IN THE WAR [JUNGHOPE]

Running away

La brisa fría golpea con intensidad su rostro. Su corazón está acelerado, haciendo un compás con sus latidos y el sonido de la respiración agitada de Jungkook corriendo en su forma animal.

El bosque está lleno de arbustos densos. La hierba alta raspa su cuerpo, las ramas azotan contra él con rapidez, pero esa es la menor de sus preocupaciones.

Hay una gran cantidad de bestias detrás de ellos, incluso con la obscuridad que emerge de la noche, acentuada en el bosque por los árboles inmensos, cuyos troncos parecen elevarse hacia el infinito, obstruyendo con sus hojas la luz de la luna, Hoseok puede vislumbrar perfectamente el color blanco de los pelajes del enemigo, sobresaliendo en toda la espesura de la noche.

Hoseok aprieta con fuerza su agarre en el cuerpo de Jungkook, enterrando su rostro en el cuello del leopardo. Hay estática en sus oídos, con sus extremidades crispadas y el miedo arraigado a su ser. Las bestias están demasiado cerca, gruñendo como si no tuvieran un ápice de humanidad en su ser, siguiéndolos con la determinación de su deber clavada en sus miradas teñidas en amarillo.

El aire se baña en un olor desagradable e intrincado, mientras Hoseok mira con pánico hacia atrás, observando al tigre blanco que encabeza la formación de pirámide de las bestias, el pensamiento de que no lo lograrán sucumbe en su ser.

Se supone que tienen que llegar a un río, pero ¿Qué tan lejos está? ¿Podrán llegar? ¿El plan funcionará? Recuerda la seriedad grabada en el rostro de Jungkook al explicarle lo peligroso que los del norte son, entonces teme aún más por su vida y por la misión que quedará suspendida en el aire si mueren.

El camino se vuelve más rústico, aunque la hierba salvaje se ha aplacado un poco, ahora es reemplazada por grandes rocas que están regadas a lo largo del lugar. Jungkook realiza maniobras peligrosas para esquivarlas, saltando y rompiendo la tierra bajo suyo.

El sonido de garras chocando contra el terreno, se vuelve más palpable, siluetas relucen a su alrededor; Hoseok alza su cabeza, volteando a su derecha para ver la figura de un zorro albino saltar hacia él.

Grita agitando su cuerpo y desenvolviendo sus manos del leopardo en un intento de protegerse. Pero no siente colmillos duros incrustándose en su carne, no, porque el cuerpo bajo suyo se lanza hacia el costado contrario casi al instante, reaccionando con agilidad en el momento perfecto para lograr esquivarlo. Hoseok casi colisiona hacia atrás, a duras penas manteniéndose en el lomo del leopardo, apretando sus piernas en los costados del animal antes de sujetarse con sus manos.

Sus sentidos se saturan en nervio y angustia, viendo el panorama de bestias asecharlos por sus laterales. Están intentando detenerlos a como de lugar.

Los están cazando.

Entre Jungkook más los evade, más empeño ponen en intentar tomar un trozo de él y lo están logrando, no solo es evidente que el leopardo está mucho más exhausto que antes, sino que también su pelaje blanco se ha manchado de sangre.

Hoseok respira con dificultad. Su visión se vuelve opaca, obstruida con un tipo de espesor que se abre paso en el bosque. Se hace mucho más difícil distinguir los árboles de las bestias e incluso tratar de discernir si hay piedras en el camino. Es como si hubieran esparcido humo, pero lo que envuelve el aire no es ceniza, es niebla.

Jungkook se desvía hacia la derecha con brusquedad, se oye la arena abatirse tras las bestias que van detrás de ellos. El leopardo deja de moverse en línea recta, en cambio, se mueve en zig zag haciéndolo no solo más difícil para él, con todos los árboles de los que tiene que cuidarse para no chocar, sino también dificultándoselo a los animales atrás.

Adelante los árboles comienzan a desaparecer, siendo reemplazados por musgo y rocas de mayor tamaño, casi como si les cerrarán el paso.

Hay un tipo de humedad en el aire y es allí cuando Hoseok nota el sonido de agua golpeando a la distancia.