Como el sol [Supercorp / Karlena]

CAP. 6 - Punto crítico

Fecha de inicio: 08/08/2019

KARA: -Habían pasado tres días desde la última prueba de la fórmula de Lena. Kara solamente había podido acudir a CatCo para entregar sus artículos y, como mucho, investigar con la asistencia de seguridad que su hermana le había encomendado y que resultó ser la propia Alex. Kara insistió incansablemente con la idea de que, aunque por el momento ya no tuviese poderes, no necesitaba tenerla pegada a su espalda como una lapa, pero conocía el carácter protector de su hermana y, además, estaba secundado por la opinión de Lena y su rotunda afirmación: "No podemos dejarte sola. La ciencia no es un juego y esto ha sido una cuestión experimental demasiado peligrosa". Kara se estaba desesperando. National City por entero se preguntaba dónde estaba Supergirl mientras otros agentes del DEO aparecían para socorrer a los ciudadanos cada vez que surgía un problema, por una cosa u otra. Agradecía que aquellos días no hubiese demasiados disturbios, aunque ver las noticias le seguía poniendo demasiado mal cuerpo de manera inevitable. Se sentía impotente. Lena venía a visitarla al apartamento cuando Alex no estaba con ella y tenía la sensación de que la trataban como una niña pequeña a la que necesitaban proteger más que a nada en el mundo. Resopló. Aquel día estaba esperando la visita rutinaria de Lena. Su reloj marcaba más o menos las siete de la tarde y se encontraba comiendo helado, tumbada en el sofá mientras veía una comedia en la televisión. Sus poderes se restauraban muy poco a poco según Lena. Kara se notaba también el aumento de energías y fuerzas con respecto iban pasando los días, pero no era suficiente como para salir a batallar contra el mal, así que no le quedaba otro remedio que obedecer a regañadientes y cumplir con su prácticamente forzoso confinamiento-. Estoy haaaaarta de estar aquí... -la rubia se quejó mientras pausaba la misma película ridícula que llevaba poniendo todo el fin de semana. Devolvió lo poco que quedaba del helado al congelador y fue a cepillarse los dientes y asearse un poco. Llevaba ropa de calle, aún no se había puesto el pijama, y desde luego, mucho menos pensaba ponérselo sabiendo que Lena podría aparecer en cualquier momento y verla con aquellos pantalones de patitos que ya tenían varios años, aunque debía reconocer que era uno de sus pijamas favoritos. Estaba terminando de recogerse el pelo en una coleta alta cuando llamaron al timbre. Corrió hacia el recibidor y utilizó la mirilla (normalmente hubiese usado su vista de rayos X pero ya no tenía esa ventaja, al menos no de momento)-. ¡Oh, Lena! ¡Te estaba esperando! -La rubia abrió la puerta dedicándole una sonrisilla-.

LENA: -Alzó una caja de donuts frente a sus ojos y la sacudió ligeramente. Después, se tomó la libertad de asomarse por uno de los laterales, correspondiendo a su sonrisa con otra lo suficientemente cordial-. Mira lo que te traigo -le señaló verbalmente, tendiéndole la caja. Llevaba varios días visitando a Kara al terminar la jornada laboral. Aunque no había desactivado la aplicación que monitorizaba los porcentajes de la rubia las 24 horas al día, se aseguraba de que todo fuese bien realizando el seguimiento presencial. Después de lo ocurrido, Lena había contactado con el DEO personalmente, aportando datos y teorías sobre los efectos de la fórmula con la esperanza de que Alex se tomase igual de en serio que ella la vigilancia de Kara y, desde luego, lo estaba haciendo; no le cabía duda-.

KARA: -Sus ojos se abrieron lo suficiente como para dar a entender que agradecía esos donuts-. Lena... ¡Oh...! No tenías por qué... -mientras decía aquello no podía quitarle los ojos de encima a la caja que portaba la morena. Tenía ganas de abrazarla por el detalle, pero no sabía si era lo oportuno; al fin y al cabo, acordaron empezar desde cero. La rubia abrió la puerta del todo y le dejó paso, cerrándola seguidamente tras ella-. Muchas gracias, de verdad... -Le dedicó una dulce sonrisa mientras la miraba a los ojos-. Hace semanas que no como donuts, ¿sabes? Y además Alex no me ha dejado comprar naaada que lleve azúcar porque dice que podría perjudicarme. Si pierdo mis poderes pues... Bueno, ya sabes. -No pudo evitar que se le escapase una risilla-.