sweet pain

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Despertar con Jungkook a su lado fue vergonzoso por no decir enloquecedor.

El leopardo lo abraza desde atrás, enjaulándolo con su cuerpo fornido, sus extremidades se adhieren al suyo de tal forma que puede sentir la electricidad del tacto zumbar a través de todo su ser. No recuerda cuando fue que se sintió tan saciado como para finalmente sucumbir al sueño, pero debió ser en algún momento entre la obscuridad siendo tenuemente opacada por la luz solar que empezó a abrirse paso en el cielo; Seguramente fue a altas horas de la madrugada.

Tampoco puede decir en que pensaba antes de dormirse o como era la temperatura en su habitación, si hacía calor o frío, pero recuerda el último sentimiento que lo envolvió segundos antes de que cayera profundamente dormido. Se sentía amado, apreciado y sumamente protegido. Fue tan fácil cerrar sus ojos sin que ningún pensamiento u imagen desagradable atormentara su mente, no había ni una sola preocupación en él, tan solo la indudable satisfacción junto a la persistente sonrisa burbujeante en su rostro por el continuo toque de Jungkook en él.

Despertar con el cuerpo de alguien junto al suyo es algo que nunca había experimentado y este momento se siente, de alguna manera, íntimo porque el toque que le proporciona el cuerpo contrario es suave y dulce, como verdaderos amantes que se acurrucan tímidamente después de una sesión salvaje de sexo.

Hoseok se sonroja con vehemencia, su piel caramelo se vuelve roja por el pensamiento mientras intenta apartar suavemente los brazos que se enrollan cómo pulpo alrededor de su cintura y cadera, la nariz que yace sobre el pulso en su cuello.

Pero por muy metódico que sean sus movimientos, el leopardo termina por despertarse.

Jungkook resopla, enviando aire caliente a su piel. Él envuelve una mano en el hueso de la cadera del ciervo, empujándolo hacia atrás de nuevo, cerrando los centímetros que el castaño había puesto entre ellos. La espalda de Hoseok se adhiere al pecho duro del leopardo, mordiendo sus labios con su corazón revoloteando en su interior.

Hoseok siente a Jungkook moverse detrás de él, la cama se hunde por lo que seguramente es el pelinegro levantándose de la cama, aunque desde dónde está no puede ver lo que sea que el otro haga, él lo siente, los colmillos filosos que rozan su delicada oreja de ciervo.

Hoseok chilla, impulsándose hacia adelante. Esta vez Jungkook lo libera, dejándolo ir con una risa perezosa que retumba en sus ser.

"¿Por qué te fuiste? Sin ti no podré dormir más" Jungkook reprocha somnoliento, con un ojo entreabierto y el otro cerrado, sus cabellos alborotados alrededor de su rostro hinchado por el sueño y sus bonitos labios estirados hacia adelante en lo que únicamente podría ser un puchero.

La viva imagen de la inocencia, aunque para él, Jungkook es todo menos eso.

"¡M-e me mordiste!" Tartamudea conmocionado, con sus sentidos borrachos por las exuberantes sensaciones que hormiguean alrededor de sus extremidades, totalmente despierto ahora que su corazón late con la potencia para estallar. Él se dice a sí mismos que la reacción de su cuerpo, el sonrojo en su rostro, las manos temblorosas con las que se aferra a la sábana para ocultar su desnudo cuerpo de los ojos del leopardo y la forma en que dio un respingo cuando Jungkook levantó su torso expuesto de la cama u como tardó en apartar su mirada de los chupetones adheridos a lo largo de ese mismo pecho, se debe a su instinto de presa siendo alterado por el depredador a su lado o bien son los rastros de su calor.

"¿Sí?" Jungkook lleva una mano a sus cabellos desordenados, con la sábana blanca que se enrolla alrededor de sus desnudas caderas, justo por encima de la v que se forma en su abdomen bajo.

"Ayer también lo hice, te mordí muchas más veces y dejé marcas en lugares más prometedores, pero tú no te quejaste. Entre todos los bonitos sonidos que hiciste nunca me pediste que me detuviera" el rostro de Hoseok se calienta, abriendo su boca, solo para hallar que no tiene nada que decir en su defensa, él ni siquiera tiene que verse a sí mismo para reconocer que tiene chupetones hasta en los muslos y se avergüenza, sonrojándose aún más si es posible, pero esta vez no aparta sus ojos de Jungkook, que le sonríe audaz y pecaminoso con sus labios magullados.

IN THE WAR [JUNGHOPE] Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon