29. Moist.

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Hi~ Me da mucho amor decir que oficialmente podre terminar esto a tiempo y no atrasarme, las dinamicas en las que me atraso jamás terminan bien y estoy muy encariñada con esta así que otra vez, agradecerles por el tremendo apoyo y cariño que le están dando, porque a fin de cuentas, aunque uno escribe para sí misma, el cariño, la dedicación y todo el trabajo de editar es para compartir, así que gracias por tanto. El capítulo de hoy es super relax, vayan con calma.

¡Espero les guste!

La valía de Eiji tiende a estar subestimada al ser

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La valía de Eiji tiende a estar subestimada al ser...¿contraintuitiva? Sí, es disímil a los presentimientos que han garantizado la supervivencia de Aslan o Yut-Lung, esos que hacen que el lince tenga siempre una mano en el gatillo incluso si solo salen a pasear y su mejor amigo atascara su pieza con cerradura aun sin comprender del todo a su clan, la mayoría de las personas usan su instinto para sobrevivir o auto conservarse, pero Eiji no, su instinto lo impulsa a arrancar un tubo oxidado y a usarlo de pértiga, a traicionar a su propio escuadrón por el pandillero bonito que acaba de conocer, a entablar amistad con el sumiso más peligroso que ha conocido, a irse con su tutor a América, a crear un vínculo lindo y amoroso con un grupo de criminales e ignorar deliberadamente su razón gracias a sus corazonadas salvajes. Sí. Eiji es contraintuitivo en ese sentido y tiende a ser quién acoge.

Lo hizo con Shorter cuando despertó con los ojos llenos de culpa por intentar matarlo, lo hizo cuando Yut-Lung se disculpó por casi pedirle que soportara una violación en la mansión de Dino, con Alex al pasarlo a llevar en las misiones, con Bones por comerse su último pastelillo y sobre todo... con Aslan.

Su dulce, dulce Aslan.

La única persona a quien diría: «aunque el mundo entero esté en tu contra, yo siempre estaré a tu lado» y le prometería un «para siempre» aun si teme.

La persona a quién le obsequió alma, cuerpo, mente y corazón cuando apretó con espanto su mano, suplicándole y suplicándole que se quedara, musitándole un mi-alma-siempre-estará-contigo con la sangre escurriendo hacia una poza y una puñalada clavada en su pecho.

Es que Aslan, Dios, Aslan lo ha vuelto tan irracional desde que se hicieron amigos en la cárcel.

E incluso antes, cuando se encontró con los ojos verdes (más verdes que jamás vislumbró en su vida) en una cantina de mala muerte y algo en su interior se rompió por siempre o más bien, encontró su hogar, desde ahí supo que no podía perderlo y que lo amaría y Aslan... "yo te protegeré, nunca dejes mi lado" Joder. Eiji tiende a ser el sanador del grupo, la contención emocional, el desahogo o la pieza contraintuitiva que en algún punto se las arregla para encajar, pero hasta un escéptico como él debe admitir que existe algo mágico en este instante. En Ash presionando su boca sobre la coronilla de la cabeza. En Ash musitándole elogios y palabras dulces. En Ash sosteniéndolo desnudo hacia su pecho y envolviendo su cintura posesivamente. En Ash amándolo. En Ash mirándolo. En Ash besándolo. En Ash adorándolo con tanta pero tanta devoción que es demasiado.

Wanted [Monstober 2022]Where stories live. Discover now