus...René. ¿Qué hacen aquí?—Preguntó con extrañeza el rubio.

—Vinimos por ti y creo que estamos interrumpiendo algo.—Dijo Lacus mientras apuntaba en la posición que el rubio y el azabache estaban.

Retomaron sus posturas, Mika se acercó a ellos para abrazarlos, acción que fue correspondida con algo de extrañeza ya que Mika no era alguien que le gustara el contacto físico pero no quisieron decir algo sobre eso.

—¿Cómo llegaron aquí?—Dijo con una leve sonrisa.

—Con esto.

Lacus le mostró el espejo y se lo entregó, dándole una explicación breve de todo lo que tuvieron que pasar.—Nos tomó mucho tiempo y al fin, aquí estás.

—Se van a llevar a Mika.—Yuichiro al fin dijo algo, tenía un mal presentimiento por la llegada de ellos dos.

—Ya que sé que puedo volver y venir, me gustaría quedarme...

—Tenemos que volver a Sanguinem.—Miró al rubio con seriedad.

—Algo malo está a punto de pasarle a la reina, tu madre si no volvemos pronto.

—Pero, ¿por qué?

—Tu pueblo está descontenta por tu desaparición, y planean un ataque al castillo, incluyendo a la reina.

El rubio se sorprendió por la información que acaba de escuchar, Yuichiro entrelazó sus manos como un tipo de apoyo para su amigo.

—Tenemos que volver cuanto antes.—Dijo Mikaela con algo de apuro.

Cuando estaba dispuesto a irse, su mano fue jalada de nuevo a su lugar, sus ojos zafiro se encontraron con unas esmeraldas que demostraban tristeza y confusión, se le hizo un nudo en la garganta al olvidar ese gran detalle.

—Volveré, ¿está bien?

—¿Y qué tal si no?, ¿qué tal si te sucede algo?

—Yuu-chan...

—Los chicos y yo podemos ir con ustedes.

—Esta no es una guerra en la que se te debas involucrar, te prometo que estaré bien y prometo que volveré.—Se acercó a él dándole un rápido beso en la comisura de los labios.—Aún tenemos una plática pendiente.—Sonrió.

Con una leve sonrisa Yuichiro se acercó al mas alto para besarlo nuevamente, solo que esta vez duro un poco mas el contacto entre sus labios.

—Vuelve a salvo, por favor.

—Lo haré.

Fue lo único que dijo antes de pronunciar unas palabras ya conocidas y ser absorbidos por el espejo.

El azabache se quedó parado en su lugar unos segundos, procesando el hecho que Mika volvió a su mundo, él podía ir también ahí pero el rubio tenía razón, esa guerra no le correspondía y no quería poner a nadie en peligro pero aún seguía ese mal presentimiento en su pecho.

Dimensiones || MikaYuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora