Como el sol [Supercorp / Karlena]

CAP. 5.1 (parte 2)

KARA: -Durante su profundo sueño, se acomodó en la camilla y varió de posición con tan mala suerte que empezó a roncar suavemente-.

LENA: -Alzó la vista de los niveles al escuchar el pequeño sonido inesperado. No pudo evitar que sus labios se curvasen conformando una leve sonrisa. Nunca había tenido el privilegio de verla dormir, ni como Kara ni como Supergirl-.

KARA: -Más o menos a la hora de estar durmiendo, se despertó casi de golpe y se revolvió sobre la camilla al no reconocer en primera instancia el lugar en el que se encontraba-. ¿Dónde estoy? ¿Cadmus? –preguntó algo tensa, mirando hacia todos sitios hasta que localizó a Lena y suspiró de alivio. Luego, se sonrojó notablemente-. Ohm... ¿Me he... quedado dormida? -Desvió la mirada muy avergonzada-. ¿Y tú has estado... aquí todo el tiempo?

LENA: -Inspiró hondo y arrastró el taburete ligeramente hacia delante, sin levantarse. Quería aproximarse a la camilla aún más-. Sí. -Hizo una pausa, atreviéndose a buscar su mirada-. Tranquila. Sigues en mi laboratorio.

KARA: Ohm... -Se abochornó. No podía creer que, tras la tensión del momento, hubiese conseguido quedarse dormida en una camilla de laboratorio-. ¿C-Cuánto tiempo llevo...? -preguntó todavía sin ser capaz de devolverle la mirada. "Qué vergüenza", pensó-.

LENA: Una hora y media -concretó echando una ojeada a su reloj de muñeca. Pudo haberlo consultado en la tablet, pero tenía la curiosa y tradicional costumbre de comprobar la hora de aquella manera. Era evidente que Kara estaba evitando toparse con sus ojos-.

KARA: Ohm... –se atrevió finalmente a enfrentar su rostro y logró mantenerle la mirada durante un par de segundos, pero tuvo que volver a desviarla. Sintió cómo su pecho se aceleraba y, a la par, también lo hacía su pulso. Lo peor era saber que Lena podría darse cuenta si consultaba dichos datos en la tablet. Tragó saliva y se mantuvo en silencio un momento hasta que encontró el valor suficiente para hablar una vez más-. Lo siento.

LENA: No te preocupes -mencionó por lo bajo-. Es relativamente normal después de... -Torció el gesto-. Después de todo esto, así que no... te disculpes -le costó pronunciar las últimas dos palabras teniendo en cuenta que su mente se avocaba irremediablemente hacia todo lo sucedido entre ambas, hacia todo lo que habían hablado antes del mareo. Seguía sin saber qué esperar de ella; no quería una disculpa, pero tampoco que ignorase los hechos-. Tu cuerpo sigue estabilizándose. Nada más.

KARA: Eso me deja más tranquila –confesó-. Aunque sigo sintiéndome igual... ¿Tienes una idea aproximadamente de cuánto durará el efecto? –Suspiró-. ¿Y no debería intentar... usar mis poderes? Para que compares con la última vez.

LENA: No me atrevo a que lo intentes. Hemos tenido suficiente comprobación con la caída de antes y tu... certero golpe contra el hierro de la camilla -comentó desviando la vista disimuladamente hacia su mano-. Y puede que dure varias horas más, incluso hasta bien entrada la madrugada. -Hizo una pausa-. No lo sé. Esto es hablar por hablar. -Se mordió el labio inferior, indignada de nuevo consigo misma y sus dudas-. Pero no te moverás de aquí hasta que empieces a recuperarte.

KARA: Lena... ¿tendré que pasar la noche aquí? -preguntó la rubia. Resopló, fastidiada-. A ver... ¿en serio ni siquiera podré irme a casa? Sé que quedarme puede parecer lo más seguro, pero... bueno... han pasado varias horas y... estoy bien.

LENA: No, no puedes -contestó con severidad, centrando de nuevo la vista en los porcentajes de la tablet-. Así no -añadió-.

KARA: ¿Y dónde dormiré? –le preguntó-. Porque me da que L-Corp no es una empresa que disponga de un colchón o cama por planta. Podría dormir aquí, aunque... no quiero que tú no pegues ojo por mi culpa.