Como el sol [Supercorp / Karlena]

CAP. 1 (parte 2)

KARA: -Observó el gesto de reojo e intentó no hacer ninguna mueca, aunque se preguntó por qué la presencia de aquella foto podría molestar a Lena en un momento así-. Hmmm... de vez en cuando no viene mal motivarse -besó de nuevo sus labios para luego morderlos. Su pintalabios no se borraba tan fácilmente como la kryptoniana creía. Volvió a acariciar sus muslos por la zona interior, cada caricia la deshacía desde dentro. La piel, los labios y las miradas de Lena le resultaban horriblemente adictivas. Besó su comisura y bajó por la línea de la mandíbula hasta alcanzar su cuello. Lo mordió suavemente mientras intentaba, con su otra mano, deshacer uno de los primeros botones de la camisa que la morena vestía, sin mucho éxito durante los primeros segundos; cuando lo logró, sonrió orgullosa de sí misma mientras descendía con los besos hasta la zona de sus clavículas. De vez en cuando, rozaba la piel de la morena con su lengua, dispuesta a hacerla estremecer. No sabía nada sobre sus puntos débiles, pero pensaba probar todo lo que se le ocurriese hasta dar con alguno que lograse deshacer a Lena entre sus brazos hasta que se olvidase por unos instantes de su propio apellido-.

LENA: -Se dejó hacer mientras trataba de idear un contraataque, pero aquel traje que llevaba puesto la traía de cabeza. ¿Cómo acostarse con Supergirl sin que dejase de ser Supergirl? Sonaba a chiste. La ironía de su vida, desde luego. Tanteó la zona de los hombros, pero apenas podía separar la tela de la piel de la heroína. Resultaba igual de dificultoso que cuando había tratado de auscultarla. La verdad es que no sabía cómo proceder si el propio traje ya la ponía en aquella tesitura. Y sí, en aquel momento estaba más intentando planear alguna táctica que dejándose llevar, pero no podía evitarlo-.

KARA: -Al notar el tirón disimulado en la tela de su traje la miró con una sonrisa burlona-. ¿Estás intentando contarme los lunares? -preguntó la rubia con certera ironía, aludiendo a la las palabras de Lena en el laboratorio. Mientras, se deshizo de otro botón de la camisa de la morena-. ¿Quieres que te ayude a desvestir a Supergirl? -volvió a preguntar, alzando las cejas-. Creo que puedo hacer una excepción por esta vez.

LENA: No estaría mal -arqueó una ceja, retándola con la mirada. No esperaba una reacción tan natural por su parte y quizás había sido más obvia de lo debido en lo referente a desvestirla. A ver con qué la sorprendía-.

KARA: -Hizo una mueca esforzándose para llegar hasta la parte de atrás de su propio trasero con la intención de quitarse el body que conformaba la parte superior de su uniforme. Así sería más fácil poder deshacerse de él desde arriba, incluyendo con su capa. Una vez lo consiguió, alzó los brazos y miró a Lena-. Te cedo los honores -comentó. Estaba buscando que la desvistiese y sabía que una parte de la morena deseaba hacerlo con sus propias manos-.

LENA: -La contempló impasible, pero tenía que reconocer que, en realidad, estaba alucinando-. Uhúm -frunció los labios ligeramente, llevando las manos hasta su cintura, contorneando la misma justo antes de recorrerle los costados con los dedos. Separó las piernas para incitarla a acercarse aún más a ella y al escritorio al tiempo en que le dedicaba una mirada significativa desde su posición-. Menudo privilegio, ¿no es así?

KARA: Pocas personas han tenido el honor de desnudar a Supergirl... y precisamente... esas dos personas están en este despacho ahora mismo, así que... se podría decir que sí -esbozó una sonrisilla de complicidad y la besó de nuevo mientras esperaba que la morena se deshiciese de su traje tomándose el tiempo que quisiera tomarse. Al fin y al cabo, no tenían prisa-.

LENA: -Cogió aire por la nariz disimuladamente, insuflándose la cantidad de coraje necesaria para seguir manejando la situación sin graves secuelas irreversibles en su manera de concebir el sexo. ¿Estaba tomando la iniciativa sexual ante un alien? Estaba tomando la iniciativa sexual ante un alien. No estaba mal la cosa. Era una oportunidad para ampliar horizontes. Le resultó hasta gracioso pensarlo y no pudo evitar esbozar una media sonrisa cuando apoyó las manos sobre el abdomen de Supergirl, palpando la firme musculatura que el dichoso traje le enmascaraba notablemente bien. Después ascendió en sus caricias, cruzando la mitad de su pecho hasta rodearle el cuello con los dedos no sin cierta delicadeza. La miró a los ojos en silencio-.