IN THE WAR [JUNGHOPE]

so warm

"Llegaremos al Este mañana en la tarde. Estoy seguro de que Jin estará feliz de verte. Después de que le contemos todo lo sucedido e intentemos unir algunos de los cabos sueltos, seguramente podrá ayudarte a familiarizarte más con tu parte animal" Ahora bien Hoseok no es cercano a Kim Seok-jin, sin embargo, él lo conoce, ha visto su deslumbrante belleza de lejos durante esa vez que sus padres lo llevaron consigo al Este para ver la coronación del hombre en lo que es ahora, el rey del Este. Hoseok ciertamente no converso mucho con él ese día, pero fue porque estaba demasiado impresionado por su hermosura como para hacerlo, pero en parte también porque su hermana, cuya edad es contemporánea con la de Seok-jin, no le dio la oportunidad a nadie más de hablar con él, porque durante toda la celebración se mantuvieron charlando y riendo como si fueran los mejores amigos ¿Sabrá él sobre la muerte de ella? Probablemente aún no lo sabe, seguramente su reino es ajeno a todo lo que ha estado sucediendo.

Ellos nos sabrán de la guerra que se avecina

"¿Por qué él podría ayudarme a familiarizarme con mi animal?" Jungkook detiene sus pasos, agachándose en un arbusto lleno de bayas que huelen extremadamente frescas y deliciosas.

"¿No sabes? Él es un ciervo al igual que tú, muy probablemente pertenece a una especie diferente a la tuya, pero incluso así es un ciervo" Jungkook sigue divagando, mientras Hoseok se sorprende por lo dicho ¿Cómo había olvidado la especie de Seok-jin?, quizas es porque lleva bastante tiempo sin verlo que su mente omitió que los dos comparten al mismo animal, sin embargo, ahora que lo ha recordado, todavía no puede entender ¿cómo el otro podría ayudarle a adaptarse a su parte animal?

"Había olvidado que él también es un ciervo" Hoseok se agacha, quedando a la altura de los arbustos allí, tomando las bayas que Jungkook le señala "pero no entiendo ¿Cómo él podría ayudarme con mi animal? En su reino la gente también desconoce que podemos pasar a nuestro ani..." Hoseok jadea alejando su mano de una de las ramas del arbusto, viendo el dedo que gotea sangre por las pequeñas, pero peligrosas púas que rodean las bayas.

"Mierda..." Susurra, viendo la sangre acumularse en su dedo anular. En retrospectiva él debió haber previsto que algo así sucedería, debió haber anticipado que Jungkook, el depredador a su lado, reaccionaría a su sangre, pero él no lo hizo, así que cuando fue arrojado bruscamente hacia atrás sobre su espalda, Hoseok quedó sin aire porque la imagen del hombre encima de él hizo que cada célula de su cuerpo gritara peligro. Incluso el leve dolor de los huesos de sus costillas sensibles y aún no del todo cuidadas, se evapora ante la vista que obtuvo del otro.

Su cerebro hizo cortocircuito, más que congelado cuando la mirada que lo recibió está totalmente teñida de amarillo, un color tan fuerte que no puede ser opacado por el cabello negro que cae sobre sus orbes. Jungkook gruñe con sus pupilas dilatas, su pecho sube y baja frenéticamente, y sus orejas de leopardo están erguidas hacia arriba con la cola meneándose de un lado al otro en el aire.

Es aterrador.

Y el olor que lo golpea no deja de profundizar en su sistema, embriagándolo de alguna manera. Él puede sentir el aroma de la madera, el rastro de cedro y canela, la mezcla se concentra en su nariz, nadando en su sistema y volviendo a sus sentidos frenéticos con la necesidad de huir. Pero cuando está a punto de gritar, forcejear y sucumbir al pánico, las palabras que Jungkook le dijo la otra vez irrumpen en su mente.

-no te voy a comer- él puede escuchar las palabras ser repetidas en su cabeza. Mientras su razón le recuerda que lo peor que podría hacer es demostrar que tiene miedo, su parte animal tiembla y gime en su interior, totalmente aterrizado, opacando la voz suave que trabaja para hacerle recordar que Jungkook no es malo, el pelinegro no le haría daño.