Como el sol [Supercorp / Karlena]

CAP. 9 (parte 2)

LENA: -Para su sorpresa y como elemento contribuyente a que su día fuese algo más fácil, la reunión no resultó tan agotadora como Lena esperaba, sino que se limitaron a comentar los puntos importantes y poco más. Todo giró en torno a establecer un progreso de la empresa con los altos cargos y que expusiesen alguna de las ideas que tenían para seguir combatiendo a la competencia. Lena permaneció centrada, como se esperaba de ella, pero en cuanto la reunión se dio por concluida con su beneplácito, le faltó tiempo para despedirse educadamente y abandonar la sala en busca de Kara. Por el camino, cayó en la cuenta de que ni siquiera le había comentado nada todavía sobre la adquisición de su nueva vivienda. Tenía tantas cosas en la cabeza que alguna se le debía pasar por alto, aunque agradecía no haber tenido que mirar la agenda para acordarse. Pasados unos minutos, estaba irrumpiendo en la oficina principal. Algunos de los empleados estaban abandonando sus puestos de trabajo. Nia se había ido después de comer, así que no la encontró en su escritorio, pero Kara, tal y como le había asegurado, continuaba sentada tras el suyo propio, tecleando con la vista fija en la pantalla del ordenador. Lena se acercó a ella y tamborileó con los dedos sobre una de sus carpetas-. He... vuelto -pronunció intentando emular un tono de voz vengativo, como si fuese el más temible de los villanos, pero lo único que consiguió fue que se quebrase en la última sílaba, concluyendo la intervención con una leve risa jocosa-.

KARA: ¡Oh! -Lena la sacó de su burbuja en un momento y empezó a reír por la manera en la que lo había hecho-. Vaya, Señora Luthor... veo que sigue usted... ¿tan malvada como siempre? -bromeó la rubia mientras se incorporaba y cogía su bolso-. ¿Nos vamos? -Le dedicó una sonrisilla mientras que se giraba hacia el ordenador para apagarlo. Después, cogió su libreta y la guardó en el bolso-. ¿O tienes que hacer algo más? -preguntó la rubia por curiosidad-.

LENA: Necesito... -siseó, desviando la mirada hacia su acristalado despacho. Estaba prácticamente al lado del escritorio de Kara- ultimar el papeleo, ya sabes. -Suponía que, con tanto ajetreo, Kara se había olvidado de aquel detalle. Además, probablemente estaba nerviosa por las pruebas-.

KARA: Oh... Cierto. Perdona, estoy de los nervios. -Se le escapó una risilla nerviosa-. Pues... te seguiré esperando aquí, si lo prefieres... No quiero molestarte en tu despacho. -Le sonrió con una mueca-. No me gustaría desconcentrarte –bromeó-.

LENA: -Miró alrededor durante un par de segundos, comprobando que no había nadie lo suficientemente cerca como para escucharlas-. ¿Has avisado ya a Alex? -le preguntó en voz baja, inclinándose hacia ella por encima del escritorio-.

KARA: No, aún no le he dicho que venga. Estaba esperando a que me confirmases si tenías o no algo que hacer al final... -La miró y luego comprobó su teléfono móvil-. Sólo le he comentado que irías tú acompañándome y no me ha puesto pegas, así que bien.

LENA: A eso me refería, a lo de acompañarte -matizó asintiendo-. Pero si no ha puesto ninguna objeción... -Se incorporó de nuevo-. Me daré prisa en acabar. Enseguida nos vamos. -Le dedicó una breve sonrisa-. Y tranquila. Aunque entres a mi despacho, no vas a desconcentrarme -Arqueó una ceja-. No otra vez -y dicho eso, se encaminó hacia el lugar mencionado; echando un vistazo al rostro de Kara por encima de su hombro mientras avanzaba-.

KARA: -Resopló y la siguió con una sonrisa. Sin duda, Lena era una mujer a la que no había que subestimar. Aquella mirada por encima del hombro significaba perfectamente que sabía que Kara la seguiría con la mirada y luego físicamente hasta el despacho-. Lo que digas, jefa.

LENA: -Empujó la puerta de cristal y le cedió el paso, observándola de arriba a abajo cuando la cruzó. Ahora que la oficina estaba prácticamente vacía, sin nadie cerca, se sentía bastante más libre y tranquila. Ya no tendría que forzarse a disimular tanto como el teatro con el que habían iniciado la mañana-. Que conste que yo no te lo he pedido, así que eso de "lo que digas" no me sirve ni aunque me llames jefa. -Cerró la puerta tras de sí con cuidado-.