[ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR]
Trabajar en una morgue nunca fue algo tan terrorífico como lo que Emily está a punto de vivir.
¿Estás lista para entrar a un mundo lleno de tentaciones?
¿Crees que conoces a la gente que te rodea?
¿Crees que te conoces...
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Observo como Raxi se lleva a la mortal en brazos, ¿me duele verla débil?, quizá simplemente sea mi puta rabia, que toda mi maldita vida he estado podrido.
— Qué bonito — la voz adolorida de Dominic hace que me gire.
No contesto, no pienso usar los poderes esta vez, abro su celda, haciendo que su expresión cambie completamente.
Me acerco con pasos decididos, no se mueve, su expresión grita diversión, pero sus ojos me dejan ver que tiene miedo. Sin darle tiempo a hacer ninguna de sus estúpidas bromas lanzo mi puño hacia su cara.
— Joder — gimo dejando ver un placer que hace que Dominic se tense más — años deseando esto, vamos, sin poderes, si no sería fácil ganarte.
— Deja de subestimarme — se endereza escupiendo un hilo de sangre —, no me golpees la cara, es lo que atrae a tu mortal.
Sonríe, pero evito lanzarme hacia él, sé lo que está haciendo y no pienso caer.
Dominic da un paso decidido para golpearme, lo esquivo agachándome con facilidad y golpeando sus costillas.
— ¿Es todo? — me giro para mirarlo, pero me devuelve el golpe en la cara, haciendo que una sonrisa se dibuje en mi rostro.
Hacía tiempo que nadie tenía las agallas de tocarme, odio a esta mierda de persona, con toda mi alma, pero agradezco que tenga estos cojones.
Acaricio mi mandíbula, tratando de calmar el dolor, el juego ya está durando demasiado, doy otro puñetazo a Dominic, haciendo que su cuerpo golpee la pared de piedra.
Me lanzo hacia adelante sujetando su cuello y golpeándolo en la cara, las piedras a su espalda se rompen con cada golpe siento algún hueso romperse, lo que hace que esté disfrutando este momento más de lo que pensaba.
Me propina un cabezazo como respuesta haciendo que de un paso hacia atrás, lo miro, tiene la cara llena de sangre, pero quiere seguir con esta pelea.
— Es inútil — digo tratando de que entre en razón.
— Eres fuerte — responde con un hilo de voz —, pero no invencible, recuérdalo.
Lo ignoro, su ojo derecho está completamente cerrado a causa de los golpes y tiene el labio partido, solo ahora, viendo esta imagen, soy consciente de que haber hecho esto traerá consecuencias con Nerus.
— Olvida lo que dije — suspiro dándome la vuelta de nuevo —, eras una esclava, pero no un trozo de carne. Gracias, por ayudarme siempre.
No la dejo contestar, subo las escaleras con zancadas grandes tratando de desaparecer de ahí lo más rápido posible.
Todos conocen la historia de Rachel, y como me volví un saco de tristeza, la amaba, y pensé que ella también, dándola todo el tiempo del mundo para que lo asimilase, mientras se metía la polla de Dominic en la boca, a pesar de los avisos que la di.
