CAP. 9 (parte 3)

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KARA: -Llegaron al piso de la rubia y entraron al bloque. Kara se aseguró que nadie las veía antes de tomar a Lena en brazos sin darle opción a queja alguna y empezó a subir las escaleras apenas sin esfuerzo. Aquello no le costaba nada comparado con cualquier otra cosa. Sabía que quizás Lena la estaba maldiciendo internamente por no avisarla antes de alzarla en volandas, pero también sabía que, de haberla avisado, no se habría dejado coger; con lo cual, caminó con ella en sus brazos y subió las escaleras lo más rápido que pudo, pero sin usar ninguna clase de supervelocidad por si se encontraban de golpe con algún vecino. La excusa de que se había hecho daño con los tacones o torcido un tobillo era más fácil de colar que otorgar explicación a que viesen un borrón cruzar ante sus ojos a la velocidad del rayo y que las distinguiesen cuando alcanzasen las inmediaciones del apartamento de Kara. Una vez frente a la entrada de su apartamento, la bajó con cuidado y abrió la puerta-. Pasa –le ofreció justo después de atravesar ella el umbral para aguantarle la puerta y que Lena también entrase-.

LENA: -No rechistó durante el ascenso hasta la planta ni cuando Kara la depositó en el suelo. Al contrario, se atrevió a mirarla, buscando sus ojos, pero no los encontró. Su compañera la evadía a pesar de aquel gesto de proximidad llevándola en volandas. Cruzó el umbral de la puerta, y el aroma de Kara (el mismo que desprendía su casa y que tanto había añorado desde el domingo) la embriagó una vez más, como el primer día que se presentó allí-. Ha sido un detalle -mencionó apretando con fuerza el asa del bolso contra su propio hombro-.

KARA: -Le dedicó una ligera sonrisilla-. No iba a dejar que te destrozases más los pies... Siéntate en el sofá que enseguida estoy contigo y hablamos. -La rubia se fue hacia su habitación, buscó unas zapatillas cómodas para Lena y se las ofreció. Tomó asiento junto a ella a pesar de que no mantuvo apenas contacto visual, tan sólo la miró de reojo mientras se quitaba los zapatos. Si tenía los pies demasiado magullados por el calzado pensaba prepararle algún barreño de agua templada o cualquier otra cosa que aliviase su dolor, pero de momento, se limitó a observarla hasta que Lena estuviese cómoda. No pensaba sacar el tema de conversación candente antes, le parecía inadecuado-.

LENA: -Lena, que acababa de dejar su bolso sobre la mesa, le devolvió a Kara la sonrisa inicial que la rubia le había brindado y se quitó los zapatos dejando escapar un disimulado suspiro de alivio. Uno de ellos le había hecho rozadura, pero no le dio importancia. Lidiaba con ellas perfectamente. Se calzó las zapatillas de estar por casa que la rubia le había cedido y se acomodó en el sofá todo lo que la tensión de sus músculos le permitió-. Gracias, una vez más.

KARA: No tienes por qué darlas. –Inspiró hondo y se aventuró a mirarla a los ojos-. ¿Te importa si... lo hablamos ahora? Creo que es necesario aclarar... lo de antes... en el DEO. -Frunció los labios-. No quiero que... se quede como si no hubiese pasado nada porque... Ambas sabemos lo ocurrido y quiero que me expliques... ¿Por qué te fuiste? -se le quebró levemente la voz con la última pregunta, pero sentía que tenía que hacerla a pesar del miedo que le daban las posibles respuestas-.

LENA: -Abrió la boca para contestar, pero lo único que consiguió fue que los labios le temblasen al tomar una repentina bocanada de aire que no pareció aliviar para nada la presión que sentía en el pecho. Clavó la vista en su bolso, situado sobre la mesa, y apretó la mandíbula mientras pensaba en una respuesta adecuada para aquella pregunta, una respuesta que no destrozase aún más la confianza de la que ahora era su pareja-. No pude -sentenció en voz baja-.

KARA: Lena... -Se acercó a ella más todavía y la cogió de la mano-. ¿Y no era mejor decirlo? Sé que no es fácil para ti, soy plenamente consciente de que todo esto es algo que no resulta fácil de asimilar... y menos después de tantas semanas en las que prácticamente sólo he sido Kara delante de ti y de todos... –Hizo una pausa-. Pero... irte ha sido mucho peor. P-pensé que... yo... –se atropelló, no sabiendo cómo explicarse bien-. Tuve miedo de salir y no volver a verte allí. -La miró a los ojos-. Y sé que tú también lo tenías, pero... ¿por qué huir? Y-Yo no te voy a juzgar por decirme que "no puedes"... Quiero compartir estos miedos contigo también.

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⏰ Última actualización: Mar 01 ⏰

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Como el sol  [Supercorp / Karlena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora