CAP. 8 (parte 2)

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KARA: Esto nos pilla de sorpresa tanto a ti como a mí –admitió-. Es la primera vez que vuelo desde que mis poderes... Ya sabes. -Tragó saliva, algo insegura, pero emocionada por el avance-. Agárrate. -La rubia levitó poco a poco, cambiando de posición hasta caer tumbada sobre sofá con Lena encima- Ups... Pues va a ser que no los controlo bien todavía –bromeó con una risilla incómoda-.

LENA: -La miró, acurrucada sobre ella en absoluta tensión, y resopló aliviada una vez que se vio con ella en el sofá. Respiró hondo un par de veces y luego alzó ligeramente la cabeza para mirarla-. ¿En serio? -le preguntó levemente sofocada-. ¿Nunca?

KARA: -Negó con la cabeza-. No. Nada. Tampoco es que lo haya intentado desde entonces, pero... supongo que es buena señal, ¿no crees? -murmuró acariciándole el pelo-. Además, ahora estamos mucho más cómodas aquí.

LENA: -Resopló nuevamente, echándose el largo flequillo hacia atrás con los dedos mientras recobraba su ritmo de respiración habitual-. No tienes remedio, en serio...

KARA: Puede. -Le sonrió en silencio sin decir mucho más. Tenía la sensación de que, por primera vez desde que Lena supo su secreto, se estaba mostrando tal cual era ella misma delante suya. No tenía tampoco demasiadas palabras para expresar la felicidad que sentía, así que guardó silencio esperando a que Lena dijera o hiciese algo. Lo único que hizo Kara fue apoyar sus manos en la cintura de su compañera-.

LENA: -La contempló en silencio, desde su altura, sentada sobre ella, y se acomodó el pelo hacia un lado-. ¿Qué? -le preguntó al detectar la fijeza de su mirada sobre sí misma. Se le escapó la sonrisa inevitablemente contagiada por la suya-.

KARA: Tan sólo te miro. Ya no tengo que hacer como si no lo hiciese -confesó con total sinceridad. Se pasó la lengua por los labios e hizo una mueca antes de volver a sonreírle-. Gracias.

LENA: -Ladeó la cabeza y arqueó una ceja, reparando en el gesto de su boca-. ¿Hm? -Lo cierto es que se moría de ganas por volver a besarla después de tanto reprimirse, se sentía auténticamente liberada, pero también ridículamente avergonzada por su propia actitud, rebosante de ilusión-.

KARA: Por todo. -Tomó aire y siguió mirándola como quien observa una obra de arte. Lena era la mujer más hermosa que jamás había visto y nada le iba a quitar esa idea de la cabeza-.

LENA: No me des las gracias después de habernos cargado el trato así... -Puso los ojos en blanco, alzando las cejas-. ...De buenas a primeras, ¿sabes? –Hizo una pausa-. No es que esté precisamente orgullosa de ello. -Dejó escapar una media risilla, desviando la mirada-.

KARA: Lena... -Cerró los ojos y suspiró-. ¿Quieres volver a ello? ¿Retomar el acuerdo? -Tragó saliva algo más tensa-. Yo... por ti... lo hago. Si me dices que vas a sentirte mejor volviendo atrás, al "desde cero", lo haré. -Se incorporó poco a poco hasta quedar muy cerca de su cara-. Quiero lo mejor para ti.

LENA: ¿Qué? -Su rostro se contrajo en una mueca de desconcierto-. No, Kara. -Negó con la cabeza, afianzando su opinión al respecto-. Claro que no. Además... -Torció el gesto-. Dijiste que no habría marcha atrás para ti.

KARA: -Le tomó la cara con las manos y pegó su frente a la de ella-. Por ti... lo intentaría, Lena. Siempre que me digas que eso es lo que necesitas. No quiero darte un beso y que te sientas culpable por... –trastabilló-. A-Al fin y al cabo... he sido yo la que ha pisoteado tres veces el trato... y lo peor es que no me arrepiento. –Frunció los labios-. Y lo volvería a hacer... aunque suene tremendamente egoísta. -Empezó a reír de manera ciertamente irónica-. Es como si no pudiese frenarlo; va cada vez a más y a más... y no puedo contenerme.

LENA: -Se atrevió a alzar una de sus manos, colocándole un mechón suelto de la coleta tras la oreja-. Kara... yo... -Suspiró, negando con la cabeza-. Yo también tengo parte de la culpa. -Hizo una pausa-. Esta mañana, en la casa del lago, incluso después de que casi nos... besásemos... -Tragó saliva-. Lo único en lo pensaba es en lo bien que estaríamos las dos juntas lejos, fuera de la ciudad; sin que tuvieras que ocultarte. -Bajó la cabeza, huyendo de sus ojos-. No era capaz de imaginar un hogar sin ti.

Como el sol  [Supercorp / Karlena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora