♛ CAPÍTULO 4 ♛

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Miro a Mad de nuevo, tiene los ojos hinchados, y en una de sus manos sujeta la carpeta con el informe, con la otra me está acariciando la mano de forma delicada, parece que no me quiera hacer daño

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Miro a Mad de nuevo, tiene los ojos hinchados, y en una de sus manos sujeta la carpeta con el informe, con la otra me está acariciando la mano de forma delicada, parece que no me quiera hacer daño.

— Mad — digo, esperando a que me escuche, pero no hace absolutamente nada.

Miro por encima de su hombro como anota en la hoja la información, he muerto envenenada, tacha la información del ADN de Patrick en mi cuerpo, maldito hijo de puta... solo se preocupó de...

Suspiro, volviendo a ver mi cuerpo, esto no tiene sentido.

— ¡Madison! — pongo mi mano en su hombro, y vuelve a estremecerse, siente mi tacto.

— Estoy volviéndome loca — musita entre sollozos.

— ¡Joder! — grito furiosa.

Salgo de la sala, tratando de calmarme, el pecho me aprieta, como si alguien estuviese apretando mi corazón, que bombea cada vez con más dificultad.

Corro por el pasillo, tratando de llegar a algún lugar, de escapar. Las lágrimas caen de mis ojos sin ningún control, y la respiración se me acelera al sentir que el pasillo, que antes era de unos escasos diez metros, ahora no termina.

Me paro en seco, viendo como el espacio que me rodea cada vez se hace más grande, asfixiándome en una inmensidad que no logro entender.

— Dulce Emily... — el susurro me llama desde la puerta del lavabo.

No quiero volver a entrar ahí.

— Emily... — vuelve a llamarme.

Es una voz profunda, que parece traída por una brisa. No consigo diferenciar si se trata de un hombre o una mujer, hace que la piel se me ponga de gallina.

Voy hacia la puerta, por alguna razón, mi cuerpo siente que debe ir, aunque en mi cabeza sepa que no es lo correcto.

Un calor me inunda una vez atravieso el umbral, viendo cómo el lavabo, antes blanco y con luz, es negro y completamente oscuro.

Me miro en el espejo, observando mi reflejo, es hipnótico, soy yo, pero más...

— Dulce Emily... — mi propio reflejo me sonríe.

Trato de acariciarlo, a medida que acerco mi mano al espejo mi rostro se transforma, mis ojos se vuelven completamente negros, una especie de sombra atrapa mi brazo.

Su tacto es doloroso, hace fuerza, haciendo que mi cuerpo golpeé contra mi reflejo.

Cierro los ojos, arde, me arde todo el cuerpo, siento como si me estuviesen quemando viva.

Trato de gritar, sin éxito, la garganta se me cierra por completo, siento como mis pulmones aprovechan el último rastro de oxígeno, me estoy ahogando, llevo mis manos al cuello, tratando de recuperar el aliento.

PRESA DEL REY © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora