15. Miedo.

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Buenas!!! He vueltooo... Hoy les tengo una pequeña sorpresa, ya hemos visto lo que va de la historia desde la perspectiva de Fabián y algunas partes de Fiorella, pero creo que les va a interesar mucho verla desde la perspectiva de Rylee...

Este cap está muy interesante, con algunas escenas algo delicadas (así que si eres algo sensible mejor deja la historia), aunque no tan intenso como el anterior, pero no voy a extenderme más, así que démosle otro vistazo al manicomio.

Rylee.

- ¡¿Quieres que te trate como la puta que eres?! - gruño antes de lanzarme contra la pared, pegando mi cuerpo a esta de forma brusca inmovilizándome. - Zorra rabiosa. - se rio en mi oído sintiendo el frio cañón del arma contra mi sien.

Mi cuerpo se mantenía inmóvil, mi respiración agitada por el forcejeo que habíamos tenido antes de que me sujetara las muñecas a la espalda, para mantener mi rostro pegado contra la pared.

- Me encanta cuando te pones de esa forma. - susurro antes de pasar su lengua por mi cuello haciendo que me diera náuseas y repulsión, me resistí tratando de liberarme pero me lanzo al suelo como si fuese una muñeca. - Algún día utilizaras esa rabia tuya para hacer otras cosas.

- ¡Vete al Diablo! - le gruñí pasándome la mano para limpiarme su asquerosa saliva de mi cuello. - Espero que algún día amanezcas muerto bajo un puente y que los gusanos te coman como la porquería que eres.

Su semblante burlón se esfumo ante mis palabras, sus ojos llenos de perversidad me atravesaron, en dos simples zancadas se acercó a mi tomándome del cabello y de forma brusca metiéndome el cañón del arma a la boca, escuchándose por el solitario pasillo el sonido de mis gritos ahogados.

- Vamos, porque no haces que te llegue a casi el fondo de la garganta como lo haces con las vergas. - me la metió más sintiendo sus dedos en el gatillo contra mis labios, mis ojos tornándose llorosos por el miedo, la impotencia y la falta de aire al sentir el frio cañón en mi garganta. - Sabes que te gusta atragantarte con ellas.

Cuando por fin me sacó el arma de la boca tosí en mis ansias de respirar, las lágrimas rodando por mis ojos mientras él me sujetaba del cabello con fuerza.

- Así me gustas más. - lamio mi mejilla provocándome más nauseas. - No sabes cuánto me pones zorrita.

Como siempre, utilizando el arma para mantenerme a raya, porque si lo hiciera sin ella sabe que le golpearía en la madre para que me soltase, pero sabía que estaba tan loco, drogado e inestable que me daba miedo a que apretase el gatillo, porque no lo podía leer tan fácil.

Por eso me aguantaba a recibir golpes e insultos, porque siempre me tenía amenazada con eso o con otras cosas para que me quedase quieta e inmóvil, aunque eso no me impedía gritarle mi mayor deseo el cual era verlo pudrirse como la mierda.

Su respiración de cerdo asqueroso me golpeaba en la mejilla, mientras apretaba mi cuerpo por encima de la bata de dormir de seda negra, mientras que me mantenía inmóvil, sintiendo sus grandes manos recorrer mi cuerpo con aquel deseo tan repulsivo.

Él dejo de sujetarme por el cabello para tomarme del cuello cortándome parte de la respiración, sofocándome, perdiendo el color en mi rostro lentamente, mientras que con su fría arma levantaba un costado de mi bata, deslizándola por mi pierna.

Su jadeo al ver mi ropa interior fue nauseabundo, sino lograba apartarme de él lograría hacerme vomitar en cualquier momento. Por ahora no me había violado, había corrido con suerte cada vez de lograr escaparme o que algo sucediera evitándolo, por eso le estaba rezando a Dios que algo sucediera en estos momentos para que fuera así otra vez.

Hilos Negros ✓(Blood #1)Where stories live. Discover now