the beginning of the war

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No es chistoso, todo lo contrario, quiere llorar desesperadamente porque no es justo que le suceda esto a él.

Pensó que lo había superado, al menos creyó que su método funcionaba, entrenar hasta el cansancio para lograr conciliar el sueño u correr junto a niños energéticos hasta el agotamiento, lo había estado haciendo bien, entonces ¿Por qué hoy no puede hacerlo? Quizás es porque la fecha para ponerle fin a todo esto se acerca, y su mente constantemente lo lleva a imaginar innumerables situaciones en las que pierden al enfrentar a Dak-ho, y luego cuando finalmente ha logrado cerrar sus ojos, abstenerse de pensar en Jungkook, su reino, la guerra y el norte, tiene que perder el sueño por completo luego de haber tenido una pesadilla y ni siquiera quiere recordarla, pero fue tan amarga, la imagen de aquel hombre destruyéndolos hasta la muerte, fue un sueño tan vivido que aún puede sentir el pánico que lo invadió al ver todo el castillo arder, la ceniza esparciéndose en todo el bosque, quemando todas las esperanzas de una mejor vida después de la guerra.

Una guerra que no va a llegar, se dice desesperadamente. El plan va bien, va a funcionar, ya está funcionando, se repite, vislumbrando el techo de su habitación.

Todo está oscuro cuando sale afuera, no completamente negro, porque los candelabros que prenden del techo están encendidos, iluminando tenuemente el pasillo, no es que él necesite mucha luz para distinguir bien en la obscuridad, no desde que sus sentidos se agudizaron después de cambiar.

Sinceramente, no tiene a dónde ir y observa la puerta de Jungkook frente a su habitación, preguntándose brevemente si debería tocar y pedirle al leopardo que le deje dormir allí. Lo descarta con rapidez porque no tiene el valor para hacerlo y tampoco es como si dormir con el pelinegro haría algo para detener sus pesadillas o al menos para ayudarlo a dormir.

Y luego de estar de pie allí varios minutos sin hacer nada, demasiado indeciso y sin saber a dónde ir, simplemente comienza a deambular por el castillo recibiendo furtivas miradas de los guardias allí, pero desde luego no comentan ni le hablan.

Sus pies lo llevan al balcón de piedra y se sorprende por lo que encuentra ahí, más bien, por la persona que ve allí.

Él se detiene y está seguro de no haber hecho ningún sonido mientras caminaba, pero ella de igual forma sabe que hay alguien detrás de ella, porque Eun-yeong le habla.

"Hola" espetó mirando hacia atrás con una sonrisa apagada.

"Hola" responde caminando hacia ella y apoyando sus manos en la baranda, subiendo su vista hacia el cielo estrellado junto a la hermosa luna llena que se alza en todo su esplendor.

"¿Qué haces aquí?" Hoseok indaga, porque de todas las personas nunca espero verla a ella.

"Soy mitad lobo y mitad mujer, así que cuando es luna llena siempre tiendo a estar bastante inquieta, con mucha energía como para conciliar el sueño, ¿Y qué hay de ti?"

Hoseok suspira con sus orejas de ciervo muriendo planas en su cabeza, esto se gana la atención de eun-yeong cuyo rostro se frunce en dudas.

"¿Estás bien? ¿Hay algo molestándote?"

"¿Soy tan obvio?"

"Un poco si"

"No puedo dormir, bueno, estaba durmiendo y después tuve una pesadilla horrible sobre toda esta situación con el norte y el oeste, y ahora ya no tengo sueño, pensé en salir a caminar para ver si así llegaba a cansarme o algo"

"Si te ayuda, no eres el único inquieto o preocupado, yo también he estado pensando mucho en eso, preguntándome si las cosas saldrán bien y a la única conclusión que he llegado es que no vale la pena preocuparse por algo que no ha sucedido aún" y claro, Hoseok ya sabe eso, pero su mente sigue tendiéndole trampas en las que termina cayendo, porque tiene tanto miedo de que aquí ocurra lo mismo que en el sur.

IN THE WAR [JUNGHOPE] Where stories live. Discover now