2.5 Beerg Pong y los Apodos

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Camine fuera de aquel caluroso lugar, observando atento la mirada que me otorgaba la chica frente a mí, la diversión clara en su rostro.

- Nunca te imagine de esos, Fabián. - el tono de su voz tan calmado pero socarrón a la vez. - Pero bueno, se dice que hay que esperar lo inesperado. - su mano palmeo mi hombro. - Aunque claramente has llevado lo de salir del Closet a otro nivel.

Suspire, ahora hasta Rylee se burlaba de mí.

Ella soltó una carcajada, su risa escuchándose malditamente encantadora, porque su voz tenía un timbre agradable y sensual, pero en cambio yo me mantuve serio frente a ella sobrepasándola en altura, percatándome que además de que poseía esa fragancia dulce, también olía a alcohol y me resulto muy claro que ya estaba borracha.

- ¡Ay! Vamos. - hablo ajustándose las gafas. - No tienes que ser un amargado todo el tiempo, Narnia.

Ahora hasta apodos me ponía, era muy claro que no estaba en sus cinco sentidos, en el lapso de tiempo que la he tratado, que no es mucho, me percaté de que Rylee no es una persona muy afectuosa.

- Gracias por sacarme de ese armario. - me limite a decir para pasar por su lado y dirigirme a las escaleras.

- Que borde eres. - escuche sus pasos tras mío. - ¿Siempre eres tan irritante?

La ignore comenzando a esquivar a las personas ya que íbamos al final de las escaleras, la música no me dejaba escuchar ni mis propios pensamientos, así que me limite a buscar a Zack o mi hermana, pero todas las personas me parecían las mismas.

Camine sin rumbo alguno hasta que llegue a la cocina, ahí se hacía mucho más fácil de respirar, habían unas cuantas personas en la encimera y otras por la mesa del comedor, me gire sobre mis pies para ver si por casualidad no veía a alguno de los dos individuos que buscaba, aunque me lleve la sorpresa de que Rylee choco contra mi pecho.

- ¿Me estas siguiendo? - la pregunta salió de mi boca sin dudar.

- Tal vez. - respondió pasándome por un lado. - No sé dónde están los demás, la mayoría de las personas aquí están borrachas hasta las neuronas...

- Incluyéndote. - le interrumpí dándome vuelta.

Rylee estaba de espaldas a mí sirviéndose otro trago, no hubo respuesta por un par de segundos, hasta que se dio la vuelta y me tendió un vaso rojo lleno de vodka.

- No estoy borracha, Narnia. - su voz se volvió seria mientras que yo tomaba el vaso. - Solo me relajo, dejo que la diversión fluya dentro de mí y te fastidio.

Tome un sorbo de mi vaso observándola con cautela, en sus ojos había una chispa de diversión, cuando ya el líquido hubo pasado por mi garganta, me acerque a ella. - Eso no quita el hecho de que me estas siguiendo como una acosadora.

- Habla el chico que me estaba viendo desde la ventana de mi vecino como un psicópata. - se chisto en mi rostro.

Alce mi mano acercándola a su rostro y con mi dedo índice empuje el puente de sus gafas ajustándoselas - Di lo que quieras, Rylee Potter. - musite cerca de su rostro. - Pero desde que esta noche inicio pareces una acosadora.

Rylee se rio por lo bajo negando. - ¿En serio? ¿Rylee Potter?

- Si. - suspire. - Aunque creo que te quedaría mejor Gryffindor, no sé, eres muy fastidiosa.

Ella asintió danto un paso atrás y dejar su vaso en la encimera de la isla, en su rostro estaba impregnado la rivalidad junto a la determinación, sus ojos oscuros fijos en los míos.

Hilos Negros ✓(Blood #1)Where stories live. Discover now