IN THE WAR [JUNGHOPE]

Only

Despertar en el césped, desnudo, con hambre y totalmente desconcertado, no fue agradable, avergonzado ante la idea de que el leopardo lo haya visto así, pero también yace incómodo, tan acostumbrado al colchón suave, a las mantas que lo mantenían caliente y a las afelpadas almohadas a las que se aferraba al dormir, ahora no hay nada de eso, ni siquiera el delicioso desayuno como el que recibía siempre a los pocos minutos de despertar, solo queda el ruido de sus tripas exigiendo algún alimento.

Pero está bien, incluso con hambre, todo está mucho mejor ahora, no solo porque el lugar parece estar despejado de cualquier bestia con deseos de asesinarle, sino también porque está mucho mejor con respecto a su estado físico, es cómo, literalmente, él estuvo al borde de la muerte ayer y pensar en ello solo le ayuda a recordar lo complicada que es la situación en la que se encuentra.

Hoseok revisa sus costillas, pinchándolas suavemente con la punta de sus dedos, una presión inofensiva que antes le provocaría dolor, siente un leve cosquilleo, no el ardor rezumante que antes experimentaba. Es fantástico como su cuerpo luce bien y se siente bien, a excepción de las cortadas regadas por sus brazos y torsos. Hace una mueca, realmente espera que no le dejen ninguna marca.

Mientras Hoseok recoge la especie de toga y el pantalón de dónde los dejo ayer, colocándose las telas secas y arrugadas, mira los alrededores tratando de encontrar a Jungkook, de pronto se siente un poco ansioso al ser dejado solo a la intemperie porque no puede hacer mucho sin un arma de apoyo, ¿Qué se supone que haga si está en peligro?

Considera brevemente la idea de salir a los alrededores para tomar algunas frutas, pero lo descarta al imaginar la escena de Jungkook regresando y no viéndolo por ninguna parte, así que opta por quedarse sentado en la entrada de la cueva y estando allí recuerda la horrible sensación que irrumpió en todo su cuerpo al cambiar, la forma en que el dolor era tan insoportable que le robó el aliento ¿Será así siempre que necesite pasar a su forma animal? Espera que no, porque no podría soportarlo y ni siquiera entiende por qué al estar en su forma animal se sentía inestable, como si no pudiera controlar su cuerpo; incluso cuando Hoseok ya sabía que su forma de ciervo no ayudaría en gran cosa, siguió siendo decepcionante que después de todo el dolor y pánico sufrido, le llamarán cervatillo.

Pero está bien, al menos está vivo, todavía si siente un leve dolor de cabeza, algo que seguramente está allí por la falta de alimento, es mejor que haber muerto y...

El sonido de las hojas crujiendo a la lejanía lo alertan a la vez que lo asustan.

Se escuchan como pisadas suaves que chocan contra las hojas que yacen arrojadas en el suelo. Hoseok mira con impaciencia hacia el bosque, centra sus ojos en los arbustos y en los inmensos árboles, cada segundo el sonido se vuelve más perceptible y con él un aroma comienza a abrirse paso en su nariz, tal vez sea cierto que ayer estaba en un muy mal estado, pero podría jurar que es el mismo olor que capto ayer de Jungkook, el que enciende cerillos en su piel, activando los instintos que comienzan a susurrarle que se ponga en guardia y utilice cada uno de sus sentidos para protegerse, para estar a salvo porque también huele a sangre y el hedor es tan potente que sus nervios reaccionan, con su mecanismo de defensa exigiéndole que se aleja de ese depredador.

Hoseok aún no ha movido ni un músculo, cuando las palabras viajan en el aire.

"¡No te asustes! ¡Soy solo yo, Jungkook!" La voz atraviesa todas las barreras que había construido y ni un segundo después está mirando la mancha borrosa de lo que seguramente es el cuerpo del leopardo aproximándose. Le toma cada gramo de su razón no sucumbir a la voz en su cabeza, la que le pide que se aleje del pelinegro, quién que se acerca con el cuerpo de un ave muerta sobre su hombro.

Jungkook se detiene centímetros antes de llegar a la entrada de la cueva, Hoseok no sabe por qué, pero verle tomar con sus manos a lo que ahora reconoce como un pato muerto, hace que sus entrañas se retuerzan y el vómito quiera trepar por su esófago hasta salir por su boca. Tapa su nariz, dando pasos hacia atrás y respirando por la boca.