CAP. 8 - Como el sol

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Fecha de creación: 18/08/2019

KARA: -Subieron por el ascensor hasta el apartamento y, mientras intercambiaban opiniones sueltas sobre las casas que habían visitado, caminaron por el cuarto piso hasta alcanzar el pasillo donde se encontraba la entrada al loft de Kara. La rubia lo abrió con sus llaves y empujó la puerta dejando paso a la morena. Luego, justo después, entró ella cerrando la puerta tras su paso-. Bienvenida a mi casa, señora Luthor. Ya no está polvorienta como el otro día -comentó dejando las llaves en un mueble de la entrada-. Ponte cómoda. Esos tacones deben estar matándote... -La rubia avanzó hacia la zona del dormitorio y, del pequeño mueble destinado para ello, sacó unas zapatillas de andar por casa que solía tener casi siempre reservadas para posibles visitas, aunque ya apenas las usaba puesto que Alex se traía las suyas propias cuando se quedaba a dormir allí. Caminó de vuelta hasta el hall y se las ofreció a la morena-. Toma. Creo que tus pies me lo agradecerán. -Le dedicó otra sonrisilla y luego se dirigió de nuevo a su habitación-. ¿Te importa si me cambio de ropa? –preguntó-. No me gustaría cocinar con este vestido puesto y cargármelo.

LENA: Oh, dioses.... -Soltó un hondo suspiro de alivio cuando la vio acercándose a ella con las zapatillas en la mano-. Menos mal, en serio. -Las tomó sin dudarlo siquiera y se apartó para tomar asiento en el butacón y bajarse de los tacones-. Muchas gracias, Kara -mencionó mientras procedía a cambiárselos dejando escapar sendos resoplidos. Miró a Kara de reojo por última vez, a sabiendas de que le quedaba poco disfrutando de su presencia e imagen con aquel vestido que tan bien le sentaba. Maldijo a su mente por lo bajo y le sonrió-. Y no tienes que preguntarme ni pedirme permiso, estás en tu casa. Cámbiate si vas a estar más cómoda, obviamente.

KARA: Oh. Espera. Un momento. -Se descalzó ella también para ponerse sus zapatillas de estar por casa y luego correteó hasta el bolso para sacar su teléfono móvil-. ¿Una foto para el recuerdo antes de ponernos cómodas? -propuso mientras agitaba el teléfono en su mano-. Ahora que estamos las dos todavía visibles -bromeó sacando la lengua mientras se acercaba a ella-. Hace tiempo que no nos echamos una foto juntas.

LENA: Ah, ¿un selfie? -Asintió con una sonrisa y se levantó ilusionada con la idea-. Venga, vale --Amplió su sonrisa conforme iba acercándose a ella-. Claro.

KARA: Vale a ver... -Desbloqueó el teléfono y puso la cámara de fotos mientras se acercaba a ella pasándole el brazo por la cintura. Fue un movimiento completamente natural, espontáneo, pero la cercanía de la morena en aquel momento la puso levemente nerviosa. Sonrió y apuntó con la cámara interior hacia ambas-. Pon tu mejor sonrisa, Lena –le pidió mientras acercaba un poco más la cara a la de ella y pulsaba el botón en la pantalla táctil, intentando sacar el mejor ángulo posible para las dos-.

LENA: -Un detalle tan tonto como el tacto de su brazo rodeándole la cintura no habría supuesto ningún problema antes de que cada una hubiese revelado sus verdaderos sentimientos por la otra, cuando eran sólo mejores amigas, cuando ni siquiera se imaginaban lo que estaba creciendo entre ambas, pero ahora todo tenía un matiz distinto. Lena sintió como el estómago le daba un vuelco y trató de esbozar su mejor sonrisa para aquella foto, tal y como le había pedido Kara. Al fin y al cabo, esperaba que las dos saliesen bien y poder atesorar la imagen en un futuro, pasase lo que pasase con su relación. Había sido un día importante-.

KARA: -Kara sonrió ante la cámara y echó varias fotos con diferentes gestos cada una. En una de ellas salía completamente movida mientras le daba la risa por la cara de Lena en la foto anterior. Hasta que no sacó una decente que poder enseñar al público sin poner en riesgo la dignidad de ambas no paró de echar. No necesitó muchas, pero mereció la pena sólo por las risas-. Bien. Ahora sí que sí toca ponerse cómoda. ¿Quieres que te preste algo de ropa? Quiero que tú también lo estés. Además, no me gustaría que te manchases ese vestido -comentó mirándola de arriba abajo de manera casi automática. Estaba preciosa, pero consideraba que Lena agradecería tener otro vestuario más cómodo que ponerse para estar allí tranquilamente. La rubia se dirigió hacia el mueble donde guardaba la ropa de estar por casa. Si le dejaba a Lena algo, ella tendría que ponerse el pijama de patitos-.

Como el sol  [Supercorp / Karlena]Where stories live. Discover now