Epílogo.

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Brith.

Ironía... Ironía era cuándo pensabas dejar todo en manos del destino y esperar a que saliera bien... El destino solía ser un hijo de puta y yo lo sabía.

Lo supe cuando vi la sangre la primera vez, ver cómo le arrancaban la vida a alguien que amabas, sentir un dolor inmenso en el alma.

Si, el destino era un maldito hijo de puta doloroso y fue aún peor cuando recibí aquella noticia... Cuando baje del auto y corrí encontrando su cuerpo sin vida... Cuando en tan sólo unas horas me habían arrancado el alma del cuerpo.

El destino me había forjado unas inmensas ganas de vengarme, de ver cómo podía causarle tanto daño, de cobrarme el peor de los dolores que había tenido.

- ¿Devora?...

- Amenazo con arrancarme los ojos sino le ayudaba...

Cada día que transcurrió desde ese instante, cada recuerdo que tuvimos, cada risa, cada grito, cada llanto se formaron en solo eso... Recuerdos.

- Así terminamos con esta mierda de una vez - mascullo a mi lado muy decidido - Brith pisa el freno.

- ¡Ni se te ocurra Brithania! - gruño Fab jadeando adolorido. - No lo hagas.

- Es la oportunidad perfecta. - siguió Frank.

- ¡No! - grito Jacke.

Pero fueron recuerdos que formaron una historia, una que tenía un solo final y ese era la muerte, cuando la sangre gotera para que aquel Hilo se volviera completamente Rojo.

- Volkov...

- Supuse que vendrías en cualquier momento...

- Cada acción tiene una reacción, usted me debe un favor...

Pero nadie nos dijo que aquella Leyenda del Hilo Rojo podía ser sangrienta, porque quizás estábamos unidos pero eso no significa que cuando descubieras tu otra mitad sería un felices para siempre.

Porque no era un felices para siempre, era un hasta que la muerte los separe.

- Habla más fuerte o es ¿Que acaso le rezas a Dios?...

Y eso fue lo que sucedió.

Continuará>>

Hilos Negros ✓(Blood #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora