CAP. 2 (parte 2)

497 39 1
                                    

KARA: -Terminó con el segundo postre más rápido que de costumbre. Tenía ganas de ver la suite de Lena. Además, quería hablar con ella de otras cosas que, justamente allí, delante de todo el restaurante, no sentía que fuese seguro comentar-. Por mí podemos subir en cuanto digas. -Se dispuso a limpiar sus labios con una de las servilletas de tela disponibles mientras la miraba de reojo. A pesar de su felicidad al inicio del día, Lena parecía perdida en sus propios pensamientos posiblemente negativos. Aquello sacudía a Kara por dentro. Quería ayudarla, pero era imposible si la morena no le contaba nada. Quizás tenía que ver con lo que había pasado con Supergirl. Sería cuestión de tiempo que terminase explicándoselo si de verdad confiaba tanto en ella, al menos eso quería pensar. Igualmente, intentar inmiscuirse en algo tan privado la molestaba, pero no podía evitarlo. Estaba preocupada por Lena-.

LENA: -Hizo lo propio con su servilleta nada más terminar el último sorbo de café, bordeándose las comisuras con delicadeza y extrema destreza; de manera muy diferente a como lo había hecho Kara. A veces parecían polos opuestos-. Muy bien -pronunció con un suspiro al tiempo en que se ponía en pie y se ajustaba la falda disimuladamente, atendiendo al hecho de que no se le hubiese descolocado mientras comía, y mucho menos la blusa. Se colgó el bolso al hombro y esperó a que su acompañante se incorporase también para marcharse-.

KARA: -Se levantó con cuidado, ajustándose el bolso en el brazo. Una vez se puso en pie del todo, caminó hacia la morena. Le faltó poco para caerse por los simples nervios del momento. Iba a estar a solas con Lena de nuevo, pero esta vez en su suite. Su suite. Apenas podía reprimir los escalofríos de anticipación por mucho que supiese que no tendría oportunidad de repetir lo que ambas compartieron siendo ella Supergirl. Creyó que aquel casi tropiezo sólo pudo verlo Lena porque estaba prácticamente a su lado y se consoló con esa idea de no haber hecho el ridículo delante de medio restaurante. Cerró los ojos momentáneamente, escapando de la vergüenza con resignación-. No puedo creerme lo torpe que estoy hoy –murmuró mirando a Lena de reojo y siendo consciente de que, probablemente, estaría aguantándose la risa. A decir verdad se ponía a veces tan sumamente nerviosa cuando la tenía cerca que su torpeza habitual brillaba con luz propia-.

LENA: -Para sorpresa de Kara, Lena no se estaba riendo. En lugar de eso, la observaba fijamente, contemplándola como si fuera un diamante en bruto. A modo de metafórico concepto, se podría decir que la intensidad en la mirada de sus ojos verdes amenazaba con traspasarla de parte a parte-. ¿Culpa del vino? –pronunció con parsimonia mientras echaba a andar en dirección a la salida. Allí mismo, cerca de la puerta, otro trabajador ataviado con el mismo traje de gala que el que les había recibido en la puerta, esperaba de pie tras una especie de atril con un enorme libro donde parecía tener anotadas todas y cada una de las reservas. Lena se aproximó hasta él y efectuó el pago con tarjeta tras dar el nombre de Kara nuevamente y realizar las correspondientes equivalencias con el número de su suite y la llave de la misma-.

KARA: -Siguió a Lena de cerca y en silencio, manteniendo una distancia prudente mientras continuaba mirándola disimuladamente. Una vez que pagó la comida, la morena comenzó a andar de nuevo y Kara tuvo que retomar el ritmo de sus pasos a duras penas para alcanzarla-. No vayas tan rápido... -murmuró.- Se me ha dormido una de las piernas y me cuesta caminar... –se excusó con lo primero que se le había ocurrido. Por alguna extraña razón que desconocía, se sentía más torpe y más ridícula que nunca con los tacones. Los nervios le estaban jugando una verdadera mala pasada-.

LENA: -Se volvió nada más escucharla, justo cuando dejaban atrás la puerta del restaurante. Kara parecía cojear ligeramente. Por un momento, se le vino a la cabeza el día en que a la rubia le dio un tirón en el gimnasio, así que se apresuró a acercarse a ella para sujetarla por los hombros. A veces parecía tan frágil que no podía evitar querer protegerla en todo momento-. ¿Estás bien? -le preguntó recobrando la sonrisa y ayudándola a seguir con el paso. Después de todo, algo así podría pasarle a cualquiera-.

Como el sol  [Supercorp / Karlena]Where stories live. Discover now