CAP. 8 - BONUS: escena extra

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KARA: -Salvo unos pocos movimientos en la noche de manera inconsciente, la rubia siguió durmiendo plácidamente con la absoluta cercanía de la persona con la que había iniciado una nueva relación amorosa. La ausencia de dolor o las incomodidades propias del mismo eran a veces una gran ventaja y aquella noche lo estaba siendo también ya que Lena apenas se movió mientras dormía; como mucho, Kara en un leve desvelo nocturno se giró un poco para que su compañera pudiese acomodarse de perfil y no totalmente encima suya para evitar cualquier molestia que aquella postura pudiese acarrearle por la mañana-.

ALEX: -Echó un vistazo a su teléfono móvil para comprobar la hora mientras ascendía las escaleras del edificio saltando los escalones de dos en dos. Tenía prisa, mucha prisa. Siguió ascendiendo con el corazón desbocado y los nervios a flor de piel. Tenía que decírselo, tenía que llegar cuanto antes. Estaba segura de que aquello sería la mejor noticia con la que empezar el día. Primera hora de la mañana y ya tenía mil cosas en la cabeza, aun así, lo primero era lo primero. Tuvo la absurda sensación de que las llaves del piso de Kara le ardían en el bolsillo de los vaqueros cuando finalizó su ascenso y alcanzó la planta del loft que le era tan familiar como su propio apartamento (puesto que, en cierto modo, lo había sido también en su día). Siempre había tenido una copia, por lo que pudiera pasar, pero nunca había necesitado utilizarlas hasta el accidente. Las visitas rutinarias se agilizaban si ella podía entrar y salir de la vivienda sin tener que esperar a que le abriesen. Además, si a Kara le ocurría algo o sus niveles volvían a desestabilizarse, lo mejor para garantizar su salud es que existiese la posibilidad de acceder allí para una posible intervención de emergencia. De todas formas, esta vez el motivo de su visita se debía a todo lo contrario. Se plantó frente a la entrada con un alegre suspiro y manipuló la cerradura despreocupadamente con las llaves hasta que esta cedió. Empujó la puerta con una mano comprobando que, tal y como le había recomendado ella misma, Kara seguía sin echar el pestillo para posibilitar sus atenciones en caso de recaída. Se asomó con sumo cuidado, echando un vistazo rápido al loft desde la entrada. Todo estaba más o menos en orden-. ¿Kara? -alzó la voz al tiempo en que atravesaba el umbral de la puerta y la cerraba tras de sí con cuidado, por si seguía dormida. Divisó desde lejos un par de prendas a los pies de la cama y reconoció al instante la sudadera de chándal que estaba harta de recogerle cada vez que llegaba a su casa sin previo aviso. Kara no era realmente desordenada, pero a veces podía resultar un completo desastre-.

KARA: -Kara estaba demasiado dormida y agotada como para darse cuenta de que habían abierto la puerta de su apartamento y alguien la estaba llamando. Aún no era su hora de despertar, además de que estaban en domingo y los domingos no ponía el despertador-.

ALEX: -Kara no respondía, así que dio por hecho que estaba dormida. Seguramente se había ido a acostar bastante tarde por quedarse viendo alguna serie y guardar la ropa antes de meterse en la cama le había parecido que estaba de más. Resopló resignada ante una actitud que de sobra conocía y se acercó dispuesta a retirar ella misma la muda que pudiese haber dejado tirada por ahí. Después de todo, la rubia todavía no estaba al cien por cien, así que haría la vista gorda-. Te he dicho mil veces que no dejes la ropa tirada por el suelo cuando te vas a dor... -Se quedó clavada en el sitio cuando, tras adentrarse un poco más en el loft, recibió de lleno la imagen de su hermana completamente dormida, con otro cuerpo tendido prácticamente encima suyo. Parpadeó varias veces hasta que su mente reaccionó lo suficiente como para dejarla asimilar lo que estaba contemplando. No hacía falta que nadie tuviese la bondad de indicarle a quién podría pertenecer el pelo oscuro que se distinguía entre las sábanas- ...mir.

KARA: -Aquel último comentario más cercano al lugar donde se encontraba durmiendo provocó que saliese de su profundo sueño. Frunció el ceño debido a la luz solar que daba por el ventanal de su cuarto y, con algo de dificultad, enfocó la vista hasta distinguir la figura de Alex a los pies de su cama, mirándola estupefacta. La primera reacción de Kara fue taparse lo máximo posible y con ello también a Lena-. ¡¿ALEX?! –susurró a voz en grito, tratando de no hablar demasiado alto-. ¡¿Qué haces aquí?! -Abrió mucho los ojos. Estaba sonrojada a más no poder y, por la reacción que tuvo cubriéndose con la sábana, Alex pudo deducir perfectamente que no tenían ropa puesta, así que su expresión pasó a una mucho más estupefacta que la de antes. Kara miró a Lena de reojo, ella también parecía estar despertándose, pero la rubia tuvo la delicadeza de arrullarla para que continuase aún en su sueño. Hizo una mueca, volviendo a mirar a su hermana-. Vuelve a la sala de estar. Ahora voy. No quiero que Lena se despierte -susurró más avergonzada todavía, con las mejillas ardiendo. Su hermana la había pillado con las manos en la masa de una manera demasiado inesperada-.

Como el sol  [Supercorp / Karlena]Where stories live. Discover now