Ciervo

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Ellos han estado entrenando para pasar el tiempo. Hoseok se ha encontrado a sí mismo en el amplio sitio de entrenamiento numerosas veces, está seguro de que para este momento debe haber memorizado cada superficie, la roca blanca que se une en los sólidos muros que se elevan a su alrededor, no lo suficientemente altos como para que no pueda vislumbrar las interminables tierras verdes que se extienden más allá de lo que nunca ha llegado, sin embargo, aún son tan altos que no podría treparlos incluso si quisiera.

Del lado derecho están todas las estructuras de madera en las que ha visto a caballeros batir sus espadas en incontables ocasiones. La madera dura tiene las marcas del filo de las espadas en ella, las abolladuras que se han abierto en el instrumento bajo el peso de los hombres y mujeres que practican con él sus cortes y fuerza en sus ataques, también está la pequeña casa de madera, quizás Hoseok miente al decir que lo es, porque el mismo ha caminado alrededor de las interminables estanterías de caoba, aborratadas de espadas de todos los tamaños y grosores, arcos de diversos tipos, lanza flechas y demás armas que son de uso público. Tal vez es debido a que se ha acostumbrado a la inmensidad de este castillo, que en comparación todo lo demás le es diminuto.

Sin embargo, es este espacio el lugar en donde se ha escabullido durante cada tarde para entrenar, se ha vuelto su refugio, su escape en la forma en que disipa la niebla mental que trata de apoderarse de su mente. Mientras entrena no hay tiempo para pensar, temer o indagar en las profundidades de sus absurdos e incomprendidos sentimientos, así que se las arregla para practicar arduamente hasta que sus músculos arden y sus ropas se adhieren a sus extremidades, el sudor parlará su piel y sus manos temblaran bajo el peso de todas y cada una de las flechas que se aseguró de incrustar justo donde sus ojos miraban, claro que no todas las veces sus tiros acertaban y se encontró pidiendo ayuda a los demás hombres que entrenan con arcos.

A menudo termina con el cuerpo tan exhausto que cuando ha caído la noche solo basta con arrojarse a su cama para caer profundamente dormido. Quizás Hoseok debería tomárselo con calma, estar más relajado ahora que duerme en una cama suave, come alimentos deliciosos y está en el reino de un amigo bajo la promesa de que están seguros tras los cientos de guardias que protegen el lugar, sin embargo, no ha podido calmar su nerviosismo, es incapaz de relajarse por completo a sabiendas de que Dak-ho está en algún lugar haciendo cosas terribles, deseando destruirlos hasta asegurarse de que no puedan ver más la luz del sol.

Él ha visto cosas horribles y experimentado situaciones que casi lo han llevado a la muerte, pero puede que nada sea tan frustrante, deprimente, desesperante y aterrador como todas las escenas que su cabeza ha creado sobre las una mil cosas que podrían salir mal al enfrentar a Dak-ho. Si no fuera por el esfuerzo físico que lo agota y lo hace dormir de lleno durante toda la noche, el insomnio no lo dejaría pegar el ojo y con ello sería cuestión de segundos para que su mente se volviera su primer enemigo.

Él tampoco quiere ver cómo su sueño se ven interrumpido por las pesadillas, los recuerdos de lo que ocurrió el día que lo perdió todo.

En parte también está tan ensimismado en mantener ocupada a su mente porque sigue gravitando al beso que le dio a Jungkook. A veces cuando está practicando y el leopardo llega a él, Hoseok no puede mantener el contacto visual, en el comedor cuando los dos se sientan uno al lado del otro él puede sentir su calor, la energía que el otro emana, también se ha vuelto mucho más consciente de los toques casuales que Jungkook le da, mucho más susceptible a su aroma, en gran medida al estar junto a él Hoseok oscila entre nervioso por ver qué Jungkook mencioné lo que hicieron ese día, hasta aliviado al descubrir qué ninguno de los dos ha tocado el tema, de hecho, aparte de los atisbos nerviosos que a veces le invaden y gracias a lo increíblemente bueno que es enmascarándolo, ellos actúan normal, como si nunca hubiera ocurrido.

IN THE WAR [JUNGHOPE] Where stories live. Discover now