CAP. 5 - Teatro de amargura

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Fecha de inicio: 03/08/2019

KARA: -Después de que se calmasen las aguas y de que la gente no volviese a ver de nuevo a Lena Luthor y a Kara Danvers juntas salvo para resolver asuntos laborales, los rumores parecían estar empezando disiparse. Mientras tanto, la realidad era que ambas mujeres habían estado planeando un verdadero cebo a través de e-mails cifrados y llamadas telefónicas fuera de línea con la intención de atrapar a los enemigos que habían osado arremeter contra la reputación de ambas. Sabían que se acercaba el día en el que los maleantes tendrían que volver a despertar el asunto con una nueva exclusiva para reafirmarse en el hecho de que Kara Danvers estaba consiguiendo ascender en su puesto de trabajo gracias a Lena y que, obviamente, las verdaderas intenciones de la mencionada Luthor se centraban en controlar la prensa libre, en manipular a los reporteros de la empresa utilizando su influencia y en servirse de su relación romántica en el caso concreto de Kara; todo eso y otras tantas más parrafadas sin sentido del artículo anterior. Por otro lado, Supergirl no había vuelto a aparecer delante de Lena después de la última noche que se vieron en L-Corp. La rubia no se sentía con la fuerza ni el valor suficiente como para soportar otro encuentro así de angustioso. Aquella noche se había desmoronado ante ella, había estado a punto de revelarle su identidad y, en el último segundo, tuvo que dejarla de lado por la llamada del deber. A juicio de Kara, las pocas veces en las que había logrado ver a Lena desde entonces, no resultaron suficientes como para poder hablar con ella a solas y, para colmo, tenían que intercambiar cada comentario sobre la investigación de la exclusiva en clave, disfrazándolo como pequeñas discusiones e intercambios de opiniones sobre algún que otro artículo más para CatCo. Era estresante pero, en cierto sentido, Kara había empezado a agradecerlo; podía esquivar y alargar el momento de confesarle su verdadero nombre a la morena más y más, sin demasiado esfuerzo. Su cobardía estaba llegando a límites que jamás imaginó siquiera rozar. Tener una cita con Lena era lo que más le apetecía y a la vez lo que más miedo le daba en aquellos momentos, pero debía hacerlo por el bien de ambas, debían fingir de la manera más realista posible e, irónicamente, ella tenía mucha práctica en ese terreno. Se preparó en su loft, escogió un vestido blanco y sencillo, adornando su cabello con un simple recogido bajo-. Bien... Kara Danvers, te toca mantener la cabeza fría. Tendrás una cita con Lena como si fueseis a discutir vuestra boda, pero nada más. –Se sorprendió a sí misma ironizando y exagerando la situación frente al espejo. Había hablado antes con Alex y J'onn sobre el plan, llevaban días preparándolo. Necesitaría a su hermana como un refuerzo a modo de detención policial y también al marciano verde para cubrir cualquier posible amenaza si la cosa se complicaba. Guardián se encargaría de despejar la zona si algo amenazaba con involucrar a los viandantes y algunos agentes del DEO que simpatizaban con Alex y Supergirl decidieron sumarse a la misión como apoyo. Debían asegurarse de la protección de Lena a toda cosa. Según las pistas que Kara y Lena habían conseguido recabar, el sospechoso principal parecía ser alienígena; no poseía ningún expediente criminal conocido y tampoco parecía tener nada en contra de ninguna de las dos muchachas. El asunto se planteaba raro, pero no imposible; podrían haberlo chantajeado perfectamente. Cuando terminó de arreglarse, la rubia se dirigió a L-Corp en un taxi y esperó en el hall del edificio a su supuesta pareja, ofreciendo así el suficiente tiempo a los espías que daban por hecho que las estarían vigilando para poder seguirlas. Estaba realmente nerviosa. No sabía cuántos eran ni qué pretendían, pero según las últimas investigaciones, nadie tenía dudas: el cebo funcionaría-.

LENA: -Tras la cancelación hacía ya varios días de su estancia en la suite, Lena había tenido que buscar otro hotel en el que hospedarse y esta vez eligió uno más austero, pero que estaba todavía más cerca de L-Corp. Las entradas y salidas que había efectuado desde el día de la escandalosa exclusiva se basaban en desplazarse desde la empresa a dicho hotel y del hotel de vuelta a la empresa, camuflada de la mejor manera posible y contando con la seguridad más avanzada de sus propios proyectos tecnológicos. Tenía cifrado hasta el último aparato electrónico que pudiese rozarla: teléfono móvil, portátil, reloj y multitud de dispositivos más. Sonaba paranoico, pero no permitiría que se inmiscuyesen en su vida más de lo que ya lo habían conseguido. Lo de Kara fue terriblemente doloroso. Significó remover sentimientos que día a día luchaba por esconder y, definitivamente, enterrar si es que podía. Se negaba a perderla como amiga, pero era realmente difícil separar la faceta amorosa de la amistosa sin alejarse demasiado y, sobre todo, sin que ella lo notase. De todas formas, aquellas jornadas repletas de distancia forzada para elaborar el plan y las conversaciones sobre la investigación le habían ayudado a reafirmar su posición de "quiero olvidarte y lo lograré"; sin embargo, aquella no era su única preocupación y es que si por un lado quería alejarse de Kara, por otro sentía que estaba recibiendo lo mismo por parte de Supergirl. No sabía nada de ella desde su último encuentro en L-Corp. Lena jamás imaginó que podría verla hecha trizas de esa manera y no podía evitar darle vueltas al tema continuamente, una y otra vez, a lo largo de los días y de las noches completas. Estaba trabajando y aun así no dejaba de pensar en ello, echándose inevitablemente la culpa a sabiendas de que ella misma le había dicho a Supergirl que en la historia que ambas compartían no existía ningún culpable. Mientras cavilaba sobre el tema, como de costumbre, terminó de ajustarse el alto recogido frente a un espejo del baño privado del que disponía en su despacho de L-Corp tan sólo para su uso exclusivo. La empresa se había convertido casi en una segunda casa y hacía apenas un par de horas que había vuelto desde el hotel, ya ataviada con la ropa que usaría para la supuesta cita falsa. Probablemente, ya la habrían visto y, de ser así, hasta les convendría. Se separó ligeramente para mirarse en el espejo. Había elegido un discreto pero elegante vestido granate a la altura de la rodilla que dejaba parte de sus hombros al descubierto. El maquillaje estaba perfecto, como siempre, y el recogido ayudaba a realzar la altura de los tacones. Todo muy estilizado, pero completamente adecuado para una cita. Se detuvo para contemplar el matiz cansado en sus ojos verdes desde el espejo. No había dormido bien y tampoco era capaz de ser sincera consigo misma sobre si de verdad quería que esa cita fuese real o no. Se mordió el labio inferior, maldiciendo por lo bajo, y se separó de su reflejo, harta de sí misma. El aviso de visita saltó en su teléfono móvil en cuanto alguien activó la solicitud de entrada al edificio: era Kara. Lena había dejado preparado el acceso permitido exclusivamente para ella. Sin más dilación, regresó a su despacho para recoger el bolso con la mayor rapidez que los zapatos y el ceñido vestido le permitían, y se aseguró de que la seguridad volvía a blindar L-Corp tras su salida de la oficina para alcanzar el hall. Seguramente, la esperaría allí abajo-.

Como el sol  [Supercorp / Karlena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora