IN THE WAR [JUNGHOPE]

Always friends

"Nadie te quiere, ¿no es así? La mitad de tu pueblo está en tu contra, tu propio tío te va a matar y ahora hasta tus amigos te..." Dak-ho se detiene. El agarre que mantiene sobre Jungkook se debilita, su rostro luce conmocionado, pero a la vez petrificado, ni rastro de su petulancia o sonrisa.

El pecho de Dak-ho tartamudea con sus labios entreabiertos, produciendo chasquidos y sonidos bajos que parecen salir del fondo de su garganta, como si se hubiera quedado sin aire u intentara Inhalar a través de su boca abierta.

Un hilo de sangre corre a través de los labios de Dak-ho. Hay tal vez unos segundos en los que Jungkook no comprende lo que está sucediendo, desconcertado e ido, pero luego sus ojos viajan hasta el extraño objeto que se mueve en el punto en que debería estar su corazón, entonces lo ve, el brillo metálico de la espada incrustada en el pecho contrario, la sangre que corre de la herida abierta allí, la manera en que la espada es sacada de golpe, provocando un sonido hueco mientras sale de las profundidades en las que fue enterrada.

Dak-ho gorgotea una serie de palabras incoherentes con el hilo de vida que le queda, colocando la palma temblorosa de su mano en su pecho, en un intento inútil de contener la sangre que brota sin cesar, antes de dar un paso atrás y caer contra el suelo, a centímetros de Taehyung cuya espada está manchada en sangre.

Entonces él y Taehyung no se dirigen palabra alguna, ni siquiera se miran, no obstante Jungkook sabe lo que tiene que hacer.

Él se transforma, viendo a un pálido y descolorido Dak-ho, tratar de respirar con desesperación. Es Dabi quién mira conmocionado la escena, pero apenas transcurre un segundo antes de que el albino se transforme y lance contra Taehyung.

Jungkook carga contra Dabi, recibiendo garras que se clavan en su lomo, forcejeando mientras incrusta sus dientes en el pelaje espeso del albino.

Pronto, el sonido de huesos reorganizándose rompe el aire y tan rápido como lo hace, Jungkook salta hacia atrás, retrocediendo y soltando al tigre. Él se acomoda en el centro de la habitación, delante de una pared, cuidando su espalda de los dientes filosos que le gruñen.

Justo cuando Jungkook escanea la habitación, nota a Taehyung empujar la mesa hacia la puerta cerrada, creando un soporte que les dará algo de tiempo para que las bestias afuera no puedan entrar.

Sin embargo, esa barricada no durará mucho, las bestias afuera de la habitación ya debieron escuchar el forcejeo, vendrán y abrirán esa puerta tarde o temprano.

El crujir de los huesos resuena en el lugar cerrado y al instante el tigre al que tanto conoce se vuelve hacia él, combatiendo a su lado.

Con Taehyung terminando con el lobo y la pantera, Jungkook se encarga de los dos restantes y Tal vez se trata de los años que llevan entrenando juntos, que los dos están tan coordinados entre sí que se comunican sin la necesidad de hablar, complementando los ataques del otro de una forma impresionante.

Ellos podrían ser un escudo y un arma, rompiendo con la fortaleza de bestias que caen sobre ellos, incluso cuando deberían estar en desventaja ante el mayor número de enemigos en la habitación, los dos pelean mucho mejor que todos ellos, arreglándoselas para terminar con cada una de las bestias allí, todavía si al hacerlo ellos han sido bastante heridos.

El único que queda es Dabi, tan jadeante y exhausto cómo ellos dos, sangre que mancha su pelaje blanco al igual que el de Jungkook.

El animal está a la defensiva, en una esquina, con su cola moviéndose de un lado al otro, flexionado sobre sus patas traseras, sus ojos azules acechando cada uno de sus movimientos, buscando el momento justo para atacar.

Jungkook corre hacia el centro de la habitación, transformándose y agarrando con manos firmes la espada que fue usada para matar a Dak-ho, la que está junto al cuerpo inerte de quien alguna vez fue su familia.